El púgil Jake Paul venció este viernes por decisión unánime (80-72, 79-73 y 79-73) al legendario boxeador Mike Tyson que tuvo lugar en el AT&T Stadium de Arlington, Texas.
La pelea se disputó en 8 asaltos de 2 minutos, con guantes de 14 onzas, y fue sancionada como combate profesional por el Departamento de Licencias y Reglamentos de Texas. Gracias a este resultado, Paul alcanzó las 11 victorias y una sola derrota en su carrera. El récord de Tyson quedó en 50-7. El combate fue transmitido por Netflix.
La pelea comenzó con poca acción, pero relativamente reñido. El también ‘influencer’ conectó mejores golpes en los primeros tres asaltos, demostrando superioridad física, frente a un ‘Iron Mike’ tardío en su reacción.
El veterano, de 58 años, brilló por su gran defensa, pero su ataque fue casi nulo ante un rival más rápido, que se movió más y no permaneció mucho tiempo en un solo lugar. Finalizando el encuentro, Tyson se esforzó por mantenerse de pie, evitó exponerse demasiado y luchó por evitar los ataques de Paul, que pareció bajar el ritmo.
Ya en el octavo episodio, cuando quedaban apenas poco menos de 10 segundos, Paul se detuvo e hizo varias reverencias en homenaje y respeto al legendario boxeador. Sonó la campana y ambos se abrazaron.
Entre honores y disyuntivas
Luego de la victoria, Paul dijo que había sido un honor haber compartido el cuadrilátero con Mike. «Traté de lastimarlo, pero tenía miedo de que él me lastimara a mí. Hice lo mejor que pude», aseguró el púgil, de 27 años, que espera tener la oportunidad de enfrentarse al campeón mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez.
Carente de la ferocidad que lo caracterizaba, Tyson, quien no llenó las expectativas, sostuvo que,tal vez, esta podría no ser su última pelea. «No lo sé. Depende de la situación», dijo el excampeón de peso pesado, que regresó al ‘ring’ para su primera pelea como profesional desde que perdió ante Kevin McBride el 11 de junio de 2005.
Desde que fue anunciado, este combate estuvo envuelto en varias controversias. Al principio estaba programado para el 20 de julio, pero se pospuso después de que Tyson, durante un vuelo que lo trasladaba desde Los Ángeles a Miami. sufriera un episodio de náuseas y mareos, por causa de una úlcera. Asimismo, el hecho de que los púgiles tuvieran una diferencia de edad de más de 30 años fue sido foco de atención. El diario New York Times calificó la pelea como un «enfrentamiento generacional», por todo lo que ambas figuras representan.