Las afirmaciones de Jaime Villanueva, exasesor y potencial colaborador eficaz, han causado un gran revuelo en el ámbito judicial. Según sus declaraciones, Patricia Benavides, exfiscal de la Nación, habría recibido 30 mil soles como soborno para influir en licitaciones.
Villanueva habría entregado el dinero en efectivo en un encuentro con Giancarlo Valer Enciso, Miguel Girao y Jorge Luis Palomino, acordando repartirlo entre ellos y destinando una parte para Benavides, quien ocupaba entonces el cargo más alto en el Ministerio Público.
Sin embargo, Benavides ha refutado estas acusaciones, asegurando tener pruebas que las desmienten. Según ella, el proceso de contratación al que se hace referencia se llevó a cabo de manera transparente a través de una plataforma establecida, donde la selección del proveedor ganador es automática y no sujeta a manipulaciones.
En cuanto a los supuestos 30 mil soles destinados para la operación de su hijo, Benavides sostiene que estos fondos nunca fueron recibidos, ya que el tratamiento médico estuvo cubierto por su Entidad Prestadora de Salud al cien por ciento.
Además, Benavides denuncia un presunto complot político en su contra, manifestando que todas las acciones legales interpuestas por su defensa han sido ignoradas o dilatadas injustificadamente, lo que interpreta como una estrategia para evitar su regreso al Ministerio Público como Fiscal de la Nación.
A pesar de su suspensión como Fiscal Suprema y Fiscal de la Nación, Benavides espera retomar sus funciones a partir del 6 de junio, fecha en que finaliza su periodo de suspensión, y continuar su labor hasta el año 2025.