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Economía plateada: “En el país no estamos mirando cómo planificar nuestro envejecimiento”.

Marité Duarte, consultora y coach especialista en la Nueva Longevidad y en liderazgo organizacional, conversó con Altavoz y considera necesario trabajar de manera interdisciplinaria, intergeneracional y multisectorial para apuntar a solucionar los retos y desafíos que trae una sociedad envejecida. Estamos frente a un crecimiento de la población de peruanos mayores de 50 que tienen mayor esperanza de vida. Todos envejecemos, necesitamos una mirada más amplia y empática desde un nuevo paradigma más innovador para comprender y desafiar las creencias alrededor del envejecimiento y el edadismo. “La nueva longevidad se refiere a un envejecimiento activo, autónomo y saludable”, señala.

—¿Qué es y cómo se debe entender la economía de la longevidad o Economia plateada?

—La descubro hace un par de años a raíz de un informe que hace el BID, el Banco Interamericano de Desarrollo, denominado La Economia Plateada en America Latina y el Caribe. Nos alerta que ALC es la región que más rápidamente está envejeciendo respecto a la velocidad que se observó en las regiones de Europa, Asia y Norteamérica.

—¿Significa que la Economía plateada busca ocuparse de todo lo que ocurre con el envejecimiento de la población?

—Exactamente, nos muestra el envejecimiento como una oportunidad para la innovación, el emprendimiento, la inclusión; y, por otro lado, los desafíos que trae el envejecimiento.

—¿Por qué Economía plateada?

—El BID le denomina “La Economía plateada” y se refiere a las necesidades y demandas alrededor de los mayores de 50 años. Es aquella parte de la economía global vinculada al cambio demográfico producido por el envejecimiento de la población y la mayor expectativa de vida. Prefiero llamarle Economía de la longevidad, estamos en un contexto diferente y no solo se trata de las necesidades y demandas, también se trata de percepciones, narrativas, hábitos de vida. Estamos en la era de la nueva longevidad, donde la persona de 50 años tiene una vida más activa, saludable, tiene ganas de ejecutar nuevos proyectos, continuar trabajando y ser autónomo más tiempo. Los mayores de 50 traen habilidades, experiencia, conocimientos, una mejor gestión de las emociones, flexibilidad etc., es una etapa en la que tienen el poder para elegir y construir el futuro que quieren para la segunda mitad de su vida. El mundo cambió y parece que nos hemos quedado con percepciones, políticas y prácticas del siglo pasado. Hoy, los mayores de 50 años tenemos una percepción del envejecimiento diferente a la de nuestros padres y abuelos.

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—En un contexto donde esta generación tiene menos acceso al empleo y se enfrenta a una realidad complicada, con inadecuados servicios de salud, educación, etc. ¿Es así?

—Así es, ¿Qué estamos haciendo? Necesitamos ser conscientes que estamos en otro contexto, si hoy la expectativa de vida es mayor, esto quiere decir que nuestra vida laboral también necesita extenderse, es por ello que necesitamos mirar las políticas públicas y privadas para hacer los cambios necesarios que estén alineados con la expectativa de vida actual. Como consultora, uno de mis propósitos es ser una voz y despertar conciencias sobre los desafíos y oportunidades que trae la nueva longevidad; tanto el informe del BID como otras investigaciones y aprender de especialistas en el tema cambiaron mi percepción del envejecimiento.

¿Qué decía ese informe?

—El informe del BID-Lab Habla del envejecimiento. La longevidad es una realidad, hoy vemos en nuestro entorno a muchas personas que pasan los 80 años, incluso los 90. La longevidad se explica gracias a los adelantos en la medicina y la tecnología, que nos regala 10, 15, 20 años o más. Otros se refieren a las caracterirticas de los mayores de 50 años, sus habilidades, capacidad, sus necesidades y no sentirse representados por las marcas. Otros se refieren a los principales pilares para un envejecimiento saludable. El tema es muy grande, estamos hablando de todas las dimensiones alrededor de la vida de un ser humano.

