Según la ciencia médica, la mayor causa de discapacidad o muerte de los recién nacidos es el nacimiento prematuro. Son quienes tienen mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte infantil súbita, desregulación de los niveles de glucosa en la sangre, anemia, infecciones, insuficiencias respiratorias, entre otros males, es decir, no están preparados para enfrentar e interactuar con el nuevo mundo que los recibe.
Quizá el ejemplo que pongo resulta perverso para referirme a la decisión del gobierno de sacar a la calle a cadetes y alumnos de manera prematura, a luchar contra la delincuencia común y el crimen organizado, aduciendo interés nacional. Estos nuevos policías, que no han terminado de formarse, los colocarán en la calle para contrarrestar la inseguridad ciudadana y enfrentar, en contraparte, a personas delincuentes, quienes con sus actos demuestran ser avezados y experimentados en la gestión del delito.
Ver decisiones llenas de simplismo y facilismo en los gestores públicos es, de verdad, lamentable. ¿Qué dirían Napoleón o Carl Von Clausewitz si les entregaran soldados prematuros para sus campañas de expansión geográfica? Sin duda, se volverían a morir. Es más grave aún cuando se alinean en un concierto de voluntades para materializar estos simplismos.
El Decreto Supremo N° 002-2024-IN, publicado en el diario El Peruano bajo el título «Decreto Supremo que autoriza el egreso y graduación de manera excepcional por motivos de interés nacional, de cuatrocientos sesenta y tres (463) cadetes de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú, de la Promoción ‘PERSEVERANCIA’, así como de cinco mil doscientos setenta y ocho (5,278) alumnos de las Escuelas de Educación Superior Técnico Profesional de la Policía Nacional del Perú, a nivel nacional, de la Promoción 2023-2025 ‘LÍDERES DE LA PAZ'», consigna en sus considerandos una serie de voluntades alineadas. Por ejemplo, aunque reconocen que para entregar despachos de Oficial o Suboficial de policía deben cumplir las disposiciones de los ciclos académicos que establece la ley universitaria, con una norma de menor jerarquía crean una salvedad para entregar despachos excepcionalmente sin haber obtenido los grados académicos, cuando existen causas de interés nacional. La División de Economía PNP, que no tiene presupuesto para abonar deudas pendientes, como el 2% a un sector de policías, indica contar con disponibilidad presupuestal para financiar este egreso anticipado y, como si fuera poco, se sustraen del Análisis de Calidad Regulatoria para evitar rechazos.
El periodista Gino Alva de El Comercio recientemente publicó que en los últimos 5 o 6 años cerca de 24 mil policías han sido dados de baja por infracciones muy graves, sancionadas por el Sistema Disciplinario Policial, y que de ellos el mayor porcentaje era de policías oficiales y subalternos de reciente egreso. En su análisis, establece como causas principales los deficientes procesos de selección y formación en las escuelas. ¿Habrán tomado en consideración los decisores de este decreto supremo esta causal que afecta la institucionalidad?
Los ciclos académicos en las escuelas de formación tienen una finalidad, y todos los cadetes y alumnos en su última etapa de formación pasan por un proceso de prácticas preprofesionales para ir adaptándose al nuevo mundo que los espera. De allí, cogerlos en masa y ponerlos en la calle, el riesgo es alto, hasta irresponsable.
Existen experiencias de estas malas decisiones; por ejemplo, el Estado Colombiano ha tenido que asumir responsabilidad por emplear soldados prematuros sin haber dado cumplimiento al plan de seguridad, instrucción y formación que la Constitución y las leyes obligan.
Recomiendo que los cadetes y alumnos vuelvan a sus escuelas y, en su reemplazo, se contrate al personal policial en situación de retiro, en edad laboral activa, para que cumpla las funciones administrativas y se saque a la calle al personal policial en actividad.
* General PNP (r)