El volante dijo no ser un abusador y que está dispuesto a someterse a las pericias para mostrar inicencia
Christian Cueva pidió este martes de que no se le quite la opción de jugar al fútbol porque es lo que lo sostiene; además, cree no ser un abusador y por el cual se somete a cualquier pericia que se disponga con la finalidad de que se le exonere de toda culpa tras ser denunciado por cometer actos de violencia contra su expareja.
Cueva usó su ‘última’ arma para detener toda la avalancha de críticas y denuncias sobre las agresiones física y psicológicas contra su expareja, Pamela López, quien lo denunció por los maltratos a la que fue sometida por mucho tiempo.
El volante de 32 años usó sus redes sociales para exponer una extensa carta en el que trata de ponerse como inocente de las acusación. Además, aprovechó para pedir que lo dejen jugar al fútbol.
«La violencia es inexcusable y mi conducta, aunque no haya sido espontánea sino en respuesta, también lo es.
He sido tildado de muchas cosas malas, defectos que seguramente tengo y ahora se me acusa de abusador y no creo serlo. Sé que tengo una personalidad compleja que va más allá de lo que se puede ver de mí y me hago y me haré responsable de mis actos, lo que no implica que deje de defenderme y busque aclarar, ante las autoridades, aquellos hechos que no se han contado de la manera en que ocurrieron o que simplemente no ocurrieron. Por todo ello, por lo que pasó, lo que pasó diferente y hasta por lo que no pasó, pido perdón», escribió en primera instancia.
Agregó: «Mientras la verdad se busca y encuentra en las instancias correspondientes, pido por favor que se me deje jugar al fútbol, que no se me quite esa opción, pues es, junto a mis hijos, a quienes amo más allá de lo que se ha dicho, lo que me sostiene».
«Hoy quiero abrir mi historial médico y someterme a cuanta pericia se disponga. Lo hago, no con el propósito de que se me exonere de culpa, sino simplemente para que se vea que la situación es más compleja de lo que parece y que, aunque uno quiera, a veces los problemas internos ganan. Insisto en que no rehúyo de mi responsabilidad, pero, una vez más, ruego que el salvavidas que es para mí el fútbol, no se me quite».
«Hoy, más que nunca, sé que soy solo un chico de los barrios más pobres y humildes del Perú, que creció en medio de los problemas que millones de niños y jóvenes peruanos padecen y que tuvo la suerte de jugar bien al fútbol. Sé que aún me queda una chance de lograr que eso no sea una condena, sino un verdadero honor y ojalá, un motivo de orgullo para mis hijos, no por los triunfos, sino porque su padre logró ser, finalmente, mejor persona», concluyó.
Como se sabe, el Cienciano ya emitió un pronunció y decidió separarlo de manera definitiva del primer equipo porque cree que el comportamiento del mediocampista van contra los valores que profesa la institución cusqueña.