El titular de Defensa argentino se reunió con Mircea Geoana, secretario general adjunto del organismo
Argentina ha solicitado su ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como «socio global», informó el ministro de Defensa del país suramericano, Luis Petri.
El funcionario se reunió este jueves en la sede de la OTAN en Bruselas, Bélgica, con el secretario general adjunto del organismo, Mircea Geoana, a quien le presentó la carta de intención que expresa la solicitud de Argentina.
«Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a nuestras fuerzas al estándar de la OTAN», escribió Petri en su cuenta en X.
La solicitud de incorporación a la OTAN se da después del paso del titular de Defensa argentino por Dinamarca, donde, en nombre del presidente Javier Milei, suscribió un contrato para la compra de 24 aviones de combate F-16 a ese país, con financiamiento de EE.UU.
¿Qué es un socio global?
La OTAN cuenta con 32 miembros de pleno derecho, pero tiene varios aliados calificados como socios globales, el mismo estatus por el que ahora opta Argentina, para dar el salto de su actual condición de aliado extra-OTAN, adquirido en 1998.
En América Latina, hasta ahora, Colombia es el único país que es socio global del organismo. En el resto del mundo, esa condición también la tienen Australia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán. La asociación con Afganistán está actualmente suspendida, tras decisiones del Consejo del Atlántico Norte relacionadas con el entorno de seguridad.
La OTAN explica en su página web que los «socios globales» son países «con los que la Alianza coopera de forma individual».
«Algunos socios participan en las operaciones militares de la OTAN, mientras que muchos también se han beneficiado de la experiencia de la Alianza en áreas como la creación de capacidades de defensa y la formación y adiestramiento en defensa», dice el organismo.
La organización también señala que su «cooperación práctica» con sus socios globales incluye desafíos «transversales» como «la ciberdefensa, la seguridad marítima, la ayuda humanitaria y el socorro en caso de catástrofes, la no proliferación, la ciencia y tecnología de la defensa, y las mujeres, la paz y la seguridad».
«Las consultas políticas y el intercambio de inteligencia resultan fundamentales para la forma en que la OTAN trabaja con sus socios globales, al igual que ocurre entre los 32 Aliados», agrega.
Para la OTAN, el surgimiento de «amenazas globales» requiere la cooperación de «una gama más amplia de países», para «abordar con éxito desafíos como el terrorismo, la proliferación, la piratería o los ataques cibernéticos».
Asimismo, menciona que «el diálogo con estos países también puede ayudar a la OTAN a evitar crisis y, cuando sea necesario, gestionar una operación en todas sus fases».