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Videojuegos: ¿cuántas horas a la semana se consideran adicción?

Médico psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental advierte que hay tres señales de alerta

Por Sergio Crispín Buiza de Agencia Andina

El uso de videojuegos por al menos 9 horas a la semana puede generar en el cerebro de los adolescentes reacciones similares a otras conductas adictivas, advirtió la médico psiquiatra Luz Ramal, del Departamento de Adicciones del Instituto Nacional de Salud Mental «Honorio Delgado-Hideyo Noguchi».

La especialista citó un estudio publicado en la revista científica Translational Psychiatry de la universidad Ghent, de Bélgica, con participación de 154 chicos de 14 años, según el cual la excesiva exposición a los videojuegos ocasiona cambios a nivel de la estructura del cerebro, tal como ocurre en personas con tendencia al juego compulsivo. 
 
«Toda persona tiene la capacidad de sentir placer de manera natural. Comer algo que nos gusta, pasear en familia o realizar actividades agradables produce cierto nivel de dopamina. Sin embargo, el cerebro de una persona adicta ya no produce una respuesta natural, se vuelve tolerante a la dopamina y por eso busca niveles mucho mayores«, detalló a la agencia Andina.
 
 
En consecuencia, dijo, las actividades que antes parecían gratificantes, ahora no lo son y el adolescente buscará el mismo nivel de satisfacción en los videojuegos, por lo que aumentará las horas de juego.
 
En ese sentido, perder una partida puede generar mucha ansiedad y lo impulsará a seguir jugando. «La búsqueda de esta satisfacción hace que se deje en segundo plano actividades importantes hasta poder conseguir el efecto deseado de recompensa positiva«.
 

Señales de alerta

 
De acuerdo con la doctora Luz Ramal, hay tres señales de alerta que permiten reconocer de una manera sencilla si alguien está dentro de un cuadro de adicción a los videojuegos.
 
Estas son: dedicar más tiempo del esperado al consumo de esta actividad y, además, no solo jugar sino también consumir contenido relacionado en internet; incapacidad de poder detener el juego a pesar de que traiga problemas; inquietud y deseo imperioso de jugar tras dejarlo (abstinencia).
 
Si bien, estas señales pueden ayudarnos a discernir que ocurre un problema, lo mejor es visitar a un especialista en el tema, acudir a un centro de salud para ser evaluado por psicología o a un centro de salud mental comunitario, expresó. Admitir que hay un problema es el primer paso para solucionarlo.

Qué problemas se esconden

 
Muchas veces los adolescentes o adultos inician la adicción al videojuego porque hay un cuadro de depresión de fondo, un trastorno de ansiedad o algún problema en casa, advierte la doctora. Por ello, dijo, lo más responsables es definir primero qué patología hay de fondo. 
 
Muchas veces el uso de videojuegos, sobre todo los de línea, esconden la búsqueda de una comunidad y amistades que no se tiene en la vida real y, si bien al inicio podría verse como algo positivo, cuando es excesivo dificulta precisamente el desarrollo de habilidades sociales”.
 

Ayuda en casa

 
El mayor acceso a los aparatos electrónicos tras la pandemia ha generado que 3 de cada 10 niños muestren signos de uso problemático del internet y conductas relacionadas al trastorno de adicción a los videojuegos, indica Ramal.
 
Pero la adicción no se limita solo a niños, los adultos tienen acceso a un catálogo de juegos con una mayor carga de estímulos reforzantes.
 
¿Qué puede hacerse para ayudar a alguien que presenta señales de adicción? Lo principal es llevarlo a un centro de salud mental. “Allí recibirá una evaluación integral por psiquiatría y psicología para definir si hay alguna patología de fondo. Tras esto, deberá iniciar con un proceso de terapias individuales o grupales. La medicación se da de acuerdo al caso después de una evaluación especializada”.
 
Desde casa, lo mejor sería empezar a limitar el tiempo de uso de los videojuegos a fin de que no se desarrolle la llamada «tolerancia a la dopamina». «En lugar de prohibir el juego, es mucho mejor encauzarlos hacia otras actividades placenteras como pasar tiempo en familia, realizar deporte o actividades que generen dopamina natural. Si bien al inicio puede haber un grado de irritabilidad, esto va a pasar con el tiempo y se va haciendo más regulable«, acotó. 
 

¿Tienen beneficios los videojuegos?

 
Según la doctora Ramal, si bien los videojuegos se relacionan con un aumento en destreza y enfoque, al poner en una balanza los beneficios y las contraindicaciones, las dificultades que pueden traer son mucho mayores.
 
En el caso específico de la primera etapa de la adolescencia, entre los 12 y 15 años, apuntó, el cerebro está en una etapa importante de su desarrollo, por lo que es mejor darle a los chicos alternativas más beneficiosos a largo plazo en vez de exponerlos a los estímulos de los videojuegos.