Opinión

Un golpe de estado fabricado para distraer a la población en Bolivia

La situación política en Bolivia se ha vuelto cada vez más complicada, especialmente a raíz de lo que ha sido catalogado por algunos como un “intento de golpe de estado”; sin embargo, existe una corriente de opinión que cobra más fuerza con el paso de las horas que sugiere que este supuesto golpe no es más que una maniobra política muy bien orquestada para distraer a la población de problemas más profundos y estructurales de la nación altiplánica.

Este supuesto intento de golpe fue presentado por el presidente Arce como un serio desafío a la democracia boliviana, pero muchos analistas y varios políticos, incluso algunos de ellos de izquierda, creen que todo fue una farsa bien montada.

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Iván Arias, exalcalde de La Paz, ha expresado su escepticismo sobre la autenticidad del golpe, el declaró a los medios y dijo: «Esto es un montaje para desviar la atención de los problemas reales que enfrenta el país. La situación económica es crítica, y el gobierno no tiene respuestas claras».

El analista político Ricardo Paz compartió una opinión similar: «El supuesto golpe de estado es una táctica para distraer a la población de los problemas internos del Movimiento al Socialismo (MAS) y la crisis económica que se ha agravado en los últimos años».

Uno de los aspectos más sospechosos del intento de golpe es que, mientras los militares trataban de tomar la antigua sede de gobierno, el presidente Luis Arce estaba dando un discurso al otro lado de la plaza Murillo en el Palacio Legislativo, afirmando que estarían firmes para enfrentar cualquier intento golpista.

Esto ha levantado serias dudas sobre la veracidad de los acontecimientos, ya que, en un golpe de estado típico, los militares asegurarían todos los flancos y no dejarían a los miembros del gobierno libres para actuar. ¿En qué golpe de estado los militares dejan libres a los miembros del gobierno que quieren derrocar?

El MAS, partido en el poder, está enfrentando serias divisiones internas y la falta de cohesión dentro del partido ha llevado a una parálisis legislativa y a una incapacidad para tomar decisiones efectivas. La ausencia de una mayoría clara en el Congreso ha dificultado la implementación de políticas necesarias para enfrentar los retos económicos y sociales del país.

La politóloga María Teresa Zegada comentó: «Las divisiones internas dentro del MAS son una de las principales causas de la crisis de gobernabilidad en Bolivia. Sin una dirección unificada, el partido no puede responder adecuadamente a las necesidades del país».

Bolivia está atravesando una severa crisis económica, exacerbada por la escasez de dólares; durante el gobierno de Evo Morales, Bolivia disfrutó de una bonanza económica impulsada por la exportación de gas natural. No obstante, la falta de inversión en la exploración de nuevos yacimientos en los últimos años ha reducido significativamente la producción de gas y, en consecuencia, los ingresos del país.

El economista Gonzalo Chávez ha señalado que «la falta de inversión en el sector de hidrocarburos durante la última década ha dejado a Bolivia en una situación precaria ya que la producción de gas está disminuyendo y, con ella, los ingresos que solían sustentar la economía».

La narrativa del intento de golpe de estado en Bolivia, lejos de ser un hecho aislado, parece ser una maniobra calculada para desviar la atención de los problemas económicos y políticos que enfrenta el país, eso sumado a las tensiones internas dentro del partido en el poder, junto con la disminución de recursos económicos, han creado un ambiente de inestabilidad e incertidumbre.