—Esto lo cambia todo, es una nueva realidad…

—Eso quiere decir que nuestra etapa laboral se tiene que extender. Jubilarnos a los 60, a los 65 ya no tiene mucho sentido porque la pensión no nos va a alcanzar. Necesitamos una mirada más amplia. El Perú, Latinoamérica, no es Europa, no es Norteamérica, tenemos otras condiciones sociales y económicas. Entonces necesitamos mirar desde todos los frentes cómo es el envejecimiento en cada sector, y cómo desde nuevas políticas podemos apoyar a las personas con menores recursos.  Y por el lado de las organizaciones, se necesitan políticas con respecto a la gestión de la edad, nuevas prácticas para la contratación de los mayores de 50. Aún existen barreras invisibles, filtros que excluyen al talento senior de los procesos de selección o retención sin considerar el valor de la experiencia y los conocimientos que aportan a las empresas. Por otro lado, políticas que promuevan la intergeneracionalidad, (que las generaciones presentes y futuras puedan participar, vivir y convivir en los mismos entornos). Progamas de acompañamiento para las transiciones laborales como son los retiros, movimientos dentro de la empresa o jubilación. Se están perdiendo la rica experiencia de las personas.

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—¿Cuáles son las cifras que te impactaron, que hicieron crecer tu interés en la Economía plateada?

—Voy a mencionarte un número que me impresiona. En América Latina, una de cada ocho personas es mayor de 50 años y en el 2050, una de cada cuatro será mayor de 50.  El segmento de los mayores de 50 es el mercado de mayor y más rápido crecimiento en el mundo, mueven alrededor de 1,7 mil millones de dólares, ya no es un segmento es un mercado.  Para imaginarnos la dimensión, si la economía alrededor de la longevidad fuera un país, sería la tercera economía más grande después de Estados Unidos y China. Para el 2090 el porcentaje de personas mayores de 60 años va ser el más alto del mundo. Y según Worldometers, durante el 2015 la población mayor a 50 años era el 28% de la población mundial y se proyecta que para el 2030 pase a ser 32%, y hacia el 2050 el 39% de la población tendrá más de 50 años. Es decir, vamos a tener una población más envejecida. Por otro lado, súmale que hoy tenemos una disminución de la tasa de fecundidad, los jóvenes no están teniendo hijos. Entonces, existe una reducción de la tasa global de fecundidad y también es un factor importante a considerar. Se observa una tendencia decreciente en el numero de hijos que en promedio tendrían las mujeres en su vida. Al 2030 la región estará por debajo del nivel de reemplazo (2,1 hijos por mujer) (fuente IPSOS).

—¿Y cuáles son las cifras para el Perú?

—De los 33,4 millones actuales, el 80% está en el Perú urbano y 6,5 millones son mayores de 50 años y representa el 19% de la poblacon total y esto seguirá creciendo. Si solo consideramos el rango de edad de 50 a 70 años en Perú urbano tenemos una población de 4,9 millones y representan el 76% de Perú urbano. Para el 2030 nuestro país tendrá 36,6 millones de habitantes. En el tema de la tasa de fecundidad el Perú está en 2,2 hijos por mujer, estamos aún por encima del nivel de reemplazo (2,1)

—¿Y qué datos socioeconómicos refleja esta realidad?

—Fíjate que 50% de los hogares del Perú urbano tiene algún miembro entre los 50 y 70 años. (fuente IPSOS). El 54% de los hogares del Perú son liderados por un jefe de hogar que está entre los 50 años a más. Pero también, 6 de cada 10 peruanos mayores de 60 años son cabeza de hogar, según el estudio Tsunami Latam-INEI. Y si hablamos de emprendedores, 800 mil están entre las edades de 50 y 70 años. Además, tenemos más de 1,7 millones de personas de este mismo rango de edad que quieren iniciar un emprendimiento. En el rango de 50 a 70 años, más de la mitad trabaja (52%) y lo que se destaca en este número es que la mayoría son emprendedores (fuente IPSOS). ¿y esto por qué? Hablando de lo laboral, porque no encuentran trabajo y necesitan reorientarse a esa edad. Muchos de ellos son cabeza de hogar, no les alcanza la pensión, los gastos por salud a esa edad son más altos y necesitan seguir generando ingresos.

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—Buscar el sustento, hacer algo por la vida.

—Y esto es debido a que la pensión no va a alcanzar; por lo tanto, si nuestra vida se extiende, nuestra vida laboral tiene que extenderse también.

