Virginia Messina, vicepresidenta senior del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), estuvo en la Décimo segunda reunión de ministros de Turismo del foro APEC. En conversación con Altavoz estimó en 10% el crecimiento turístico para el Perú este 2024; sin embargo, dijo que la recuperación es lenta respecto a otros países de la región. Consideró necesario diversificar la oferta turística, desplegar las nuevas tecnologías y propiciar inversión. Estas son sus impresiones.
—Tienes la experiencia de haber contribuido para que México sea uno de los 10 países más visitados en el mundo. ¿Cuál fue la estrategia que desplegaste, que puede servir de ejemplo para muchos países?
—México también tiene riquezas naturales increíbles, y en su momento, entre el 2010 y el 2012, nuestra reputación turística al exterior estaba muy enfocada en sol y playa. La mayor parte de los turistas lo visitaban por las playas tan bonitas que tiene México, y gran parte de la estrategia fue la de diversificar los productos turísticos; es decir, potencializar otro tipo de riquezas como el turismo cultural, el gastronómico, que obviamente también en el Perú es fundamental. Somos mucho más que sol y playa, por lo que la diversificación es la clave.
—¿Y la marca país?
—La promoción en el exterior era fundamental en ese periodo y hoy es incluso más importante. Lo que vemos en el mundo son destinos que están apostando por el turismo. Si miramos al Medio Oriente, por ejemplo, destinos como Arabia Saudita, invierten trillones de dólares en turismo. Hay gran competencia y la promoción en el exterior es fundamental.
—¿Cómo es la inversión en Latinoamérica para promocionar el turismo?
—Hemos visto de todo. Hay casos muy desafortunados como el de México, por ejemplo, en el que se desapareció el Consejo de Promoción Turística. Toda esa promoción de hace más de una década hoy está a cargo de las embajadas, que obviamente tienen una responsabilidad mucho más grande, por lo cual el turismo no toma prioridad. En algunos países no se le da importancia y parte de nuestro rol es explicar la importancia de este sector a las economías y el gran potencial que existe en América Latina. Hay mucho más por hacer en la región en cuanto a inversión, en cuanto a desarrollo de infraestructura, también en cuanto a aminorar las barreras a los viajes, como, por ejemplo, en los visados, los impuestos y demás.
—¿Qué dicen las cifras del turismo mundial?
—Estamos muy emocionados porque luego de la pandemia se decía que la recuperación total del sector iba a venir hasta el 2025 y que iba a ser muy lenta, además.
—¿Y es así?
—En abril anunciamos que la perspectiva para el 2024 es superar los niveles prepandémicos. En el 2019 nuestro sector contribuyó a nivel global con 10,3 trillones de dólares. Para el 2024 esperamos superar esa cifra con más de 11 trillones de dólares.
—¿Cuánto de crecimiento sería aproximadamente eso?
—Un 12% respecto al 2023, pero estamos recuperando nuestro valor.
—Y respecto al año prepandémico, ¿Cuánto aproximadamente?
—En la prepandemia nuestro sector fue responsable del 10,4% de la economía global. En el 2024 este valor va a representar el 10% de la economía global. Pero en valor, la cifra es más grande.
—¿Y en Latinoamérica?
—El año pasado el sector de viajes y turismo de Latinoamérica superó por 3,7 mil millones de dólares la cifra de contribución a la economía regional de 2019 (+1%). Además, representó el 7,8% de la economía regional, con una aporte económico de US$ 367.4 mil millones.
—¿Y en generación de empleo?
—Durante el año pasado el turismo reforzó su fuerza laboral con más de 110 mil puestos de trabajo adicionales a lo reportado en 2019, un año antes de la pandemia, logrando un total de 17,33 millones de empleos en Latinoamérica.
—¿Y cuánto fue el gasto de los turistas en la región?
—Los turistas internacionales gastaron US$ 54,5 mil millones el año pasado, y es un 22,2% más respecto al 2022. En tanto, los turistas nacionales gastaron US$ 219,7 mil millones el año pasado y eso es 4,1% de aumento desde 2022, y 4.5% por encima del año previo a la pandemia.
—¿Cuáles son las cifras que maneja respecto al Perú?
