El presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE) estimó que la inversión privada crecerá modestamente, en menos de 5%, pero que se deben dar las condiciones adecuadas para apuntalarla. Sostiene que, aunque este sea un año no tan malo, habrá crecimiento y que el Perú avanzará 2,5%, con un sesgo al alza.
—El Citi Research estimó que el Perú crecerá 2,4% y que está lejos de su potencial (entre 3,5% y 4%), en tanto el Banco Mundial subió su estimado a 2,7%, desde un 2,5%. Esto está por debajo de los estimados de crecimiento del MEF y del BCR (3%) para el país este año. ¿Qué opinión tiene de ello?
—La mayor parte de los estimados de crecimiento son de más o menos un 2,5%; sin embargo, desde diciembre los estimados de crecimiento vienen aumentando (en el caso del Banco Mundial lo elevó a 2,7%). Por ejemplo, en diciembre pasado el crecimiento estimado para el año sería de 2%, ahora para abril estamos en 2,4% o 2,5%, entonces hay sesgo a que suba. Un pronóstico de crecimiento es un estimado y hoy es más probable tienda a subir que a bajar.
—En este caso, por ejemplo, el Citi había considerado en sus pronósticos ligeramente menor a las previsiones del Fondo Monetario.
—Es casi lo mismo, es 2,4% o 2,5%, es lo mismo.
—¿El crecimiento que usted estima de 2,5% para este año en qué está sustentado?
— En varias cosas, el año pasado tuvimos un primer trimestre muy malo. En abril del 2023 pensamos que se recuperaría la economía desde un crecimiento muy malo, y en abril del año pasado estábamos esperando un crecimiento para el año muy bajo, de 1%. Pero las cosas salieron bastante peor de lo que se esperaba. Lo que ocurrió fue que cuando salió Castillo, que fue un gran alivio, porque la verdad aparte de ladrón, incapaz y lo que todos conocemos, era un gobierno con muy malas políticas económicas, y con esa salida esperábamos, aunque sea, una moderada mejora de la economía; pero no, la economía cayó por las huelgas de principios de año, el ciclón Yaku, el fenómeno El Niño, y la desconfianza hizo caer el producto. Este año no hay Yaku y no hay el Niño y hasta ahora no hay las protestas. Esperábamos un Niño fuerte, pero eso se disipó, por eso todo el mundo estimaba un 2% a diciembre, pero han cambiado las cosas para bien, sin ser tampoco muy buenas.
—Usted señaló que el manejo económico de Pedro Castillo fue malo
—Muy malo, muy malo.
—Pero los resultados de la economía en el 2021, evidencia una recuperación importante luego de la pandemia (13,3%) y en el 2022 se registró un crecimiento de 2,7%, pero durante el gobierno de Dina Boluarte, el año pasado, la economía del país registra un descalabro (-0,6%), con varios trimestres en rojo, con recesión. ¿Qué comentario tiene sobre ello?
—Lo que se hace en economía tarda un tiempo en tener efectos. La economía tiene como una viada. Lo que hace el gobierno, muy mal, se siente a los 2 o 3 años. Lo que estamos pasando hoy día, en parte tiene que ver con lo hecho por el profesor Castillo. Además, como dije, hubo Yaku, hubo protestas que también fueron causadas por los partidarios del profesor Castillo. Este año, como no hay esas situaciones extraordinarias, hay recuperación. Y se ve claramente en los primeros tres meses del año, donde está creciendo el producto, no mucho, pero crece un poquito. 2% o 2,5% no es una buena tasa de crecimiento para el año, pero es mucho mejor que -0,6% (del 2023). El potencial de 3,5% y 4% es el PBI potencial que por lo menos debería tener el Perú sin crear desequilibrios. El país creció durante 10 años seguidos a como 5%. ¿Cuándo el Perú crecía 5% acaso había inflación fuera de control? No. Todo estaba tranquilo, porque había expectativas de crecimiento. Todo el mundo pensaba que era así y se prepararon para ello. Es muy distinto cuando sucede algo inesperado y aumenta la demanda. Eso causa presiones inflacionarias, como cuando no había suficientes ventiladores en el Perú y subió su precio, por ejemplo. Cuando vemos el potencial de crecimiento de un país decimos, ¿cuál es el potencial de crecimiento sin causar presiones inflacionarias de demanda? Entonces, podía ser hasta más que 3,5% o 4%, si la gente creyera de verdad que el crecimiento será de 5% en el mediano plazo, probablemente no habría presiones de demanda, y el Perú podría crecer. El crecimiento potencial de 3,5% y 4% probablemente podría ser mayor si realmente hubiera confianza que el Perú estuviera creciendo a su verdadera tasa potencial.