—Y se le va a cargar a la familia, a los hijos, si es que no hay un buen sustento de educación para ellos…

—Por eso, si nos toca tener una vida larga que sea saludable el mayor tiempo posible. La autonomía fianciera es importante porque no queremos ser una carga para nuestros hijos, en el caso de que los tengamos.

—¿Cuáles son las proyecciones en el mundo?

—En el año 2018, la población mayor de 60 años alcanzó los 3.470.580 millones de personas, el 10,7% del total en el mundo. Para el 2050, se proyecta que esta cifra se eleve a 9.509.613 millones, según el Global Agewatch Index.

—¿Qué cifras tienes respecto a la generación de personas consideradas Baby boomers y la generacion X?

—En un estudio que hizo Ipsos, en el 2022 las generaciones en las que se encuentran los mayores de 50 son 3. La Gen silenciosa, nacidos antes de 1946, son 1 millón de personas y representan el 3%. La generación de los Baby boomers, que nacieron del 46 al 64, en el país tenemos a 4,1 millones de personas y son el 19% y en el Perú urbano es 3,4 millones. La generación X, donde están los nacidos entre 1965 y 1980, son 6,2 millones pero acá habría que considerar los nacidos hasta 1974.

—Y es una población que está activa.

—Totalmente activa. La percepcion del envejecimiento es diferente. Por ejemplo, tenemos datos de distribución de hogares con miembros Baby boomers, y allí tienes 34% de hogares con personas de esa generación que están conviviendo con otras generaciones. Los mayores de 50 de las generaciones Baby Boomers y Gn, X han transitado por muchos cambios a lo largo de su vida y lo siguen haciendo, es una generación resiliente que se adapta al cambio

—Una situación interesante, el de la intergeneracionalidad…

—En el mundo estamos conviviendo seis generaciones a la misma vez. Es un fenómeno para la humanidad. Cada generación trae sus propias características y necesitamos mirar como queremos convivir todos. Antes escuchábamos de personas longevas como algo lejano, pero hoy es normal escuchar de personas que llegan a 90 años, 100 años. Esto es parte del fenómeno poblacional del que nos tenemos que hacer cargo.

Por ejemplo hoy nos toca vivir varios roles, muchos somos hijos, padres, abuelos, trabajamos y en el rol de hijos si nuestros padres son longevos nos toca hacernos cargo de sus cuidados. Sea económico, vivir con ellos, contratar servicios de cuidado y esto requiere una planificación, de lo contrario tiene un impacto en todo sentido en la vida de las familias.

—¿El problema es mayor porque falta mucha atención a las personas más longevas?

—A las personas les gusta envejecer en sus hogares. Además, acá no tenemos buenos servicios sociales y de salud para atender el cuidado de nuestros mayores. Por ejemplo, otros países de la región ofrecen servicios de cuidadores, esta iniciativa alivia a los familiares que no pueden dejar solos a sus padres ni dejar de trabajar para cuidar de sus padres porque son los que generan los ingresos de la familia. El cuidador es el que acompaña a los adultos que no necesariamente son dependientes, los llevan a hacer sus compras, a sus consultas médicas, son compañía, etc.

—Lo que implica una gran oportunidad para el crecimiento de un sector interesante.

—Tenemos oportunidades, riesgos y desafíos.

—¿Qué implica?

—Si ya hemos visto el impacto del envejecimiento en regiones como Asia, Europa, Norteamérica Implica que tenemos que ponernos en acción. Revisar, analizar y mejorar nuestras políticas públicas y privadas en temas sociales, de salud, laborales, económicas, de vivienda etc. Contamos con ejemplos, estudios, estadísticas; lo que falta es cambiar los paradigmas alrededor de la edad y la narrativa que tenemos sobre el envejecimiento. Necesitamos nuevos lentes. No necesitamos inventar la rueda, miremos países que ya pasaron por esta experiencia y adaptar las iniciativas a nuestra cultura. Hay expertos y consultores en el tema.

—¿Crees que el gobierno se dio cuenta de esto, en todo caso está trabajando algunos programas para atender este segmento importante de la población?

