¿Puede chocar contra la Tierra? ¿Se podrá ver desde nuestro continente? Todo lo que tienes que saber sobre este cometa.
El mundo entero posa sus ojos sobre el eclipse solar, del próximo 8 de abril en México, Estados Unidos y Canadá. Pero los científicos y expertos en astronomía están más pendientes del “Cometa Diablo” que este mismo mes estará visitando las zonas cercanas a la Tierra. Por lo tanto te contamos todo lo que debes saber de esta maravillosa roca espacial.
¿Debemos preocuparnos? Para nada. Aunque mide cerca de tres veces el Monte Everest, el “Cometa Diablo” no impactará contra la Tierra. Su trayectoria la hace visible desde nuestro planeta, pero no hay ninguna probabilidad de impacto contra la superficie del mundo.
Es, en realidad, un espectáculo visual para los entusiastas de la astronomía y una oportunidad de análisis para los científicos.
El cometa en específico recibe el nombre científico de 12P/Pons–Brooks. Fue descubierto en 1812 por los astrónomos franceses Jean-Louis Pons, Alexis Bouvard y Vincent Wisniewsky, por lo que desde entonces le siguen su trayectoria.
Tiene una órbita elíptica por el Sol, en la que se tarda poco más de 71 años en darle la vuelta a la estrella masiva. Aparecerá en nuestros cielos desde el 21 de abril y su paso se extenderá hasta los primeros días de mayo. Después de esto no lo veremos más hasta el 2095.
El cometa 12P/Pons-Brooks es un cometa criovolcánico activo, lo que significa que puede liberar material helado al espacio. También se caracteriza por sus outbursts, que son explosiones repentinas que pueden aumentar su brillo hasta en 5 magnitudes.
¿Cómo ver el “Cometa Diablo” desde Suramérica?
El diario La República informa que para verlo hay que apuntar la vista hacia la constelación Tauro. Aunque para cielos despejados será notable a simple vista, los expertos recomiendan el uso de binoculares, o telescopios sencillos para quienes lo tengan.
Si estás en Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, Perú o Ecuador, debes mirar hacia el oeste justo después de la puesta de Sol, para poder mirar la constelación de Tauro.