—El sector de viajes y turismo en el Perú contribuyó con más 18 mil millones de dólares al PBI nacional, con lo cual, representó el 6,8% de la economía. Durante el 2023 la actividad también reforzó su fuerza laboral y representó 1,04 millones de puestos de empleo, con casi el 6% del total de los empleos en el Perú.
—Y en este marco, ¿cuáles son los principales retos, los principales desafíos que tiene la industria turística?
—Vivimos un contexto global complejo. Con guerras y conflictos geopolíticos con consecuencias económicas, inflacionarias, con crisis energética. Todo eso inevitablemente trae retos para el sector.
—¿Cuáles son los principales retos?
—Tenemos que avanzar más rápido en la adopción de las nuevas tecnologías, en un momento donde la inteligencia artificial va a transformar todos los ángulos de nuestra vida. El sector de viajes y turismo está un poco por detrás de otros sectores en su adopción. Hay muchísimas aplicaciones de IA, y eso nos va a hacer más eficientes y sostenibles. Hay mucho más por hacer y hay que avanzar en la digitalización en regiones como América Latina. Nos ayuda, por ejemplo, en el paso de los turistas a través de los aeropuertos. En Europa o en Oriente Medio, ya no necesitas ni tu pasaporte, se usa elementos biométricos. Son facilidades para el turismo.
—Sin embargo, hay más retos. ¿Cuáles son los otros?
—La sostenibilidad. Sin duda, es un reto para el mundo. La crisis de cambio climático, la triple crisis planetaria que vivimos. Y nosotros dependemos tanto de los recursos naturales. Sin esas riquezas, sin esa biodiversidad, no hay turismo. Entonces, ¿cómo podemos preservar nuestro sector? ¿Cuáles son las políticas? ¿Dónde tenemos que enfocarnos para asegurarnos que nuestro sector tenga un impacto positivo? ¿Qué protegemos al medio ambiente? ¿Cómo reducimos nuestra huella de carbono, el desperdicio, todo este tipo de temas que son fundamentales para realmente proteger lo que tanto depende de nuestro sector? Todos esos son retos que hay que considerar.
—Y viendo el turismo peruano ¿cree que la recuperación en el Perú estuvo acorde a lo que ocurrió con otros países de la región?
—Diría que estuvo un poco por detrás. América Latina se ha recuperado, y a finales del 2024 habrá recuperado su valor prepandémico. Y el Perú no está ahí todavía, porque la caída fue mucho más fuerte. A nivel global, en el 2020, se registró 48,5% de caída y el Perú sufrió más con un 64% de impacto, de caída. La recuperación fue un poco más lenta para el Perú, pero a finales del 2024 esperamos un crecimiento de por lo menos 10% respecto al año anterior. Pero estará todavía cerca de 4% por detrás de ese nivel prepandémico.
—¿De qué depende esa recuperación del 10% del turismo en el Perú para este año?
—Perú es un país excepcional. Tiene una oferta única y los turistas buscan experiencias únicas. Los destinos tradicionales cada vez se visitan menos. A lo mejor van a destinos más reconocidos, pero quieren explorar lo nuevo en diferentes comunidades y tener una experiencia más genuina. Y creo que Perú por toda la oferta que tiene, que es única, puede lograr eso.
Más que Machu Picchu
—Es un destino muy importante y para lograrlo se requiere la estrategia que usted señala, la diversificación.
—Totalmente. Porque a lo mejor todos conocemos Machu Picchu, del que se habla en todo el mundo. Pero en Perú hay mucho más que Machu Picchu. Y además, tiene gastronomía que es de talla mundial, pero se puede hacer más. Y la parte más importante es el desarrollo de infraestructura. Muchos países invierten cantidades extraordinarias en turismo, y los destinos que no promuevan y que no desarrollen su infraestructura a ese nivel, desgraciadamente van a perder competitividad.
—¿Qué hace falta para propiciar más inversiones en el sector?
—El potencial es enorme. Y de hecho hablaba con la ministra y la viceministra y les decía vengan a hablar con los inversores. Porque aquí hay mucho por hacer, hay mucho producto por desarrollar. Sé que hay todavía nuevos sitios turísticos que en el mundo no se conocen. El sitio arqueológico es fundamental, pero es el desarrollo del producto turístico alrededor lo que lo empuja.