—Existen los programas del gobierno para atender a los adultos mayores. Está el Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65 que protege, desde el 2011, a los adultos mayores de 65 años a más que se encuentran en condición de pobreza extrema, brindándoles una subvención de 250 soles cada dos meses. Con esto, se ayuda a que sus necesidades básicas sean atendidas, sean revalorados por su familia y comunidad, y se contribuye a dinamizar pequeños mercados y ferias locales. Además, el Seguro Social, que por ejemplo tiene una universidad del adulto mayor, una iniciativa que nació en la pandemia, son diversos programas de educación que se dan en modo virtual a nivel nacional. Desde la Asociación Peruana de Economía Plateada venimos apoyando con el dictado de algunos cursos y las personas entran con muchas ganas de aprender. Está también el trabajo en las municipalidades, pero siento que hay una brecha y podrían hacer más actividades para la comunidad mayor de 50, una comunidad muy diversa en todo aspecto.

—Esa imagen que tenemos, de la persona de 50 a más, como al abuelito al que hay que cuidar, ¿cómo debe ser vista?

—Allí hay algo pendiente que hacer, de cambiar esa narrativa, esa mirada que tenemos sobre el envejecimiento. Es un trabajo conjunto y responsabilidad de todos cambiar la narrativa. Hemos crecido en una cultura que discrimina a la persona mayor de manera silenciosa, se llama el edadismo. Según un documento de las Naciones Unidas, existen tres dolores humanos por discriminación: Género, raza y edad.

—¿Esto último es el edaismo?

—Así es, es el silencioso, no se habla de esto. Se debe tener en consideración que el envejecimiento es transversal a todos los seres humanos. Se debe tener en cuenta que todos envejecemos, y la aceptación y la empatía son importantes para combatir el edadismo. Esto nos toca a todos, hoy o mañana, porque todos envejecemos desde que nacemos. Ni uno queda atrás, y los que están en la carrera del antienvejecimiento aún no son conscientes que es una carrera que nunca ganarán; es más saludable aceptar el envejecimiento como una etapa natural del ciclo de la vida y elegir como queremos vivirla. Necesitamos aprender a planificar nuestro envejecimiento.

—¿Y qué oportunidades brinda el mercado peruano para la generación considerada de Economía plateada?

—El BID promovió en América Latina y el Caribe un concurso de proyectos para convertir el envejecimiento en motor de inclusión y de desarrollo económico en la región. Los proyectos podían ser sobre temas de salud, finanzas, emprendimientos, educación y tecnología. En el Perú ganaron dos entidades: La Fundación Romero con la plataforma de educación Campus50+, donde ofrecen educación continua a través de una variedad de cursos para que se actualicen o aprendan nuevas habilidades que les permita ser una mejor oferta laboral. Este programa es exclusivo para mayores de 50 años.

—Y con ello reinsertarse en la economía.

—Exactamente. Que puedan ver las posibilidades que existen para poner en valor su experiencia

—Pero esto es insuficiente, porque no llega a todos.

—No, no llega. Y eso están tratando de hacer. Por ejemplo, con la Fundacion Romero participé en un lanzamiento de 100.000 becas, una iniciativa que promovieron junto al Ministerio de Trabajo y a Bid Lab. Me pareció una excelente idea, porque tienen acceso a la malla de cursos para continuar aprendiendo, hay mucho por hacer.

—¿Y el otro ganador quién fue?

La Universidad del Pacifico a través de Emprende UP con el proyecto Emprende 50+, donde ofrecen el programa para ser emprendedor con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los adultos de más de 50 años, a través del desarrollo de emprendimientos y soluciones innovadoras de y para dicho grupo etario. Los mayores de 50 aprenden a ser emprendedores. En mi curiosidad por investigar y aprender entré a ambos programas. El de Emprende UP, me parece muy interesante porque para alguien que viene del mundo empresarial, corporativo, hay mucho por aprender para hacer un emprendimiento y para el que tiene una idea y no sabe como aterrizarla te acompanan en todo el proceso.  Cada vez escucho de más personas que quieren emprender y tienen ideas que quieren ponerlas en ejecución.

—¿Qué se tiene que hacer en las empresas, en las organizaciones, para promover el trabajo en personas mayores de 50?

—Cambiar el chip y mirar al mayor de 50 años como una oferta de valor. Que se valore la experiencia, el talento, el aporte para la empresa lejos de la edad. La edad no nos define. Las personas con más de 50 años son activas, resilientes, preparadas, que pueden aportar mucho y generar valor a las organizaciones.

