La entidad señala que la disminución de la inflación y las menores tasas de interés por parte del BCR, moverán el consumo privado. El Banco Mundial estima un estancamiento en el crecimiento global y regional
El Banco Mundial estimó en 2,9% el crecimiento de la economía peruana este año y se ubica en un punto porcentual por debajo del proyectado por el Ministerio de Economía y Finanzas (3%).
Según el último informe Perspectivas económicas mundiales de la entidad con sede en Washington, el crecimiento del Perú este año se sustenta por la disminución de la inflación, que ya se ubica en el rango meta del Banco Central de Reserva y en el recorte de los tipos de interés de la entidad monetaria.
Ambos factores son determinantes para mover el consumo privado y con ello mostrar un crecimiento de la economía peruana este año, que supera el resultado negativo, de -0,6%, del 2023.
Para el próximo año, sin embargo, el Banco Mundial proyecta que el país aminorará su crecimiento y se ubicaría en 2,6%, por debajo del promedio regional de 2,7% y en línea con el desenvolvimiento económico internacional.
Todo esto en un contexto crítico en los países de América Latina y el Caribe, donde, aunque en las últimas décadas logró avances significativos en la estabilización de su economía, el crecimiento se estancó y socava el progreso de las naciones.
Se debe recordar que, a mayo, la inflación se ubicó en 2%, en la mitad del rango meta, mientras la tasa de interés de referencia del Banco Central de Reserva se posicionó en 5,75%, y es menor desde un 6% fijado en el mes previo.
Según el Banco Mundial, en la última parte de 2023, el crecimiento económico en América Latina y el Caribe se desaceleró debido a los efectos persistentes del endurecimiento monetario. Y aunque a principios del 2024 se observaron algunos signos de consolidación económica, la recuperación fue desigual en los países de la región, en un contexto donde los bancos centrales comenzaron a reducir las tasas de interés oficiales respecto de los niveles elevados de 2023.
Las perspectivas
La entidad prevé que el crecimiento en América Latina y el Caribe disminuirá aún más hasta ubicarse en un 1,8 % este 2024, para repuntar luego hasta el 2,7% en el 2025, conforme las tasas de interés se normalicen y baje la inflación.
Según las proyecciones del Banco Mundial, los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones de los países de la región, aunque el tenue crecimiento de China podría limitar la demanda de los principales productos básicos.
Los riesgos
Las previsiones del Banco Mundial respecto a la economía regional están expuestas a varios riesgos, principalmente a la baja.
Entre ellos, la posibilidad de que las condiciones financieras mundiales se vuelvan más restrictivas, los elevados niveles de deuda local y la desaceleración del crecimiento de China, que afectará las exportaciones de la región.
Pero también representan un riesgo los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.
Aunque la región de América Latina y el Caribe enfrentará dificultades económicas este 2024, se espera que muestre una recuperación gradual en 2025, apoyada por el descenso de la inflación y un acomodamiento de la política monetaria.
Señala, además, que el desempeño económico de la región dependerá de una combinación de factores internos e internacionales, y los precios de los productos básicos y la demanda mundial desempeñarán un papel moderado en este panorama.
En el mundo
El Banco Mundial prevé que la economía global se estabilizará por primera vez en los últimos tres años durante 2024, aunque a un nivel débil en comparación con los parámetros históricos recientes.
Por ello estima que el crecimiento mundial se mantendrá estable en un 2,6% este año, y debido a las continuas presiones inflacionarias, es probable que los bancos centrales sigan siendo cautelosos a la hora de flexibilizar la política monetaria. Por ello, proyecta que las tasas de interés oficiales de referencia serán notablemente más altas que antes de la pandemia.
Aunque pese a la mejora del panorama a corto plazo, las perspectivas mundiales continúan moderadas en comparación con los parámetros históricos, señala la entidad.
Para este bienio, 2024-2025, se prevé que el crecimiento será inferior al promedio de la década de 2010 en casi el 60% de las economías del mundo, que comprenden más del 80% de la población del planeta.
Predominan los riesgos a la baja, como las tensiones geopolíticas, la fragmentación del comercio, las tasas de interés más altas durante más tiempo y los desastres relacionados con el clima.
Por ello, el Banco Mundial considera que se requiere de la cooperación mundial para salvaguardar el comercio, apoyar las transiciones verde y digital, aliviar la deuda de los países, y mejorar la seguridad alimentaria.