Durante semanas, Nicanor Boluarte ha estado bajo escrutinio público debido a las acusaciones sobre su presunta influencia en el gobierno de su hermana, Dina Boluarte. Estas preocupaciones se intensificaron con la revelación de un polémico audio entre Alberto Otárola y Yaziré Pinedo, lo que provocó la destitución de Otárola como primer ministro. Pinedo implicó a Nicanor como uno de los instigadores de un supuesto complot contra Otárola.
Finalmente, Nicanor Boluarte decidió abordar estas acusaciones para despejar cualquier duda sobre su supuesta participación en el gobierno de su hermana, quien lo ha defendido vigorosamente en repetidas ocasiones.
«Niego categóricamente cualquier implicación en el gobierno de mi hermana», afirmó Boluarte en una entrevista con Punto Final. «Las acusaciones de que soy una figura influyente detrás de la presidenta son infundadas. Me dedico a mis actividades privadas y ejerzo mi profesión de abogado como cualquier ciudadano».
Boluarte también descartó haber visitado entidades públicas desde que Pedro Castillo asumió la presidencia para evitar especulaciones.
Respecto a las acusaciones de un complot con Martín Vizcarra y César Figueredo para derrocar a Otárola, Boluarte lo negó rotundamente, afirmando que nunca ha tenido problemas con nadie y que no conoce personalmente a Vizcarra ni a Figueredo. Enfatizó en que no se puede conspirar con personas a las que no conoce y que nunca ha sido desleal en su carrera política.