—¿Y cómo se puede hacer eso de acuerdo a las nuevas necesidades?
—De una manera sostenible, de una manera más digital y más eficiente. Las oportunidades de inversión son muy grandes y definitivamente hay mucho potencial.
—Y en el marco de la reciente reunión de APEC sobre turismo ¿Qué es lo que se ha visto y cuáles son los pasos a futuro?
—Es muy importante que en este foro se hable de turismo, y es algo que apoyamos muchísimo. Algunos mecanismos intergubernamentales no siempre han tenido un enfoque en turismo, por eso es positivo que las 21 economías de APEC tengan un grupo dedicado a hablar de turismo. En la reunión ministerial número 12 de los países miembros de APEC se habló mucho de la digitalización y de la inclusión; es decir, asegurarnos que el turismo beneficie a todos. Pero también atendiendo al capital humano, no solo en cómo podemos seguir entrenando a la gente que trabaja en el sector sino respecto a cuáles son las nuevas habilidades que se requerirán en el futuro.
—Y además, entendiendo que son mayormente los jóvenes quienes desarrollan este trabajo, impulsando el turismo.
—Y eso es muy importante porque el turismo emplea más jóvenes y mujeres que muchos otros en la economía. En el Perú, en particular, 44% de todos los empleos del turismo están ocupados por mujeres. Y cerca de un 19% por jóvenes. Y estas son cifras oficiales. Obviamente nosotros monitoreamos el empleo formal, pero desgraciadamente en la pandemia estos grupos se vieron desproporcionalmente afectados. Es decir, más mujeres perdieron su empleo que el resto de la economía. Pero nuestro sector al final provee muchas oportunidades. No solo el de tener un empleo como tal, sino que muchas mujeres emprendedoras, jefes de familias tienen su propio negocio y dependen del turismo. Es una oportunidad para pasar de la economía informal a la formal.
—¿Qué deben hacer los países para propiciar turismo pese a situaciones políticas complicadas?
—Las crisis políticas o sociales afectan más a la inversión. Un empresario requiere de estabilidad para invertir en algún país. En cuanto al turismo, diría que es sumamente resiliente y se recupera rápido. Lo hemos visto en países, en otras regiones, donde de repente hay un atentado terrorista y uno piensa que el turista nunca va a volver a ese país. Como por ejemplo en Túnez, en Egipto. ¿Y qué pasa? El turismo vuelve. La afectación por el lado de inversión sí puede ser importante y para invertir si se requiere de estabilidad. Pero también se necesita de continuidad en las políticas de fomento al turismo, que muchas veces se frenan cuando hay muchos cambios de gobierno y donde esas estrategias no se pueden materializar.
—Es importante el turismo intrarregional, el que entre países vecinos no visitemos.
—Absolutamente.
—¿Cómo se impulsa este tipo de turismo a través de la organización internacional en donde es vicepresidenta senior?
—Es fundamental. De hecho, es otra de las estrategias que trabajamos en México. Lo promocionarnos como multi destino. Al final el Caribe es de todos. Había Caribe mexicano, pero había Caribe de nosotros. Eso ayuda muchísimo a potencializar el turismo. Aquí en países vecinos, la oferta es distinta. Para un turista sería muy interesante visitar dos o tres países una vez que está en la región. Sí creo que esa cooperación internacional para la promoción es fundamental. Hablaba con la viceministra de Chile y me dijo que lo están haciendo, que lo están trabajando entre varios países. Si están en la región a lo mejor visiten Argentina, que vengan al Perú y a otros países Es un tema muy importante para la región.
—Y además impulsar el turismo interno…
—Absolutamente. El turismo doméstico ayudó muchísimo en la recuperación de la pandemia. Economías como Estados Unidos ya recuperó su nivel prepandémico. El turismo doméstico fue el gran motor, y países como China, por ejemplo, donde las restricciones se mantuvieron mucho más tiempo, hizo que todos los chinos con ese gran poder adquisitivo se quedaran en su territorio nacional. Diría que en el Perú el turismo doméstico es fundamental. En el 2023, el 74% del turismo vino del turismo doméstico, entonces, es muy importante y también hay que promoverlo porque es un motor para la economía.
—¿Cuál es el ticket de gasto de un turista promedio en Europa, en Asia, en Latinoamérica aproximadamente?