Ruido político e inversiones
—El ruido político en la región, siempre preocupa a los inversores y en el Perú hay buenos fundamentos macroeconómicos que nos mantienen con buena vista para los inversores. ¿Cree que a los agentes económicos no les preocupa el ruido político?
—Creo que el punto de vista del señor Revilla (Ernesto Revilla, economista jefe del Citi para América Latina) hay que aclararlo un poco. Entiendo que se refiere particularmente a una cosa. Es muy distinto la deuda peruana, y la inversión real en el Perú. Si invierto en deuda peruana yo quiero saber si el Perú como país va a poder pagar la deuda en los próximos 2 o 3 años ¿El Perú va a poder pagar la deuda? Sí, el Perú va a poder pagarla, y no es algo extraordinario o inesperado. El Perú debe poder pagar la deuda en los próximos 3 años porque tenemos, como dice, fundamentos macroeconómicos sólidos. Hay poca deuda en relación del PBI y el Perú puede pagarla. Pero, si nos ponemos a ver, por otro lado, una inversión real en el Perú, entonces, eso se afecta por otras razones, no sólo poque el Perú sea estable. El país puede ser estable y no crecer nada. Si no va a crecer el Perú ¿Cuánto invertiría usted? Si Perú no va a crecer no queda más que mantener la inversión de reposición, en verdad es inversión cero, lo que se gaste se repone, porque si el Perú no va crecer no va haber más demanda. Un país que no crece puede atender su deuda durante varios años, pero eso no quiere decir que al inversor no le importe que el país no crezca. En la deuda peruana no es que no se sienta, pero se siente poco, aumenta poquito con cualquier inestabilidad política. Pero la inversión real en el Perú, esa puede surgir o colapsar mucho más rápido como lo vimos el año pasado y entonces, sin inversión no hay empleo ni mejora la pobreza.
—Debido al ruido político, obviamente, la crisis social y política.
—Exacto. Sí. La gente dice, ¿va crecer el Perú el próximo año, y yo debo invertir en algo? Si cree que no va crecer o que va crecer muy poco, no invierte casi nada. Tiene que ver mucho con la confianza en el país. Otra cosa muy importante, la inversión no es solo de las grandes mineras y de los grandes proyectos, una parte muy importante es de la inversión residencial. Por ejemplo, aproximadamente un tercio de la inversión es residencial, y la mayor parte de eso es en autoconstrucción. Si la gente cree que le va a ir bien en el futuro, construye su casa. Sí no siente que le irá bien y tiene dudas, no construye. Mucha gente piensa que cuando uno habla de inversión eso lo hacen unos platudos con proyectos grandes, con minería, agro, algo así. No es así, la inversión la hace todo el mundo, todos los días, por ejemplo, en la inversión de la educación de tus hijos que es muy grande y generalmente no se considera inversión.
—¿Qué es lo que más preocupa a los inversionistas al momento de decidir colocar su dinero en diferentes proyectos?
—La preocupación de corto plazo y la de largo plazo no son exactamente lo mismo. En el corto plazo me preocupará que Dina Boluarte sea vacada y no se sepa quien la reemplace. No es que apoye a Dina Boluarte, sino que si pienso que más o menos va haber cierta estabilidad, entonces voy a invertir aunque sea un poquito para, por ejemplo, reponer las maquinarias que se desgastan. Esa es la decisión de corto plazo. Pero pensemos a dos o a tres años, en el futuro. ¿Usted sabe quién va a ser presidente el 2026?
—No.
—No hay idea de quién sería el próximo presidente. Cualquiera podría ser mandatario del Perú el 2026. Ante esa incertidumbre, quien va meter un montón de dinero. Uno puede mejorar la inversión de ahora, mejorando ciertas condiciones, mejorando la inversión de corto plazo, pero la inversión de largo plazo esa puede ser incierta.
—¿Y si sale Antauro?
—No creo que salga y si sale, Dios nos libre.
—Para las inversiones de corto plazo ¿Qué señales debería dar el Ejecutivo y el Congreso, para atenuar esta desconfianza y con eso dar sostenibilidad a las inversiones?
