En los último días, Imane Khelif, una boxeadora destacada, ha sido objeto de controversia debido a una desinformación que ha circulado ampliamente.
Se afirmó erróneamente que Khelif es una mujer transgénero, sugiriendo que esta condición le otorgaba una ventaja injusta sobre otras competidoras que son muejres biológicas, sin embargo, se supo que Khelif es una mujer biológica con una condición intersexual que afecta sus niveles hormonales.
La distorsión de los hechos en este caso no es simplemente un error; pareciera ser una estrategia deliberada para manipular la opinión pública en contra de las personas transexuales; esta táctica de desinformación se utiliza para alimentar debates polarizadores y fomentar prejuicios contra personas trans. La información errónea sobre Khelif fue empleada para crear una narrativa que no solo es falsa, sino que también explota temas sensibles para avanzar en agendas políticas particulares.
Imane Khelif, al igual que muchas otras personas con condiciones intersexuales, enfrenta desafíos únicos que no están relacionados con su género, sino con su biología. Atribuirle características que no posee para desacreditar o deslegitimar el debate sobre la inclusión de personas trans en el deporte refleja una falta de ética y respeto.
La discusión pública sobre estos temas se debe basar en hechos verificables y no en manipulaciones diseñadas para dividir y estigmatizar.
La verdad es que Khelif es una atleta comprometida y su situación no debe ser utilizada como una herramienta política. Los medios de comunicación debemos comprometernos a tener una cobertura más responsable y justa en lugar de perpetuar divisiones basadas en desinformación.
Lamentamos la confusión y el daño causado por la circulación de información incorrecta y reafirmamos nuestro compromiso con la veracidad y el respeto en el tratamiento de estos temas.