Petroperú atraviesa una severa crisis financiera tras recibir una de las peores calificaciones crediticias de Fitch Ratings. Según un reciente informe de Panorama, la empresa estatal peruana acumula una deuda de 8.532 millones de dólares, mientras que su patrimonio total es de solo 1.645 millones de dólares.
La agencia internacional especializada en análisis de mercados de capitales en Latinoamérica y a nivel global ha rebajado la calificación crediticia de Petroperú tres niveles en solo cuatro meses, de B+ a CCC+, indicando un alto riesgo de impago.
Expertos en economía señalan que esta rebaja sugiere que es probable que la empresa, dedicada al transporte, refinación, distribución y comercialización de combustibles y otros productos derivados del petróleo, no pueda cumplir con sus obligaciones de deuda, lo que dificulta su capacidad de obtener financiación adicional.
En relación con la situación de Petroperú, la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Economía, José Arista, han expresado su preocupación por los problemas financieros de la empresa.
Como muestra de este apoyo, días antes de la publicación de la nueva calificación, Arista envió una carta al representante en Latinoamérica de Fitch Ratings, reafirmando el compromiso del Gobierno de seguir respaldando económicamente a Petroperú.
Según la carta, difundida en exclusiva por Panorama, este apoyo podría concretarse mediante contribuciones de capital, extensiones de crédito y garantías.
“Me permito expresarle que el apoyo a Petroperú podrá materializarse en breve a través de contribuciones de capital, extensiones de crédito y garantías y/o soluciones híbridas, según sea pertinente”, manifestó Arista en el documento enviado antes del 21 de mayo a Fitch Ratings.
Sobre esto, Hans Rothgiesser, economista especializado en el tema, comenta: “Es dinero que se ofrece sin nada a cambio. Un ministro de Economía responsable pediría la venta de activos no esenciales antes de otorgar más fondos”.
Mientras tanto, el directorio de Petroperú ha señalado recientemente que se necesita una inyección de 2.200 millones de dólares para adquirir más combustible premium y mantener operaciones. No obstante, también han reconocido la irresponsabilidad e inmoralidad de depender continuamente del financiamiento estatal sin un plan sostenible a largo plazo.
“Sería irresponsable y un acto de inmoralidad solicitar mayor financiamiento del Estado, ya que nada asegura que la empresa no retorne en el futuro cercano a solicitar más apoyo”, declararon en un comunicado emitido el 13 de mayo.
En lo que va del año, el Gobierno ha proporcionado a Petroperú un apoyo financiero de 1.300 millones de dólares, cifra comparable a la inversión para la primera etapa de la construcción del megapuerto de Chancay. El último salvavidas fue otorgado el 27 de febrero.
Sin embargo, a pesar del respaldo financiero, los expertos consideran que la empresa sigue en una situación crítica y las medidas tomadas hasta ahora no garantizan su sostenibilidad a largo plazo.