—Lo que esperamos los peruanos es que dejen de pelear. Yo sé que muchos han hecho cosas muy malas, y que hay buenos motivos para pelearse, pero las peleas no nos llevan a ningún lado y por el contrario generan más caos. Que se dediquen a hacer cosas por el país, y dejar de pelearse ayudaría muchísimo. Eso, independientemente si Dina se robó o le regalaron los Rolex, si esto es muy malo o no, o si el señor Alejandro Soto (presidente del Parlamento) hizo esto o no en el Congreso. Ellos están en el puesto que ocupan ahora, legalmente, y con eso tenemos que lidiar.
Lidiar con lo que se tiene
—¿Significa que tanto el Ejecutivo como los congresistas deben quedarse hasta el 2026, no debería haber cambio en ese sentido?
—Sería lo ideal, por supuesto. Pero si resulta que la presidenta es tan igual como el innombrable Pedro Castillo, la pueden sacar, por supuesto. Eso puede pasar, pero si sacan a Dina Boluarte, por más que estemos de acuerdo en sacarla, eso causa inestabilidad. Ahora, ¿quién va reemplazar a la señora Boluarte? El presidente del Congreso, Alejandro Soto. ¿Él va ser un buen presidente? Entonces, se tiene que lidiar con lo que se tiene a la mano, es muy mala mano, pero con esa mano se tiene que jugar.
—¿Significa que califica de muy mala la gestión del gobierno actual, con Dina Boluarte?
—Decir muy mala mano no quiere decir que juzgue al gobierno de muy malo. Si tienes muy mala mano te puede ir pésimo, y eso podría ser mejor de lo que normalmente nos hubiera ido. No digo que el gobierno sea muy malo, lo que tenemos es una muy mala mano en el gobierno, en el Congreso y en los aspectos institucionales, historia y todo lo demás. Tenemos que jugar la mano que nos ha tocado.
—¿Qué sectores deberían propiciar crecimiento y con ello generar empleo y aminorar la pobreza?
—Mucha gente estaba negando que en los últimos 15 años haya habido disminución de la pobreza, lo cual es ridículo porque la pobreza disminuyó como nunca en la historia. Y eso se llama el milagro peruano. Para volver a crecer, lamentablemente, como tenemos tanta incertidumbre, el gobierno no puede hacer casi nada para quitar esa incertidumbre al largo plazo.
—¿Explique por qué no?
—Supongamos que Dina Boluarte y el Congreso se iluminaran e hicieran todo lo correcto, y se pusieran de acuerdo para hacer mejor las cosas. Eso sería bueno para la economía, sin duda, pero ¿quién nos dice eso del 2026? No sabemos qué pasará. Ellos pueden mejorar en algo en varias cosas, pero es limitado mientras el Perú no sepa para dónde va. Lo que va a determinar el crecimiento del Perú en el largo plazo es lo que los peruanos elijamos. El crecimiento en el largo plazo, dependerá de los peruanos. Si volvemos a elegir a un Pedro Castillo nos va a ir muy mal. Ellos pueden hacer unas cuantas cosas para mejorar el crecimiento, pero mientras los peruanos no definamos hacia qué dirección queremos ir no va a estar dicho todo.
—Nos falta un plan nacional de desarrollo…
—Bastaría con que más o menos nos pongamos de acuerdo en qué cosa no hacer.
—¿Qué deberíamos no hacer?
—Deberíamos no hacer cualquier cosa que implique menor inversión. Como dijiste, con mucha razón, la inversión genera empleo. Si no hay inversión no hay empleo nuevo, no hay crecimiento, no hay mejora de la situación, no se resuelve la pobreza.
—¿Qué sí tenemos que hacer?
—Tenemos que incrementar la inversión y esto no significa dar ventajas tributarias, que, además, esas ventajas tributarias siempre son por las puras. Tienes que poner reglas ordenadas, sensatas, estables para adelante.
—Y que esas reglas del juego se cumplan, no se cambien.
—Eso quería decir, para adelante. Las reglas de juego tienen que ser estables porque si no, no serían reglas de juego. Si juegas un partido de fútbol y a la mitad del juego dices que el arquero ya no puede atajar la pelota con la mano, eso no está bien.
—Como el caso del puerto de Chancay que le cambiaron las reglas del juego al inversionista y no puede ingresar con exclusividad a los servicios esenciales.
—La verdad, no conozco lo suficiente lo del puerto, pero entiendo que lo use como un ejemplo.
—¿Cree que retornar a la Bicameralidad y la reelección de parlamentarios puede generar mayor estabilidad política, de tal manera también que el presidente no podría disolver el Congreso?
