Especialistas de la OEFA y la Municipalidad de Lima opinan sobre el tema
Por Lenin Lobatón de Agencia Andina
Los conciertos y eventos musicales, aunque son una fuente de entretenimiento y diversión para muchos, también pueden tener un impacto negativo en el ambiente y la salud pública, por la contaminación sonora que producen.
La contaminación sonora se refiere a todo sonido no deseado que afecta la tranquilidad de las personas, y puede generar estrés, falta de concentración, ansiedad, falta de sueño y dificultad en la comunicación.
César Gutiérrez, especialista ambiental de la subdirección de seguimiento de entidades de fiscalización ambiental de la OEFA, explicó a la agencia Andina, que el ruido generado en un concierto puede considerarse contaminación sonora si afecta la tranquilidad de una zona residencial.
Según el funcionario, un concierto puede generar niveles de ruido superiores a los permitidos en una zona residencial, lo que puede afectar la salud y el bienestar de las personas que viven en esa área.
«Es considerado ruido todo sonido no deseado que puede ocasionar ansiedad, falta de concentración, problemas de sueño u otro emoción que altere la salud de las personas«, indica.
Contener el ruido
La OEFA ha recibido 15 denuncias relacionadas con conciertos en Lima desde el año 2023, no solo por la afectación a la tranquilidad, sino también por las vibraciones que producen en las zonas rígidas durante estos eventos.
El jefe encargado de la división de calidad del aire de la Municipalidad de Lima, Miguel Guisado Silvera, menciona que la comuna realiza mediciones de ruido durante los conciertos y ha detectado niveles que superan los límites establecidos por la normativa.
Por ejemplo, precisa, en una zona residencial los niveles normales de sonido no deben superar los 50 decibeles, en la noche. Los conciertos de la cantante Karol G del grupo mexicano,Maná, el pasado abril, superaron los 80 decibeles.
Sanciones
En estos casos, la municipalidad puede aplicar sanciones económicas y clausurar los eventos que incumplen con los estándares de ruido permitidos.
En resumen, los especialistas coinciden en afirmar que los conciertos pueden tener un impacto negativo en el ambiente y la salud pública debido a la contaminación sonora que generan.
Por esa razón, es importante que los organizadores implementen medidas para contener el ruido y que las autoridades competentes supervisen y fiscalicen los conciertos para garantizar que se cumplan los estándares de calidad ambiental, se proteja la salud y bienestar de la población.