Y además, se debe promover las relaciones intergeneracionales…

—Así es, intergenracionalidad en ambos sentidos porque los mayores también tenemos que aprender de los jóvenes. Cuando se habla de políticas de diversidad, de inclusión, ¿de qué estás hablando? Se habla de género y nada más. Pero, ¿qué pasa con los mayores? ¿Quieres un equipo diverso? Se pueden implementar prácticas intergeneracionales. Hoy se le llama mentoring y el reverse mentoring, donde el menor aprende de la experiencia del mayor y el mayor de lo que trae el menor también. He conversado con algunas empresas y estamos haciendo consultorias sobre la gestion de la edad en las organizaciones y este es uno de los temas que vemos. 

—Hay algo importante. La persona de esta categoría necesita tener autonomía.

—Exactamente. Autonomía en todo sentido. Libertad para elegir cómo y dónde quiere envejecer sin depender de los demás.

—¿Cómo propiciar esa autonomía?

—Es un tema de conciencia, de que empecemos a darnos cuenta de que esto nos toca a todos y que todos somos responsables porque se trata de un ciclo de vida y quizás el más largo. La planificación, el autoconocimiento y los hábitos de vida son fundamentales. Lo principal es la salud. Si no la tengo no puedo ser autónomo el día de mañana.  Debo ser consciente de tener buenos hábitos de vida para tener una vida larga y lo más saludable posible. Ser realista que el cuerpo envejece y necesita cuidados, alimentación, descanso, movimiento, ejercicios cognitivos  y mantener vínculos relacionales.

—Y también salud en la parte financiera

—Totalmente. Cómo planifico mis finanzas si me toca vivir 10, 15, o 20 años más. Y la autonomía desde lo laboral. ¿Qué elijo? ¿Dónde quiero seguir trabajando? ¿Qué posibilidades tengo de seguir desarrollándome profesionalmente, poniendo al servicio mi experiencia, mis conocimientos? Y lo otro es el tema de ¿cómo planifico mi vida? ¿Cómo quiero vivir el día de mañana? ¿Dónde quiero vivir? ¿Qué voy a necesitar? ¿Qué tipo de vivienda necesito? ¿Qué tipo de ciudad necesito y que sea amigable para poderme movilizar? Son aspectos relacionados a la salud, al ámbito financiero y de vivienda y de nuestros derechos. ¿Cuáles son nuestros derechos, a que tenemos acceso y a qué no después de haber trabajado toda una vida? Nos contaron esta historia sobre los ciclos de nuestra vida: Nacemos, se tiene que ir al colegio, a la universidad, ser profesional, si es posible una maestría, conseguir un buen trabajo. Luego del ciclo laboral a los 60, 65 años te jubilas. Para mí ahí se acababa la historia de la vida, una locura porque el ciclo de vida continua.

—Y pasabas a estar en casa, atendiendo a los nietos o qué sé yo. Hacer el papel de abuelito.

—Eso era antes de que la gente dejaba de vivir a los 60, 70 años. Entonces ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo diseñamos nuestro futuro después de los 50 años? ¿Qué queremos hacer? Es un tema de conciencia, a los 60 o 70 hoy en día son muy pocos los que que quieren llevar una vida de jubilado viendo televisión, etc. ¿Cuáles son las posibilidades? ¿Qué futuro queremos construiir para esta etapa de nuestra vida?, ese es el tema.

—¿Cuánto sería el aporte al PBI el grupo de personas que forman parte de esta Economía plateada?

—Hay un impacto importante. Para que las personas prosperen en sus vidas más largas, es esencial un enfoque intencional en la resiliencia financiera. Según una encuesta de S&P realizada en 2023 en 81 países, si las políticas fiscales relacionadas con el envejecimiento no cambian, el gobierno típico tendría un déficit del 9,1% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2060, en comparación con el 2,4 % en 2025. Se prevé que las personas de todo el mundo podrían correr el riesgo de sobrevivir a sus ahorros para la jubilación entre ocho y hasta veinte años con la mayor carga para las mujeres.

—¿Crees que el Congreso está dando pasos adecuados para poder atender esta situación en Economía plateada?

—Yo creo que tienen muchos desafíos y oportunidades por atender.

