Arqueólogo Nils Sulca de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga enarbola tesis
El arqueólogo Nils Sulca, catedrático de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, afirma que la idea que se ha popularizado sobre el Qhapaq Ñan, la red de caminos atribuido a los Incas, no es del todo exacta.
El especialista basa esta afirmación en sus salidas de campo en regiones como Ayacucho, Apurímac, Ica y Huancavelica. En ellas, afirma que ha comprobado una teoría que se maneja entre los científicos que trabajan este tema: que la red vial del Tahuantinsuyo se asentó sobre lo que algunos llaman Wari Ñan o Camino Wari.
Sulca incluso va más allá. Indica que según lo que observa de sitios arqueológicos de la Costa, Sierra y Selva, en los que hay muchas semejanzas arquitectónicas, las rutas ya se usaban desde mucho antes, superando en antigüedad en ocasiones a Caral.
Oferta y demanda
Nils Sulca menciona que estos caminos han sobrevivido con el mismo uso hasta nuestros días.
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“La carretera Panamericana sigue el trazado del Qhapaq Ñan de la costa”, asevera el profesional.
Las rutas servían para llevar productos que escaseaban en un lugar y recoger de allí otros bienes. Por ejemplo, el intercambio de productos marinos con la Sierra y Selva, a cambio de otros como plumas o minerales.
Uno de esos bienes preciados era el mercurio que se hallaba en Huancavelica. De allí se distribuía a otras partes y se conseguía a cambio lo que en esa región no se producía.
Curiosidades en el camino
El arqueólogo refirió que los incas mejoraron la red vial heredada por los Wari. Si se visita tramos del Qaphaq Ñan en la Costa bien conservados se notará que había linderos o muros que brindaba sombra al viajante.
Asimismo, se sembraba a la vera de las rutas del Litoral árboles frutales. Lo mismo sucedía con algunos tramos en la Sierra. El motivo era brindar alimento fresco a los viandantes.
Otra particularidad es que dentro del contexto de los caminos, había zonas donde se dejaba a los muertos.
“Eran en algunos casos cuevas donde se depositaban a sus muertos que eran venerados por lo viajeros”, especifica Sulca.
Asimismo, todas estas rutas prehispánicas tenían diferentes categorías y se le brindaba mantenimiento cada cierto tiempo.
Una costumbre que aún pervive en algunas personas, es que se regaban las rutas que eran de tierra o arena por las noches. Así se evitaba polvareda por las noches. Asimismo, se encargaba del control de los caminos a las personas mayores de cada comunidad.
Asimismo, recordó que María Rostworowski aseguraba que hubo un camino especial para los chaskis.
Permanencia o abandono
El sistema vial Inca, heredero de una tradición milenaria, sufrió en parte con la llegada de los españoles. Pero, curiosamente, ese mismo camino sirvió para marcar dónde estarían las ciudades virreinales. Sulca refiere que se crearon reducciones juntando a pueblos que hablaban distintas lenguas para evitar sublevaciones.
Pero para tenerlos más controlados a estos pobladores recién conquistados, se les asignaba terrenos cerca del Qhapaq Ñan principal.
“Así nació Huamanga, por ejemplo”, indica el arqueólogo ayacuchano.
Sin embargo, esta nueva distribución de la población hizo que dejaran de ser útiles los otros caminos secundarios.
Una teoría que comenta Sulca es que se sospecha que había una ruta que comunicaba con el Brasil o al menos sus zonas más occidentales. No obstante, por la vegetación, la falta de mantenimiento y el paso del tiempo, se desconoce dónde se encuentra.
Ordenando el territorio
El arqueólogo Nils Sulca señala que mediante los caminos se controlaba la vida de los que vivían alrededor de él.
Menciona que los primeros que tuvieron una visión imperial de estas rutas fueron los Wari, pues no solo los usaban para comerciar, sino también para ejercer el dominio de distintas áreas. Hay que tomar en cuenta que su capital estaba en la ciudad de Wari, a media hora de la actual Huamanga, pero se ha documentado su presencia hasta Moquegua y Cajamarca, con la construcción de tambos cada cierto tramo.
Los incas supieron sacar provecho de lo hecho por sus predecesores. Sulca indicó al Diario Oficial El Peruano que se llegó hasta Pasto en Colombia, hasta Cerro Grande del Inga, al sur de Santiago en Chile, e incluso a Mendoza en Argentina. Precisa el especialista que los incas hicieron mejoras en lo ya establecido y ampliaron las rutas donde no las había
Datos
– Los materiales usados para los caminos en la época prehispánica se adaptaban a cada zona.
– Los primeros en tener un sistema ordenado de caminos fueron, según recientes estudios, los Wari.
– Los incas reutilizaron estas rutas añadiéndoles en ocasiones algunas mejoras.
– Durante el Tahuantinsuyo se hicieron túneles en los cerros y puentes sobre ríos o quebradas para hacer más rápido los viajes.
– Ciertos caminos al Virreinato se usan actualmente como lugar de reunión de los poblados cercanos. Allí se realiza comercio y trueque, así como festejos costumbristas.