Opinión

Teoría de las  Cuerdas

Algunos de ustedes habrán leído sobre la Teoría de las Cuerdas o según se llama en inglés “String Theory”. Mediante esta teoría, los científicos tratan de explicar el comportamiento de la materia a nivel subatómico. Según el modelo tradicional, las partículas subatómicas como los electrones tienen formas esféricas o “puntuales”. Sin embargo, esta teoría propone que la materia estaría formada por cuerdas de energía infinitamente pequeñas que vibran y que la frecuencia de vibración es lo que le da las diferentes características a la materia. No voy a aburrirlos con una explicación más larga, pero esa es básicamente la  Teoría de la Cuerdas.

En nuestro país se ha utilizado el término “cuerdas separadas” para referirse al postulado de algunos opinólogos, que la política y la economía pueden correr de manera paralela sin afectarse mutuamente. Nosotros sabemos que ello no es posible.

La publicación del informe del INEI sobre el aumento de la pobreza en el Perú, es una clara demostración que la política si afecta directamente a la economía. Según el informe publicado las semana pasada, la pobreza monetaria aumentó en nuestro país llegando al 29% de la población, unas 9.7 millones de personas, lo que significa que frente al año 2022, 596,000 personas ingresaron al umbral de la pobreza monetaria.

Más grave todavía es el incremento de la pobreza extrema, personas que viven con menos de 251 soles mensuales. El nivel pasó de 5% en el 2022 a 5.7% en el año 2023, lo que representa a 1.9 millones de peruanos que viven en situación de extrema pobreza. Una vergüenza nacional.

Otra conclusión que podemos obtener del informe del INEI es que a Lima y al Callao les fue mucho peor que a las demás regiones del país. La pobreza monetaria aumentó del 14.2% en el año 2019, al 28.1% en el año 2023. Para el Callao la situación es muchísimo peor, pasó del 14.3% al 34.2%. Como una consecuencia de lo anterior, sufrimos la reducción de la clase media del país en unos 1.8 millones de personas.

En el año 2004, la clase media representó un 20% de los peruanos. Gracias al crecimiento económico impulsado por una economía de libre mercado, la inversión privada, la generación de puestos de trabajo formales, etc., la clase media creció hasta representar el 40% de la población. Hoy en día con las justas representa un 33% y se puede decir que es una clase media incipiente y expuesta a choques externos, ya sean climatológicos, económicos o políticos.

Como sabemos, el éxito económico de un país se traduce en una amplia clase media que sea la base del crecimiento y desarrollo. Para que tengamos una idea de la importancia de la clase media en el desarrollo económico de un país, basta revisar algunas cifras. En Europa, entre un 60 y 80% de la población se considera clase media. En Estados Unidos, la cifra es cercana al 55% de la población y en China, donde han salido de la pobreza 850 millones de personas en las últimas cuatro décadas, la clase media abarca el 50% de sus habitantes.

La culpa de este incremento en la pobreza de los peruanos, no es solo del gobierno de Boluarte. Afirmamos sin temor a equivocarnos que el declive del desarrollo económico del país empezó con el gobierno izquierdista de Humala.

Cuando Humala llegó a la presidencia del país en Julio del año 2011, el país crecía a una tasa del 6.3%. Al final de su mandato, la tasa del crecimiento del PBI ya había bajado al 4%, con dos años de 2.4% y 3% de crecimiento. Durante el breve paso de PPK por la presidencia del país, el PBI asomó cerca del 4% pero luego vino el populista e izquierdista de Vizcarra que destruyó la economía con el peor manejo de la pandemia en el mundo, lo que se tradujo en el desplome del PBI en -10.2 %.

Si pensábamos que Vizcarra era malo, tuvimos que aceptar la realidad que las cosas siempre pueden ser peor. En su paso por la presidencia, Castillo terminó de destruir lo poco que quedaba de los proyectos mineros y la inversión privada que había en nuestro país, hundiéndonos en una nueva recesión en el año 2022.

Lo más inverosímil de todo, es que a pesar que la cifras demuestran sin lugar a dudas que la disminución de la pobreza solamente puede ser alcanzada con un crecimiento alentado por la inversión privada (en términos sencillos), todavía tenemos políticos de izquierda proponiendo recetas económicas que han fracasado una y otra vez en cualquier lugar donde hayan sido aplicadas.

Los comunistas necesitan que un porcentaje de la población siga siendo pobre para sus fines ideológicos. Sin pobres, se quedan sin una tribuna a quien prometer la redistribución de la riqueza, la gratuidad de todos los servicios del estado, por más que sea económicamente inviable y la lucha de clases. Todo a cambio de sus votos.

Una vez en el poder, se dedican a robar las arcas del estado y a dar rienda suelta a sus frivolidades, como comprar relojes Rolex, usar ropa de lujo y someterse a procedimientos estéticos, en lugar de trabajar por los más necesitados.

Recordemos la frase del presidente Reagan: “El mejor programa social, es un empleo”.

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