El jueves 2 de mayo se celebró el Día de la Mujer Policía, tras 68 años de presencia femenina en la institución. Altavoz conversó con policías del Escuadrón Motorizado de Intervenciones Rápidas (EMIR) y el común denominador es que aman a su institución y que velan por la vida de las personas, por ello buscan educar, pero también sancionar a quienes infringen el reglamento de la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre. Son jóvenes, risueñas, optimistas, con vocación de servicio y dispuestas a ofrecer su abnegada labor por el país.
Las vemos en las calles junto al intenso tráfico de la ciudad, entre el smog y el mal humor de faltosos automovilistas y de conductores de vehículos de transporte de pasajeros que tienen tirria a los policías y mucho más a las mujeres de esta institución, por su firmeza, honestidad e inquebrantable apego al reglamento y la ley.
Visten blusa manga larga y ceñido pantalón, el tradicional uniforme de color caqui de la Policía de Tránsito. Completan la indumentaria con botas negras de cuero y chaleco verde fosforescente. El casco y las grandes gafas oscuras parecen salir de los Power Rangers, la noventera y famosa serie de ficción. La mayoría usa aretes pequeños, blancos, de botón, y lucen un discreto maquillaje.
Son las integrantes del Escuadrón Motorizado de Intervenciones Rápidas (EMIR), de la emblemática, División de Tránsito y Seguridad Vial de la Policía Nacional del Perú. Y el 2 de mayo celebraron el Día de la Mujer Policía, con discursos, alegría y renovación de voluntades, como también lo hicieron más de 23 mil policías mujeres en el país.
Ese día, el comandante general de la PNP, Víctor José Zanabria Angulo, en sus redes sociales, recordó que el 2 de mayo de 1956, hace 68 años, las mujeres incursionaron por primera vez en la carrera policial y que evidencian en todo momento sus capacidades y su firme liderazgo.
“Un reconocimiento sincero a la mujer policía, representación de la mujer peruana por su compromiso, sacrificio y abnegación. Su desempeño en la Policía Nacional del Perú enaltece a nuestra institución. Sin embargo, no deja de perder su ternura, cariño y orientación tanto en su hogar familiar como en su hogar policial”, señaló.
Tras ser homenajeadas en su delegación, en la avenida Uruguay cruce con la avenida Alfonso Ugarte, en el centro de Lima, las policías del Escuadrón Motorizado de Intervenciones Rápidas treparon sus motocicletas junto a sus demás compañeras para continuar con el cumplimiento del deber en las calles de Lima.
A su rauda salida, junto a sus motos, sus compañeras de ruta, dejan la grata impresión de ser las damas de la ley, las inflexibles con los infractores, pero también las tiernas madres, esposas, novias, hijas y hermanas que lo dejan todo en el hogar por servir a la ciudadanía y al país.
“Me puse el uniforme de mi papá”
“Desde muy pequeñita veía a mi padre salir y llegar a la casa, uniformado”, nos cuenta la suboficial de segunda, PNP, Ruth Salas Contreras, al mostrarse orgullosa de su ser querido, un policía que ostenta el grado de Superior.
“Me gustaba lo que él hacía y varias veces me puse el uniforme de mi papá”, nos cuenta sonrosada esbozando una sonrisa. “Me nació desde niña ser policía, y aunque en un inicio mi padre no quería, más primó mi deseo de formar parte de la Policía Nacional del Perú”, señala.
La suboficial Salas Contreras, que califica a su institución de hermosa y de la cual está orgullosa, confirma que su vocación primó para postular e ingresar a la PNP con el noble objetivo de servir a la ciudanía en cualquier situación.
“También soy ingeniera”
“Además de ser policía, también soy ingeniera”, nos confía también sonriente la suboficial de tercera PNP, Gabriela Arancibia Meza, quien refiere que se especializa en esta profesión para aplicarla en su institución.
Respecto a las sanciones a los infractores, dice que el objetivo de las “papeletas” es educar a los automovilistas o conductores de unidades de transporte que se zurran con el reglamento y que ese es su principal objetivo: educar.
La suboficial Arancibia no lo pensaría dos veces para tomar una decisión de vida, similar a la que decidió en su momento al postular a la PNP.
“La carrera policial no es fácil, es muy abnegada y muy hermosa”, dice al recomendar a las jóvenes que cuando postulen lo hagan por vocación y por amor a la patria. “Si volvería a nacer, sería nuevamente policía”, afirma contundente.
“Corremos muchos riesgos, pero allí estamos”
La suboficial de tercera, PNP, Ayaki Ocampo Zumaeta, recuerda que cada día corren grandes riesgos en las calles, en el servicio, montadas en sus motocicletas. Y que muchas veces se ve en las noticias que un motorizado, un efectivo policial de tránsito, sufre accidentes, atropellos, maltratos e insultos por parte de algunos irresponsables e inadaptados conductores.
“Corremos muchos riesgos, pero allí estamos vistiendo el uniforme, en el servicio, como policías, pese a estar expuestas a situaciones de peligro porque más prima el amor a los ciudadanos”, refiere.
Hizo un llamado a los jóvenes a que si tienen la decisión y vocación de pertenecer a la Policía Nacional del Perú, que lo hagan con convicción por la alta responsabilidad que implica vestir el uniforme.
“Por encima de todo está la vida”
“Evitemos los accidentes en las pistas, por encima de todo está la vida de las personas”, es la recomendación, por su parte, de la suboficial de tercera PNP, Laura Gutiérrez Ipanaqué.
También señala que desde pequeña siempre anheló formar parte de la Policía, una vocación que fue creciendo hasta ingresar a la entidad policial para apoyar a la población y para hacer respetar la ley y el reglamento de tránsito con la finalidad de mejorar cada vez más al país.
Al formar parte del EMIR, dijo que su labor es de impacto en los operativos, en los paraderos informales, en todo lugar de Lima, y que se ciñen estrictamente a la normatividad al momento de aplicar las sanciones.
“He visto casos, muchas veces, de personas que, por no respetar el reglamento de tránsito, producen lamentables accidentes, atropellos de peatones, y nuestra función es primero atender a la persona o personas afectadas, acompañar en las investigaciones y aplicar la sanción al responsable y derivarlo con la autoridad competente”, señala.
La suboficial Gutiérrez insiste en recomendar a los conductores, a los motorizados, a los transportistas, y a los mismos peatones, que se debe evitar los accidentes no solo de las personas, también de las mascotas.