—Depende mucho de la nacionalidad. En su momento, por ejemplo, los rusos cuando estaban en su apogeo y viajaban por el mundo, era una de las nacionalidades que más gastaba. Por lo menos, 4 mil dólares diarios en promedio. Los chinos también gastan porque hay una clase media alta con un gran poder adquisitivo y tienden a gastar mucho. Pasa también con Alemania y algunas otras nacionalidades,
—Depende mucho del tipo de turista también…
—Claro, e independiente también, obviamente, de la capacidad adquisitiva.
“El turismo se ha encarecido”
—Aterrizando un poquito a países como Perú, México, Ecuador, Chile, entre otros ¿el ticket promedio por dónde va?
—El turismo se ha encarecido, hay que aceptarlo. Hoy en día tanto viajar en un avión como el pago de las noches de hotel están por encima de los precios que teníamos dos o tres años antes o incluso antes de la pandemia. Hemos visto que a pesar de eso el turismo se ha mantenido y la tendencia es un mix entre el trabajo y ocio, lo cual generó que haya mayor derrama por noches de hotel en promedio. Si antes el viaje era de tres a cuatro días, pues ahora se extendió incluso hasta siete o más. Eso es una tendencia muy importante. En cuanto al gasto, diría que es más o menos en mil dólares en promedio, obviamente, entendiendo que hay categorías de lujo donde se puede gastar mucho más.
—Si estuviera en los zapatos de la ministra, ¿cuáles serían sus principales decisiones para propiciar mayor turismo al país?
—Es una muy buena pregunta. Definitivamente seguir promoviendo al Perú en el exterior por el gran producto que tiene. Porque si efectivamente es conocido, no se sabe de todas las riquezas con las que cuenta. La promoción sería el número uno. Creo que la atracción e inversión en infraestructura también es vital. Avanzar en el aeropuerto, en conectividad, incluso terrestre. Eso es fundamental para seguir desarrollando el turismo. Y, por último, una apuesta por la sostenibilidad, que es una exigencia tanto de los consumidores como de los inversores. Los grandes grupos de inversores dicen que miran el nivel de compromiso que tiene un gobierno respecto a la sostenibilidad antes de hacer sus inversiones. Si al respecto no hay un compromiso importante, te puedo asegurar que no van a venir.
—¿Algo que desee agregar?
—Es fundamental y también lo apoyamos muchísimo es la colaboración público-privada. Puede sonar trillado, pero en nuestro sector si no existe esa colaboración, si no hay lazos entre el sector público, y el diálogo con el sector privado, no se avanza. El sector público y el ministerio generan la política de turismo, pero quien realmente genera empleo y el turismo son los empresarios. Si no existe diálogo estrecho, y es algo que sabemos desde hace más de una década por nuestra experiencia, si esa política no es basada en entender las necesidades del sector privado, es muy posible que no sea exitosa.
—Que pasa por ponerse acuerdo, por ejemplo, en el tema tributario, donde generalmente se castiga al turista.
—Totalmente. Nuestro sector es muy castigado en el nivel de tasas de impuestos. Lo podemos entender, pero nuestra consulta es ¿a dónde se van esos impuestos, a dónde se está yendo ese dinero? Si se está reinvirtiendo en el sector, es positivo y lo apoyamos, pero si no se sabe a dónde se va, es difícil. Además, para ser honesta, y tras haber estado en esta maravilla del mundo que es Machu Picchu, claramente lo que debe haber es una derrama sumamente importante de todos los visitantes, pero no se ve ese mismo nivel de desarrollo, con infraestructura, en las zonas cercanas al sitio turístico. Cuando hablamos de tasas impositivas, sí es muy importante que haya un retorno para seguir mejorando el turismo. Sobre todo, potenciar los lugares de las poblaciones más necesitadas, en las áreas de influencia de los sitios turísticos. Se debe recordar que a raíz del turismo muchas zonas de pobreza extrema han cambiado, y eso es lo que precisamente hace el turismo, porque el desarrollo no se limita al producto turístico. Genera mejoras en la una comunidad, con hospitales, servicios de salud, de educación, genera servicios de transporte. Todo eso se tiene que desarrollar para que el turismo exista. Es muy importante que haya ese beneficio en la comunidad.