—¿Cuál es el estamento en el gobierno que debería impulsar todo lo relacionado a la Economía de la longevidad?

—Es un trabajo en equipo intergeneracional, multisectorial, multidisciplinario. Acá no funciona que solo un sector lo empuje porque estamos hablando de un ser humano y de las dimensiones en cada ciclo de vida, esto implica impulsar iniciativas de valor a nivel multisectorial  

—¿Debería haber una comisión multisectorial del sector público que aborde el tema?

—Yo creo que sí. Y que se comprometa con acciones, con nuevos modelos de políticas públicas en temas de pensiones, salud, protección social, economía, trabajo, educación, vivienda, beneficios en servicios básicos. Un equipo intergeneraiconal para que puedan entender las necesidades de los mayores de 50 años

—¿Con participación de la sociedad civil?

—De todas maneras, necesitamos profesionales con experiencia comprometidos, equipo intergeneraiconal con una visión estratégica para innovar, desarrollar nuevas políticas y prácticas que promuevan la autonomía y el bienestar integral de las personas mayores, como el acceso equitativo a servicios de salud y seguridad social; oportunidades educativas, laborales dignas y respecto a sus derechos sociales.

—¿Sabes qué están haciendo las empresas respecto a esta población y si es que los están contratando?

He conversado con algunso líderes de Recursos Humanos y CEO’s de empresas y ante preguntas sobre ¿Cuántos colaboradores mayores tienes en tu empresa? ¿qué politicas o prácticas de gestion de la edad hacen en la empresa?, me encuentro con que aún son muy pocos los que tienen políticas establecidas.

—Y hay una gran diferencia respecto a lo que ocurre en países europeos, en Estados Unidos, donde se puede apreciar trabajando a gente muy mayor en los parques recreacionales, en las cadenas de comida rápida, por ejemplo, y en industrias, pero aquí ocurre al revés.

—Aquí aún es muy poco, necesitamos romper los prejuicios alrededor de la edad. Destaco por ejemlo a Sodimac, Starbucks que tienen personal mayor de 50, y la calidad del servicio se distingue.

—¿Qué es lo que se dice de la persona mayor?

—Que es lento, que ya no puede aprender, se enferma mucho. Pero claro que sí aprende. Puedes ver la cantidad de gente que se inscribe en la plataforma de la Fundación Romero y en los programas de emprendimiento. Haber estado en una clase, seis meses, con personas mayores de 50 ha sido un placer, escuchar tantas buenas ideas y con las ganas de ponerlas en acción. Hoy en las redes se ve mucho a personas que sacan sus titulos de la primera o segunda profesion. En temas de deporte los que nadan, hacen maratones, bicicleta, etc…

—Si tuvieras que decirle algo a las autoridades del gobierno, ¿qué le dirías?

—Que sean coherentes, ellos también llegarán a los 50 y más. ¿Qué calidad de vida y oportunidades quieren cuando llegue a esa edad?, invitarlos a ser conscientes que el mundo cambió, hoy la humanidad vive un fenómeno y se llama longevidad, necesitamos mirarla muy de cerca y hacer los cambios de políticas necesarios con una visión de futuro antes que la ola llegue como un Tsunami.  Las que tenemos hoy son políticas del siglo pasado, están obsoletas porque tendremos una comunidad envejecida, una nueva experiecia para todos y necesitamos estar preparados en todo aspecto.  El cambio depende de ellos.

—¿Y qué le dirías al sector privado? ¿Cómo deberían apuntar, apoyar este cambio de mentalidad, de paradigma?

—Que seamos más voces comprometidas con acciones realistas, con un trabajo organizado, coordinado, con equipos intergeneracionales, con los espacios para las conversaciones. Será clave la participación privada en inclusión financiera, en salud y cuidados accesibles, en capacitación laboral, en productos y servicios para este segmento poblacional y promover nuevos emprendimientos. Ojo: es un segmento que no se siente atendido por las marcas, tremenda oportunidad de un mercado que se siente desatendido

—¿Crees que desde el sector privado deberían repensar en el cambio generacional en sus sistemas de trabajo?

