Una nueva aplicación móvil de taxis conducidos por miembros y exintegrantes de la Policía o de las Fuerzas Armadas comenzará operar el mes próximo en Perú, una iniciativa que nace a raíz del aumento de la inseguridad ciudadana, según explicaron este miércoles sus promotores.
«‘Army Driver’, el primer y único aplicativo de taxi seguro conducido por la Policía Nacional y Fuerzas Armadas», reza la descripción de la aplicación, que destaca que los vehículos cuentan con cámaras de seguridad internas y externas con el objetivo de reforzar la seguridad del pasajero.
Detalla que cuenta con un botón de pánico para que otros conductores acudan al recate y ofrece un servicio superior con cámaras instaladas que transmiten el viaje en tiempo real al móvil del pasajero.
Esa transmisión se puede compartir con las personas que el pasajero seleccione.
La aplicación, que comenzará sus operaciones en Perú en mayo, ya cuenta con 1.500 conductores oficiales y suboficiales de la policía y personal del Ejército, tanto en actividad como retirados.
Se oferta para los conductores como una forma «de ganar dinero extra con una aplicación segura y confiable».
Los conductores deben presentar, antes de ingresar a la plantilla, sus antecedentes policiales y judiciales, certificados y revisiones médicas, así como exámenes psicológicos.
Además, deben pasar una prueba de polígrafo para corroborar los datos de los mismos y, una vez seleccionados, reciben capacitación en artes marciales.
César Mariñas, gerente de sistemas de ‘Army Driver’, junto al director, José Ugarte, destacaron en Canal N que es importante contar con personal altamente entrenado y seleccionado y señalaron que aparte del transporte regular, ofrecen servicios adicionales como escoltas armados y motocicletas de seguridad para seguir a la unidad con objetos de valor.
Incluso, está la opción de que el usuario solicite viajes en yate, avioneta o vehículo en compañía de un guardaespaldas dentro del auto o con un agente motorizado siguiendo el vehículo de manera discreta.
También aclararon que los conductores no portan armas durante el servicio «debido a restricciones legales», pero que sobre todo buscan ofrecer «un servicio de seguridad y transporte seguro».
Apuntaron que esta aplicación tiene futuro y demanda en otros países de la región y aseguraron que van a expandirse a México y Brasil.