La inteligencia artificial “desestabilizará la seguridad global” y la paz nuclear, entre otras amenazas peligrosas.
La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, pero según un informe del gobierno de Estados Unidos, este progreso plantea un “riesgo de extinción” para la especie humana. El estudio, realizado por la consultora Gladstone AI, contratada por el Departamento de Estado, evalúa las consecuencias del avance tecnológico y advierte sobre la desestabilización de la seguridad global y otros peligros asociados.
El informe destaca la necesidad de una prohibición temporal de la creación de IA avanzada que supere cierto umbral de potencia computacional. También señala la importancia de definir un estado de emergencia para que el presidente pueda intervenir en casos relacionados con la “robótica de enjambres” y otros riesgos catastróficos para la seguridad nacional.
Los efectos catastróficos de una inteligencia artificial demasiado avanzada
La consultora Gladstone IA, dirigida por los hermanos Jérémie y Edouard Harris, subraya el “riesgo de militarización” que representa el avance de la IA, especialmente en sistemas hacia la Inteligencia Artificial General (AGI). El informe plantea escenarios distópicos, incluyendo la posibilidad de una “pérdida de control” de la IA si se convierte en un arma, similar a lo representado en la película Terminator.
Jérémie Harris, director ejecutivo de Gladstone AI, advirtió anteriormente al congreso de Canadá sobre el potencial de la IA como un arma de destrucción masiva. El informe recomienda una estricta regulación de los chips de computadora utilizados para entrenar sistemas de IA, así como medidas para evitar el contrabando internacional de hardware y monitorear su uso.
El llamado a la “no proliferación” de hardware de IA es considerado crucial para salvaguardar la seguridad global a largo plazo. El informe se suma a otros llamados de la industria, gobiernos y organizaciones internacionales para una regulación proactiva de la IA debido a sus efectos disruptivos en la sociedad.
En conclusión, el informe destaca la necesidad urgente de acciones regulatorias para mitigar los riesgos asociados con el avance de la inteligencia artificial y garantizar la seguridad y estabilidad futuras.