Esculturas, pinturas, teorías científicas y anécdotas revelan que los viajes en el tiempo son una realidad para nuestra raza. ¿Por qué lo esconden?
Los viajes en el tiempo son, hasta ahora, una cuestión que se encuentra sujeta a la ciencia ficción. Las películas los muestran de diferentes maneras, basados en distintas teorías que han desarrollado los científicos después de muchas décadas de investigaciones y análisis.
Se podría decir, que las primeras máquinas del tiempo son los telescopios espaciales como James Webb o el Hubble. Estos aparatos nos dan una mirada al pasado de nuestra existencia y nos ayuda a comprender hacia dónde nos movemos como planeta, Sistema Solar y galaxia.
No hay una prueba certera de un humano realizando viajes temporales al pasado o al futuro. Sin embargo, hay algunas señales de que algunos individuos de nuestra civilización logró descifrar este maravilloso secreto y, posiblemente, dejaron algunas pruebas de cuando realizaron estos traslados.
Es por eso que vamos a señalar las cinco pruebas que certificarían que los viajes en el tiempo son un hecho, aunque lo intenten esconder.
Las pruebas de los supuestos viajes en el tiempo
- A mediados del 2023, Internet enloqueció por completo al encontrar a un niño con unas zapatillas Nike, en una obra de Ferdinand Bol.
- Un cuadro del pintor austriaco Ferdinand Georg Waldmüller, de 1860, tiene como protagonista a una mujer que pareciera sostener un iPhone.
- Los viajeros del tiempo de Valcamonica (Italia): En estas petroglifos de 10.000 años de antigüedad, se observan figuras con cascos y ropa similar a la de los astronautas.
- El martillo de 100.000 años: En 1998, se encontró un martillo de metal en una mina de Texas que databa de hace 100.000 años. Los científicos no saben cómo se forjó con la tecnología de la época.
- El mapa de Piri Reis (1513): Este mapa muestra con precisión la costa de la Antártida, algo que no era posible con la tecnología de la época.