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Guerra Israel-Hamás: ¿Qué cambia la resolución de la ONU?

Por primera vez en cinco meses y medio de guerra, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución pidiendo un alto el fuego en Gaza. ¿Tienen que cumplirla Israel y Hamás?

Por lo general, el Consejo de Seguridad de la ONU no goza de la mejor reputación: sus detractores suelen criticar que el organismo, en su forma actual, no puede hacer nada para evitar guerras y catástrofes.

Ya se ha ocupado en innumerables ocasiones de crisis agudas en todo el mundo, y no ha logrado alcanzar una decisión conjunta. La razón: al menos uno de los cinco miembros permanentes ejerce a menudo su derecho de veto.

Éste ha sido el caso hasta ahora en la guerra entre Israel y la organización terrorista palestina Hamás. Pero ahora, después de cinco meses y medio de guerra, se aprobó una resolución que pretende presionar a las partes en conflicto.

¿Quién se abstuvo y por qué?

14 de los 15 miembros votaron a favor de la resolución 2728 (2024). El factor decisivo fue que Estados Unidos no vetó la resolución, sino que simplemente se abstuvo. Esto es más que inusual, ya que hasta la fecha Washington ha utilizado regularmente su derecho de veto a favor de Israel.

El think tank estadounidense CCGA examinó cómo ha votado Estados Unidos desde la fundación de las Naciones Unidas en 1945 y registró un total de 89 vetos hasta diciembre de 2023. De ellos, 45, o una buena mitad, eran resoluciones críticas con Israel.

La Casa Blanca se apresuró en aclarar que la reciente abstención no significaba una reorientación de su política hacia Israel. «Todavía queremos un alto el fuego, todavía queremos la liberación de los rehenes, de todos ellos», dijo el director de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby. «Y queremos que llegue más ayuda humanitaria a la Franja de Gaza», agregó.

¿Qué dice exactamente la resolución?

Como es habitual en las resoluciones del Consejo de Seguridad, se trata de un solo texto largo y complicado. En la frase principal, el órgano decide seguir ocupándose activamente del asunto.

Las cláusulas individuales son más importantes: una de ellas contiene la exigencia de un «alto el fuego inmediato durante el mes de ayuno del Ramadán, que sea respetado por todas las partes y allane el camino a un alto el fuego duradero».

También se pide la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Asimismo, la resolución enfatiza la necesidad de ampliar el flujo de ayuda y proteger a los civiles en toda la Franja de Gaza.

¿Es la resolución vinculante?

El Consejo de Seguridad es el único organismo de la ONU cuyas resoluciones son vinculantes según el derecho internacional. Esto significa que si los Estados allí mencionados no cumplen con las obligaciones que se les imponen, el Consejo de Seguridad puede amenazar con sanciones o decidir otras reacciones.

Sin embargo, la Resolución 2728 es complicada: varios representantes de Estados Unidos y Corea del Sur la calificaron de no vinculante tras la votación. Corea del Sur argumentó que en ningún momento se mencionaba una «decisión».

La profesora de derecho Hannah Birkenkötter escribe en un texto en inglés en el portal alemán «Verfassungsblog» sobre la ausencia de la palabra «decisión»: «Si el Consejo de Seguridad utiliza un lenguaje de advertencia y, por ejemplo, recomienda medidas, esto no crea una obligación legal».

Sin embargo, Birkenkötter considera vinculante otra formulación: la exigencia de un alto el fuego durante el período del Ramadán. En el texto de la resolución esto se dirige a «todas las partes»; es decir, a Israel y Hamás. Este pedido, según la abogada, se puede dirigir también a Hamás sin ser un actor estatal en el sentido de la ONU.

Por tanto, Birkenkötter considera que la resolución es vinculante, pero ve un problema fundamental: «¿Quién puede hacer cumplir la resolución del Consejo de Seguridad en la situación actual? En última instancia, corresponde a las partes en conflicto atender el llamamiento del Consejo y al propio Consejo hacer cumplir sus exigencias. Con la experiencia vista en los últimos meses, no hay motivo para el entusiasmo», dice.

¿Cuáles son las consecuencias para Israel?

La abstención de Estados Unidos tensa aún más la relación entre Israel y Estados Unidos como garante de seguridad y aliado más importante. El primer ministro Benjamín Netanyahu canceló en el último minuto un viaje de una delegación a Washington. La resolución llega en un momento en que el apoyo internacional al rumbo de Netanyahu en la guerra contra Hamás se está desmoronando.

Alemania, como aliado cercano de Israel, también pide cada vez más al gobierno que permita la entrada de más suministros de ayuda a la Franja de Gaza y que evite el sufrimiento de los civiles en caso de nuevas acciones militares. La ministra federal de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró en Jerusalén sentirse «aliviada por la adopción de la resolución, porque cada día cuenta».

En términos de política interior, la resolución aumenta la ya inmensa presión sobre Netanyahu. La oposición y la opinión pública lo critican duramente. Muchos en el país están descontentos con el Primer Ministro israelí y su gabinete de guerra, que después de casi seis meses todavía no han logrado liberar a los últimos 130 rehenes del control de Hamás.

Durante su ataque a Israel el 7 de octubre de 2023, la organización terrorista Hamás asesinó a 1.200 israelíes y secuestró a 240 rehenes en la Franja de Gaza.

Según el mediador Qatar, la resolución no influye en las negociaciones para su liberación: «No hemos visto ningún impacto inmediato en las conversaciones, continúan como antes de la decisión», declaró el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Majed Al-Ansari. Por ahora, es incierto hasta qué punto la resolución mejorará realmente la situación de los rehenes israelíes o de la población civil palestina.

* Tomado de DW, escrito por David Ehl