- Situación deja en evidencia la incapacidad y la falta de prevención por parte de la empresa estatal Corpac.
Durante las 10 horas que se suspendieron las operaciones en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, a causa de un fallo en el sistema de luces de borde de la pista de aterrizaje, 129 vuelos y más de 8,000 pasajeros fueron afectados.
La situación deja en evidencia la incapacidad y la falta de prevención de parte de la empresa estatal Corpac.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, resumió el problema como un «evento fortuito» y que no habría sanción para los responsables del incidente.
«Es un evento fortuito, ya lo resolvió Corpac con su equipo técnico. Habría sanción si hubiera un encubrimiento, que en este caso no la hay. Estamos hablando de un problema técnico, estamos hablando de un cable que está enterrado y lo que se hace es un mantenimiento electrónico que une a ese cableado. Entonces, lo que se hace permanentemente Corpac es eso», dijo Pérez Reyes desde el aeropuerto.
«Yo he venido a resolver problemas, no a buscar culpables», agregó.
En tanto, José Luis Barrios, presidente de Corpac, justificó la falta de previsión: «Nunca había pasado. Es un tema que viene debajo de la tierra, de unos cables que vienen con un aislante y parece que hubo un pequeño problema».
Añadió que para ese tipo de cableado «no existe un mantenimiento programado; lo que sí existe es para lo que son los equipos, las luces y los reguladores».
Ambos funcionarios fueron citados a la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso para que puedan explicar los detalles del fallo y la ausencia del sistema de respaldo, según manifestó Eduardo Salhuana, presidente de dicho grupo de trabajo parlamentario.