Economista Carlos Paredes, sostuvo que no hubo autocrítica ni reconocimiento de la disfuncionalidad del Estado por parte de la mandataria. Aunque sí consideró muy importante que se haya referido a la minería como un motor del crecimiento.
Largo, muy largo, fue el discurso de la presidenta Dina Boluarte ante el Congreso de la República, en la que informó de las acciones de su gobierno en el periodo que pasó y las propuestas para encaminar al país hacia su recuperación.
En total el mensaje presidencial tuvo una duración de cinco horas aproximadamente, con pocos aplausos por parte de la representación nacional.
Para el economista Carlos Paredes, socio fundador de Intelfin y docente universitario, la mandataria se perdió una oportunidad para que el gobierno se conecte con la población y comunique de manera clara y sucinta lo más importante que está haciendo y va a hacer en lo que resta del gobierno.
Pero, además, dijo que no hubo autocrítica alguna ni reconocimiento de la disfuncionalidad del Estado y las grandes limitaciones del servicio civil. Por lo tanto, se dijo poco o nada sobre cómo se va a reformar u modernizar nuestro Estado.
Respecto a las medidas económicas, consideró que lo más importante señalado por Boluarte va en la dirección de haberse referido reiteradamente a las Asociaciones Público Privadas (APP) para fomentar la inversión en infraestructura pública y gestión de servicios públicos.
Tía María
De otro lado, el que la jefa del Estado se haya referido a la minería como motor del crecimiento dijo que es muy importante y mucho más cuando se refirió al proyecto Tía María, en Arequipa, que ya está en marcha y que es “sumamente importante para generar confianza y mejorar el clima de inversión”.
Al respecto Boluarte incidió en el rol multiplicador de la inversión minera, como un motor de crecimiento económico y de generación de riqueza, así como fuente de inclusión y cierre de brechas sociales.
En torno a Tía María la presidenta Boluarte dijo que el proyecto es una realidad que creará 9.000 empleos durante la etapa de construcción, y 4.800 puestos de trabajo permanentes, entre directos e indirectos.
Se estima que la inversión aproximada se de US$ 1400 millones, que permitirá producir 120.000 toneladas métricas al año de cobre refinado.
Anotó la mandataria, que el proyecto Tía María generará recursos que potenciarán el desarrollo del valle del Tambo, en Arequipa, que facilitará que su población cuente con servicios básicos.
“Referirse a la minería como motor del crecimiento y lo dicho sobre el proyecto Tía María es sumamente importante para generar confianza y mejorar el clima de inversión”, insistió el economista Carlos Paredes.
Del mismo modo consideró muy positivo que la mandataria se haya referido repetidamente al destrabe de proyectos, con lo que se dinamizará la inversión pública y privada.
Aunque dijo que el discurso fue mejor de lo que esperaba, consideró bueno el “aparente compromiso para promover la inversión, particularmente la privada. También el reconocimiento de la importancia de cuidar las finanzas públicas”.
Sin embargo, consideró malo de parte de la mandataria su “falta de reconocimiento de la disfuncionalidad del Estado y de la burocracia estatal. No hubo anuncios importantes sobre cómo se mejoraría la gestión estatal ni referencia alguna a los efectos perversos de la Contraloría General de la República”.
Y respecto a lo feo del discurso: Además de lo extenso, dar la apariencia de que cree que estamos frente a un gran gobierno, lo cual no se condice con la bajísima popularidad del mismo.