—Sí, en el sector privado, en el gobierno y en todas las instituciones, pensar en el beneficio de tener equipos intergeneracionales que aportan, con experiencia y los jóvenes también. Hagamos el espacio también para los mayores, necesitamos salir de estas creencias como: cumplió 50 hay que ir viendo la transición del retiro. Necesitamos cambiar nuestra mirada respecto a la persona mayor de 50 años, reconocer el valor que aporta, complementar o mejorar algunas de sus habilidades, transferencia de conocimientos y más.

—¿Y qué le dirías a las personas que tienen 50 años a más? ¿Qué tienen que hacer? ¿Cómo deben afrontar esta nueva situación?

—¡Con positivismo! No se trata de reinventarnos, se trata de reorientarnos y no dejar de explorar posibilidades. Si se cierran en la creencia que se terminó su vida laboral, ya sea por un retiro voluntario, involuntario, o porque se jubiló y se queda en casa; es probable que se deprima porque pierde la dinámica a la que estuvo acostumbrado como es la de relacionarse con otros, estar activo y productivo. Llevar una vida sedentaria no ayuda y las posibilidades de deprimirse, enfermarse son altas. Es importante considerar qué es lo importante cuidar en esta etapa de la vida. Si quiero seguir activo ¿qué hacer con esta mochila de valor llena de experiencia y conocimientos para ponerla al servicio?

—Eso es importantísimo.

—Sí. Hay que ser conscientes que nos hacemos mayores y gastamos más en salud, es necesario actualizarse y estar en la práctica del aprendizaje continuo. Es importante revisar el tema de la oferta de los programas de salud con las compañías de seguro, la reforma de pensiones. Esto implica todo. Es incoherente, envejecemos, dejamos de generar los ingresos que generabamos siendo más jóvenes y los seguros se hacen mas caros.

—Cuéntanos de la asociación que formaron 

—La Asociación Peruana de Economía Plateada se formó on 6 directores. El proposito es promover el ecosisitema de la Economía plateada y la nueva longevidad para los mayores de 50 años. Para brindarles un mejor entorno de vida, oportunidades, autonomía, bienestar y reconocimiento. El jueves 25 de abril hubo una mesa de trabajo en el Congreso en la que estuvo Javier Salinas, director fundador de la Asociación, en la que se abordó la “Problemática y desafíos de la comunidad adulto mayor: derechos pendientes de protección”. Esto fue a través de la Comisión de la Mujer y Familia, presidida por la congresista Milagros Jauregui. Hubo participación de la sociedad civil, las municipalidades y los organismos del Estado. Esperemos que esta inicitativa sea el inicio de un camino largo por recorrer.

—¿Cuándo fue creada la Asociación Peruana de Economía Plateada?

En el 2022, es relativamente nueva y con muchas ganas de aportar.

—¿Qué podemos mirar de los mayores de 50?

—La diversidad que existe en este segmento. Reconocer el valor de la experiencia, los conocimientos, la resiliencia como uno de los valores, hemos superado muchas crisis y hemos sabido afrontarlas.  La flexibilidad en todo sentido. En muchos casos ya no necesitamos trabajar 8 horas, podemos trabajar en tiempos parciales, el dinero quizás en otros casos ya no es tan determinante para padres de familia porque ya terminaron de educar, la red de contactos que construyeron durtante 30 años o más, la pausa para evaluar y resolver, el servicio porque saben lo que quieren, la creatividad, la resolucion de conflictos.

—¿Algo que desees agregar?

—Invitarlos a ser conscientes de que la longevidad es una realidad que no va a cambiar, nos toca tener una mirada más amplia al respecto y a las posibilidades después de los 50 años, porque estamos en la mitad de nuestra vida. Necesitamos cambiar la narrativa respecto a la edad y el envejecimiento. Todos somos responsables de la construcción de esta sociedad de manera consciente o inconsciente desde lo que hacemos o no hacemos, venimos hace mucho tiempo con conductas que discriminan la edad, es una discriminación silenciosa. Nos toca planificar la segunda mitad de nuestra vida, ¿cómo queremos vivir? Como cuidamos nuestra autonomía en todo sentido; la salud, nuestros derechos, nuestras finanzas, el acceso al aprendizaje continuo, mantener los vínculos. Nos toca a todos, a los organismos, estados y sociedad, hacer un cambio en nuestra forma de pensar y ser más empáticos con los mayores de 50 años, porque en el futuro nosotros también lo seremos y la edad no nos define.