El Instituto Peruano de Economía (IPE) ha advertido sobre la posibilidad de que Perú incumpla su meta de déficit fiscal por segundo año consecutivo en 2024. Esta preocupación surge debido a la aprobación de leyes que impactan negativamente en los ingresos y aumentan el gasto público, según un análisis compartido con Gestión. La recaudación fiscal disminuyó en un 10,3% en 2023, marcando una de las caídas más pronunciadas en las últimas tres décadas, lo que ha generado inquietudes sobre la estabilidad de las finanzas públicas.
El análisis señala que factores como la aprobación de leyes que reducen aún más la recaudación, el deterioro financiero de Petroperú y el endeudamiento de la Municipalidad Metropolitana de Lima contribuyen al deterioro fiscal. También se proyecta un aumento en las remuneraciones del sector público, ejerciendo presión adicional sobre el déficit fiscal, que ya superó la regla fiscal establecida.
El extitular del Ministerio de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, destaca la importancia de recuperar la confianza en el Ministerio y asegurar el cumplimiento de las reglas fiscales. Los retos fiscales para este año son significativos, ya que se prevé un aumento considerable en rubros vinculados a personal y remuneraciones.
El análisis del IPE plantea la necesidad de recaudar aproximadamente S/18.000 millones adicionales en 2024 para reducir el déficit al 2,0% del PBI, lo cual representa un desafío considerable en un entorno económico internacional desafiante. A pesar de que el déficit fiscal del país está entre los más bajos de América Latina, las presiones de gasto sin fuentes de financiación sostenibles podrían afectar la calificación crediticia de Perú en el mediano plazo.
En este contexto, el informe del IPE proyecta un déficit fiscal de 2,9% del PBI en 2024, con la posibilidad de reducirse a 2,3% en un escenario optimista, destacando la alta probabilidad de incumplir la regla de déficit fiscal por segundo año consecutivo.