Previsiones del Citi
Por William Rios Rosales de Agencia Andina
Luego de un breve tropiezo en el 2023, con una contracción del 0.6%, el producto bruto interno (PBI) peruano se encuentra en plena recuperación, con un crecimiento estimado del 2.4% para este año y 2.9% para el 2025, lo cual implica un dinamismo económico en franca recuperación.
El economista jefe para Latinoamérica de Citi, Ernesto Revilla, asegura que este impulso es explicado por diversos factores, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Uno de ellos es un fuerte repunte de la inversión privada, motivado por factores como los precios favorables del cobre y del oro, así como por las reformas al sistema político que buscan mejorar la estabilidad.
Minería
A inicio del presente mes, el titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Rómulo Mucho, anunció que el proyecto minero de cobre Tía María, ubicado en el distrito de Cocachacra, en la provincia de Islay, Arequipa, reinició sus operaciones.
Este proyecto gatillará otras iniciativas en el sector minero.
“Recuperaremos el crecimiento económico que alguna tuvimos entre 5% y 6%, que es lo que necesita el Perú para cerrar las brechas sociales y derrotar a la pobreza y, por qué no, tener cero pobreza extrema”, apuntó en su oportunidad el ministro.
Un punto clave para el reinicio de Tía María ha sido la obtención de la Licencia Social para Operar (LTO, por sus siglas en inglés ). Este concepto, que va más allá de los permisos legales, implica la aceptación y apoyo de las comunidades aledañas a cualquier proyecto.
Se observa que las cotizaciones de los metales están en auge. Los precios favorables del cobre, oro y otros metales representan un importante motor para la economía peruana, siendo un sector clave para el país, resalta Revilla.
Estos niveles altos impulsan las exportaciones y generan mayores ingresos para el Estado, lo que permite financiar inversiones y programas sociales.
Confianza
La economía peruana parece estar en un punto de inflexión. Tras la pandemia del covid-19, que golpeó duramente al sector empresarial, la confianza de este sector ha alcanzado su nivel más alto desde entonces, según el Índice de Confianza de Vistage Perú. Este indicador, que mide las expectativas de los CEO, dueños de grandes y medianas empresas, gerentes generales y ejecutivos, ha registrado un aumento de 13 puntos en el primer trimestre de este año, llegando a los 124 puntos.
Este repunte en la confianza empresarial no es casualidad. Se sustenta en una serie de factores positivos que apuntan a una recuperación económica sólida y sostenible. Entre ellos, destaca el repunte de la actividad económica en sectores clave como la minería, el comercio y el turismo, lo que impulsa el crecimiento del producto bruto interno (PBI).
A esto se suma una demanda interna más robusta, lo que indica que los consumidores están dispuestos a gastar más, impulsando la actividad económica en general. Un factor adicional que contribuye al optimismo empresarial es la menor intensidad del Fenómeno El Niño (FEN) de lo que se había previsto inicialmente, lo que reduce los riesgos para la agricultura y la economía en general.
Hay además un optimismo internacional hacia la economía peruana, particularmente en lo que respecta a su infraestructura portuaria, logística y orientación hacia el Pacífico.
El país se está posicionando como un importante hub comercial en la región, lo que atrae inversiones y oportunidades de negocio.
Sector pesquero
En opinión del ejecutivo, se espera un buen desempeño del sector pesquero, lo que contribuirá al crecimiento general de la economía. Este sector es un importante generador de empleo y fuente de divisas para el país.
Revilla destaca el éxito de la lucha contra la inflación en el Perú, comparándola favorablemente con la situación de otros países de la región, entre ellos México y Colombia.
A pesar de un ligero repunte en la inflación en mayo, se espera que la tasa se reduzca de 3.2% en el 2023 a 2.4% este año y 2.2% en el próximo ejercicio, acercándose al rango meta del Banco Central de Reserva (BCR).
Resalta además que el ente emisor implementó una política monetaria prudente y mantuvo la inflación bajo control, lo que ha contribuido a la estabilidad económica del país.
Otro anuncio importante a resaltar es que Gold Fields, compañía minera con sede en Sudáfrica, anunció una inversión de 35 millones de dólares para la optimización de la vida útil de su mina Cerro Corona, ubicada en Cajamarca. Esta iniciativa estratégica busca extender la operación de la mina hasta el 2030, lo que genera un impacto positivo en las economías local y regional.