—Me da la impresión de que mal que bien, con dos cámaras probablemente se mejore la estabilidad. Pero depende de muchas cosas; por ejemplo, si las dos cámaras son elegidas a la misma vez, probablemente el resultado podría ser más inestable que si las dos cámaras son elegidas en dos diferentes periodos escalonados. Si la cámara de diputados es elegida a la misma vez que el presidente y la de senadores se elige dos años después. Como sabes, el humor de la ciudadanía en un momento dado se denota en la elección. Tiende a ganar aquella persona que haya caído bien, que haya encandilado a la gente en un momento dado, o por lo menos no haya desencandilado más a la gente, como Keiko. Elegir a un Congreso donde el partido de gobierno tenga mayoría no ocurrió en los últimos gobiernos, comenzando con Pedro Pablo Kuczynski. Eligieron a PPK, pero le dieron mayoría a Fuerza Popular, después eligieron a Castillo y no tenía mayoría. Entonces el presidente no tiene cómo actuar, no tiene qué hacer.
Efecto rebote
—De otro lado, el 15 de este mes el INEI dará el reporte del PBI de febrero. Habría un estimado en azul, con crecimiento.
—Claro.
—Pero ¿qué tanto el consumo privado está apuntalando ese crecimiento de la economía?
—Es importante, bastante. Pero tiene que recordar lo que fue febrero del año pasado. La gente no podía consumir ni aunque quisiera.
—Será un rebote entonces…
—Exactamente, es un rebote. Particularmente en enero y febrero, es un rebote. Y eso que no hay mucho crecimiento tampoco. Eso es en gran parte, rebote.
—¿Y el consumo privado está apuntalando la economía?
—Claro, porque el consumo fue tan malo el año pasado. En enero y febrero del 2023 la gente en el sur no podía ni consumir, además con 17% de desempleados en el sur 1 de 5 peruanos no podía consumir porque estaba desempleado, sin ninguna fuente de ingreso. Fue una locura las marchas y protestas, porque le hicieron mucho daño al pueblo.
—¿El consumo privado se va a sostener este año hacia el corto y mediano plazo?
—Sí se va a sostener, en el sentido que va a crecer un poco. El año pasado, el consumo privado creció 0,1%, es malísimo ese 0,1%. Aunque este sea un año no tan malo, va haber crecimiento y con un poquito de crecimiento el consumo también crece. Recuerde que el consumo es el principal componente del PBI. El consumo es relativamente estable, no sube mucho ni baja mucho. Lo que sube mucho o baja mucho es la inversión privada y eso puede ser +25 o -15.
—¿Cuál es el estimado de crecimiento de la inversión privada para este año?
—La inversión privada va crecer, porque el año pasado cayó terriblemente. El crecimiento de la inversión será modesto, menos del 5%.
—Y en Política Monetaria, ¿hay margen para que siga bajando la tasa de interés de referencia del Banco Central?
—Por supuesto. El Banco Central está manejando muy bien las cosas. Conforme la inflación que ya está casi exactamente en el rango meta (1% a 3%) y las tasas de la política monetaria del Banco Central están más altas de lo que estarían en una situación donde se cumple el rango meta. Hoy día hay menor inflación y como se está desinflando y parece que este mes definitivamente se llega al rango meta ya hay bastante espacio para bajar la tasa de interés en lo que resta del año. De repente rebota la inflación internacional, pero de todas maneras baja la inflación en el país, por ello hay bastante espacio para reducir gradualmente la tasa de interés.
Las recomendaciones
—¿Cuáles son sus cinco recomendaciones al Congreso y al Ejecutivo para generar ese marco de tranquilidad que se requiere para invertir?
—La primera como ya dije, que no se peleen. La segunda, que el Congreso deje de aprobar leyes populistas que no tienen ningún sentido y hacen daño a la población. Se debe recordar que cuando el Banco Central, el MEF, la SBS, y casi todos los economistas a los que le preguntan le dice al Congreso que no hagan eso, y lo hacen, es porque está mal. Que dejen de dar medidas populistas sin sentido. Tercero, que el Gobierno y Congreso, controlen el gasto corriente y el déficit fiscal. La cuarta, que favorezcan la inversión en todas sus formas. La quinta, que es más para el gobierno, pero que depende también del Congreso, que dejen de no actuar por miedo; por ejemplo, en la toma de decisiones para destrabar proyectos. Si se siguieran esas cinco recomendaciones sería muchísimo mejor para el país, y no son tan difíciles.