El abogado de Paolo Guerrero, Julio García, indicó que el equipo de César Vallejo podría forzar el retiro del delantero de las canchas al insistir en la ejecución del contrato, a pesar de las amenazas de una banda criminal.
En una emotiva entrevista realizada este jueves 15 de febrero, Paolo Guerrero, visiblemente afectado, compartió la difícil situación que enfrenta debido a las extorsiones de una banda criminal en Trujillo, después de su fichaje por la Universidad César Vallejo. En un giro inesperado, el destacado delantero también expresó su descontento respecto a su contrato con el club de la Liga 1.
Paolo Guerrero manifestó su pesar por la actitud de Richard Acuña, quien minimizó la inseguridad y las amenazas contra su familia. En un tono de decepción, el jugador señaló que se ve atrapado entre la decisión de enfrentar un ambiente violento o renunciar al fútbol por completo.
Acompañado por su abogado, Julio García, durante la entrevista con América Noticias, se revelaron detalles del contrato que vincula a Guerrero con la Universidad César Vallejo hasta el 2024, con opción a un año adicional. Además, se denunció que el club, dirigido por la familia Acuña, se niega a liberar al jugador para que pueda continuar su carrera en otro lugar.
García expresó de manera contundente: «El club no quiere liberar a Paolo, básicamente el punto es: o vienes a Trujillo o dejas de jugar al fútbol». A pesar de las declaraciones conciliatorias del gobernador regional, César Acuña, el abogado afirmó que las comunicaciones del club van en dirección opuesta.
La defensa de Paolo Guerrero dejó claro que no acatarán la imposición de viajar a Trujillo el sábado 16 de febrero, y la incertidumbre persiste sobre la postura que adoptará la institución peruana: ¿comprenderán la situación y rescindirán el contrato, o continuarán presionando para que el delantero forme parte de la temporada actual?
García advirtió sobre las consecuencias: «Si no queda libre, no puede jugar, y si no puede jugar, su carrera se acabó». El abogado argumentó que liberar a Guerrero es la solución lógica ante una situación real y objetiva, evitando así darle la razón a los malhechores.
En un tono conciliador, el abogado del jugador de 40 años señaló que no buscan un conflicto legal con la Universidad César Vallejo y esperan alcanzar un consenso para evitar perjuicios a ambas partes. Destacó que se trata de una situación de fuerza mayor, vinculada a las amenazas de la banda criminal de Trujillo.
Este calvario para Paolo Guerrero inició poco después de que la Universidad César Vallejo hiciera público su fichaje. El delantero recibió amenazas contra su madre, conocida como ‘Doña Peta’, que fueron incrementando su gravedad, llegando incluso a advertencias de un posible secuestro a un familiar.
Con la posibilidad de jugar en César Vallejo descartada, Paolo Guerrero enfrenta la carrera contra el tiempo para encontrar un nuevo club antes del 26 de febrero si desea continuar su carrera en el fútbol peruano. El futuro del ‘Depredador’ permanece en incertidumbre mientras evalúa opciones en otras ligas de Sudamérica.