De acuerdo con Luis Rivera, vicepresidente ejecutivo de Gold Fields Región América, esta inversión se destinará a mejoras en la línea de chancado secundario, las plantas de agua y otros proyectos clave.
Estos trabajos permitirán optimizar los procesos de producción y extender la vida útil de la mina por un período de siete años.
Esta inversión no busca incrementar la producción de oro en Cerro Corona. La mina, considerada una operación madura, ha experimentado una reducción en su producción en los últimos años.
En el 2023, la producción fue de 240,000 onzas equivalentes de oro, mientras que para este año se estima una reducción a 200,000 onzas.
“La optimización de la vida de Cerro Corona no implica un incremento de la producción, sino que procesaremos mineral almacenado durante los últimos años”, señaló Rivera en entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
La determinación de Gold Fields de invertir en la optimización de Cerro Corona representa un voto de confianza en el futuro de la minería peruana. La compañía apuesta por la sostenibilidad de la operación y busca la maximización del valor de sus recursos, lo que genera beneficios a largo plazo para todos los stakeholders.
Tasa directriz
El economista de Citi anticipa una reducción gradual de la tasa de interés del BCR, que comenzará en 5% al final del 2024 y llegaría a 4.5% al cierre del 2025.
Esta decisión se verá influenciada por la trayectoria de la tasa de interés en Estados Unidos, pero Revilla considera que el Perú tiene cierto margen para mantener una tasa de interés por debajo de la de su par norteamericano.
Reconoce asimismo que la incertidumbre y los cambios en las reglas del juego son los principales riesgos para la inversión privada. Sin embargo, considera que el ruido político actual es acotado y que las reformas recientes al sistema político podrían mejorar la estabilidad a largo plazo.
El Gobierno peruano está comprometido con la estabilidad macroeconómica y la creación de un ambiente favorable para la inversión.
Las reformas al sistema político buscan fortalecer la institucionalidad y mejorar la transparencia, lo que podría generar mayor confianza entre los inversionistas.
En general, las perspectivas para la economía peruana son muy positivas. El crecimiento se ve impulsado por la inversión privada, los precios favorables de los metales, un entorno externo positivo y un sector pesquero sólido.
La inflación está controlada y las tasas de interés se encuentran en una trayectoria descendente.
Si bien hay algunos riesgos, el mercado confía en la capacidad del Perú para mantener la estabilidad macroeconómica y seguir adelante con su recuperación.
Optimismo
El panorama económico para el Perú es esperanzador. El país se encuentra en una fase de recuperación sólida y sostenible, con perspectivas favorables para el 2024 y el 2025.
El crecimiento, la inflación controlada, la reducción de las tasas de interés y la inversión privada son factores clave que sustentan este optimismo.
En opinión de Revilla, nuestro país tiene el potencial para consolidarse como una de las economías más dinámicas y estables de América Latina en los próximos años.
El Perú posee recursos naturales abundantes, una fuerza laboral joven y talentosa y una ubicación estratégica en la región. Con un manejo responsable de la economía y un compromiso con la estabilidad política, el país puede alcanzar un desarrollo económico y social sostenible en beneficio de toda su población.
Avance moderado en la región
América Latina experimentó un crecimiento del 2.6% en el 2023, cifra que se desacelerará a un 2% este año, según el Citi.
Esta moderación responde a un proceso de normalización tras el fuerte repunte del 2021 y el 2022. Sin embargo, cabe destacar que se trata de una desaceleración ordenada y no implica una recesión.
El impacto del crecimiento no será uniforme en toda la región. México y Brasil, que experimentaron un alto crecimiento en el 2023, moderarán su ritmo en el 2024.
En cambio, Perú, Chile, Colombia y Ecuador que tuvieron un crecimiento más lento el año pasado, experimentarán un repunte significativo. La inflación en América Latina continuó con una trayectoria descendente y se espera que prosiga en esta dirección durante el 2024 y el 2025. Esto permitirá a los bancos centrales de la región reducir gradualmente las tasas de interés, estimulando el crecimiento económico.
La combinación de un crecimiento moderado, menor inflación y tasas de interés en descenso crean un entorno favorable para la inversión en América Latina. Se espera que esto impulse la actividad económica en la región y genere nuevas oportunidades de negocio.