El documento contó con la aprobación de 29 países
Los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron este miércoles la resolución que condena la intrusión de Ecuador contra la embajada de México en Quito, así como las agresiones que sufrió su personal diplomático tras el asalto con armas de las fuerzas policiales ecuatorianas.
El documento contó con el apoyo de 29 países del bloque. En la votación El Salvador fue el único que decidió abstenerse, mientras que Ecuador se expresó en contra de la resolución que textualmente condenó «la intrusión en las instalaciones de la embajada de México en el Ecuador y los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático de la Misión».
En el caso de México, su delegación estuvo ausente, al igual que la de Venezuela, país que no hace actividad en la OEA desde 2017 tras solicitar su salida del organismo. Esta sesión extraordinaria del Consejo Permanente fue solicitada por las delegaciones diplomáticas de Bolivia y Colombia luego del asalto a la embajada de México a finales de la semana pasada.
Colombia también indicó que de igual forma «condena contundentemente el desconocimiento del principio de inviolabilidad en cualquier lugar del mundo», motivo por el que decidió presentar al Consejo Permanente de la OEA la resolución que fue aprobada por el organismo casi por unanimidad.
El representante de Bogotá agregó que el respaldo de la resolución, «fue objeto de una negociación» que se realizó el martes y que contó con «la participación muy activa de los Estados y, por supuesto, del Estado de Ecuador», para que el texto quedara tal y como fue aprobado.
Consideraciones de Ecuador no puede ser aceptadas
Entre tanto, el delegado colombiano resaltó que durante el debate de la resolución, Ecuador planteó una serie de consideraciones para justificar el asalto a la embajada mexicana, argumentos que no pueden ser aceptados por la comunidad internacional.
«Las consideraciones que planteó Ecuador el día de ayer (…) como justificaciones para irrumpir sin el consentimiento de México en su sede diplomática en Quito, de retirar por la fuerza de sus instalaciones a una persona solicitante de asilo y de ejercer actos contrarios a la convención de Viena, no pueden ser aceptadas como tales», expresó el diplomático colombiano.
Al respecto, añadió, que si los países aceptaran esta violación, se agregarían «excepciones» al derecho internacional y a su aplicación, lo que «pone en riesgo el funcionamiento y desarrollo del principio, que a su vez entraña las mismas garantías, de convivencia amistosa y pacífica entre los Estados».
En ese punto, citó como ejemplo un fallo emitido en 1980 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el caso del personal diplomático de EE.UU. en Teherán, en el que aclaró que en el derecho internacional, «no hay un prerrequisito más fundamental en la conducta de las relaciones entre los Estados que la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y embajadas».
«Y tiene que ser así, porque es el único camino para entendernos entre Estados, respetando las normas internacionales que hemos acogido y las cuáles han permitido que convivamos pacíficamente», agregó el representante colombiano, quien también citó antecedentes de la diplomacia ecuatoriana que años atrás condenaba ataques a embajadas y se expresaba a favor del respeto y de la inviolabilidad de sedes diplomáticas y de su personal.
En ese sentido, Colombia reiteró que «la irrupción violenta de la Policía del Ecuador en la sede de la embajada de México y la agresión a su personal bajo expresa orden del gobierno del Ecuador, constituye una violación de las normas del derecho internacional que exigen a los Estados, solucionar sus divergencias apelando a los medios de solución pacífica previsto en el derecho internacional que se recoge en la Carta de las Naciones Unidas».