Capital arqueológica de América es epicentro de misas y procesiones donde destaca el Señor de los Temblores
Por Luis Zuta Dávila de Agencia Andina
Además de ser la festividad más importante del calendario jubilar religioso católico peruano, la Semana Santa se celebra en cada distrito, provincia y región con una identidad genuina que nos recuerda la formidable riqueza cultural de nuestro país. Y en Cusco, el mayor destino turístico nacional, esta solemnidad posee un carácter muy especial que combina fervor cristiano, misticismo, tradición y costumbres arraigadas que cautivan a sus residentes y a los visitantes.
Semana Santa en Cusco
En los siete días de celebración, los fieles cusqueños y los visitantes, tanto nacionales como procedentes de otras partes del mundo, son testigos y participantes de una serie de actividades marcadas por un profundo fervor religioso hacia la conmemoración de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
En comparación a otras celebraciones regionales y provinciales, la Semana Santa en Cusco tiene como día muy especial el Lunes Santo, cuando sale en procesión el Señor de los Temblores o Taytacha de los Temblores, patrón jurado del departamento de Cusco.
En todas las iglesias, encabezadas por la basílica catedral de Cusco, se celebran misas y se programan confesiones en diversos horarios durante la mañana, la tarde y la noche.
Domingo de Ramos
Es el día que marca el final de la Cuaresma y el comienzo de la Semana Santa. Las iglesias se colman de devotos que asisten a las celebraciones litúrgicas programadas a lo largo de la jornada y portan cruces elaboradas con hojas de palma que son bendecidas por los sacerdotes al terminar cada misa.
Las cruces hechas con hojas de palma conmemoran el ingreso triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén. Una vez bendecidas por el sacerdote, estos símbolos de fe cristiana se suelen colocar detrás de la puerta de cada vivienda en señal de protección divina.
Muchos fieles acostumbran visitar la basílica catedral de Cusco, donde se celebra una misa en lengua quechua a partir de las cinco de la mañana.
Lunes Santo
El Lunes Santo, segundo día de la Semana Santa, es considerado el día más importante de esta celebración en la ciudad de Cusco, dado que, tras la misa de comunión oficiada por el arzobispo metropolitano al mediodía, sale en procesión el Señor de los Temblores o Taytacha de los Temblores, patrón jurado de la región Cusco y recorre el perímetro de la Plaza de Armas.
La salida en procesión del Señor de los Temblores es uno de los acontecimientos más emblemáticos de la Semana Santa en Cusco. Esta efigie de Cristo crucificado resalta en primer término por el color oscuro de su piel y la devoción hacia esta representación de Jesús y su particular denominación se originaron en 1650, año en que la Ciudad Imperial fue sacudida por un gran sismo que destruyó muchos predios.
Entonces, para aplacar la furia de la naturaleza, la población devota sacó en procesión a la imagen de Cristo crucificado y el movimiento telúrico cesó completamente. Considerado un suceso milagroso, los fieles empezaron a llamarlo “Señor de los Temblores” y la población quechua hablante hizo lo propio denominándolo “Taytacha” o Señor de los Temblores. Es también un símbolo del sincretismo cultural y religioso cristiano y andino.
Jueves Santo
Es otra de las celebraciones emblemáticas de la Semana Santa, en la que tiene lugar la rememoración de pasajes bíblicos como el “lavado de los pies” de Jesús a sus discípulos. En este caso, el arzobispo de Cusco protagoniza este hecho imitando a Jesús y lava los pies de doce personas elegidas entre los fieles.
Los devotos cristianos también recorren siete templos en conmemoración de los lugares en los que se detuvo Jesús cargando una enorme cruz durante su camino al monte Calvario, donde fue finalmente crucificado.
Como parte de las tradiciones de Semana Santa, las familias cusqueñas acostumbran a preparar y compartir los llamados “doce platos”, icónicos potajes de su gastronomía entre los que destacan el capchi de habas, la sopa de olluco, el pastel de papa y el cuy al horno, con los que se recuerda la última cena de Jesús con sus discípulos.
Viernes Santo
Este día festivo tiene como escenario principal la Plaza San Francisco, donde se inicia el Vía Crucis hacia la Cruz del Papa, ubicada en un cerro que forma parte del parque arqueológico Sacsayhuamán.
Ese día también acontece el encuentro de las andas del Cristo del Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa, en una procesión donde se puede apreciar el profundo fervor religioso del pueblo cusqueño.
En Viernes Santo la comida representa también una tradición especial y las familias degustan potajes como el sudado de trucha o el saltado de bacalao, entre otros preparados con pescado, así como sopas elaboradas con cultivos andinos como papa, maíz, olluco, entre otros.
Domingo de Resurrección
El último día y el más esperado de la Semana Santa porque se celebra la victoria de Jesús sobre la muerte y el pecado, comienza con una multitudinaria misa en la basílica catedral de Cusco, a las siete de la mañana.
En el Domingo de Resurrección, las imágenes de santos cusqueños como San Sebastián y Santa Ana regresan a sus iglesias en procesión desde la catedral, seguidas por una multitud de fieles.
Como ocurre con los otros días festivos, la población acostumbra a saborear deliciosas preparaciones como caldo de gallina, empanadas, tamales y otros que reflejan la riqueza culinaria de Cusco.