Por primera vez en la historia de EE.UU., un expresidente se enfrenta a un juicio penal. En el caso de Donald Trump, son cuatro. ¿Cómo afectarán los resultados a su candidatura presidencial? Esto es lo que hay que saber.
Donald Trump, el probable candidato republicano para las elecciones de noviembre de 2024, no es un desconocido en las cortes. En enero de 2024, un jurado de Nueva York dictaminó que tendría que pagar a la escritora E. Jean Carroll millones de dólares por concepto de daños y perjuicios por abusar sexualmente de ella y luego difamarla. Trump decidió apelar en este caso de justicia civil.
Pero ahora tendrá que enfrentar cargos ante la justicia penal. El caso que se juzgará en un tribunal de Nueva York a partir del 15 de abril, se centra en si pagó dinero por ocultar un encuentro sexual con una estrella porno para proteger su campaña electoral de 2016.
Este el primero de cuatro juicios penales -dos estatales y dos federales- que Trump tiene pendientes. Otro caso estatal se refiere a supuestos intentos de anular su derrota en Georgia en las elecciones presidenciales de 2020; a nivel federal, se le acusa de haber impulsado a sabiendas mentiras sobre fraude electoral en 2020 y de haber retenido ilegalmente documentos clasificados del Gobierno cuando dejó la Casa Blanca.
¿Qué pasaría si es condenado?
Cualquiera sea el desenlace de esos juicios, Trump podrá presentarse a las elecciones presidenciales. La Constitución de EE.UU. sólo establece tres requisitos para aspirar al cargo: ser ciudadano natural de Estados Unidos, tener al menos 35 años y haber residido en el país 14 años, como mínimo. En ninguna parte dice que un convicto no pueda ser candidato o presidente.
Sin embargo, la Sección 3 de la 14ª Enmienda a la Constitución de EE.UU. establece que las personas que «participen en insurrección o rebelión» después de prestar juramento a la Constitución quedan inhabilitadas para ocupar «cualquier cargo, civil o militar, en Estados Unidos». Quienes quieren que Trump sea descalificado por esta causal afirman que sus actos previos al ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio constituyen participación en una insurrección. Argumentan que sus mentiras sobre cómo los demócratas le robaron las elecciones alentaron a la turba derechista que irrumpió en el Capitolio ese día.
Ha habido intentos de aplicar esta enmienda a Trump, pero en marzo de 2024, el Tribunal Supremo echó por tierra uno de ellos en Colorado, afirmando que los estados no tienen autoridad para prohibir a las personas presentarse a cargos federales. La «responsabilidad de hacer cumplir la Sección en el caso de los titulares de cargos federales y candidatos a ellos, corresponde al Congreso», indicó el Tribunal Supremo, abortando así intentos similares en otros estados.
Dado que el Congreso está dividido, parece muy poco probable que Trump sea inhabilitado en virtud de la 14ª Enmienda.
¿Podría Trump votar si es condenado?
No obstante, es probable que Trump no pudiera votar en las elecciones, si es condenado, porque está registrado en Florida, estado que priva a los convictos del derecho a voto.
«La mayoría de los delincuentes de Florida recuperan su derecho al voto tras cumplir la totalidad de su condena (…) y pagar todas las multas y tasas», escribió la periodista política Maggie Astor en el New York Times. Algo improbable en el caso de Trump, por los plazos, de manera que, si es condenado, podría presentarse a las elecciones presidenciales, pero no votarse a sí mismo.
¿Y qué ocurriría si fuera encarcelado?
Desde el punto de vista legal, Trump seguiría siendo elegible, aunque se encontrara en la cárcel. Pero, por supuesto, un presidente elegido mientras está en prisión presentaría un desafío logístico.
La periodista Maggie Astor especuló que «Trump podría demandar ser liberado sobre la base de que su encarcelamiento le estaba impidiendo cumplir con sus obligaciones constitucionales como presidente.»
Pero solo son conjeturas. Como nunca ha ocurrido nada parecido en la historia de Estados Unidos, es imposible saber cómo se desarrollarían los acontecimientos. En teoría, Trump podría conmutar su pena de prisión y dejar su condena en vigor, o incluso intentar indultarse a sí mismo. Sería un uso extremo del poder presidencial, y probablemente su constitucionalidad tendría que ser examinada por Tribunal Supremo, donde los jueces conservadores tienen una mayoría de 6 a 3.
De todos modos, Trump solo podría recurrir a eso en los casos federales, y no en lo tocante al próximo juicio en el estado de Nueva York, ni al referido a la interferencia electoral en Georgia: los presidentes no tienen el poder de conceder indultos por condenas dictadas en los estados.