El cierre del año 2023 en Perú estuvo marcado por una recesión económica y una crisis que instó al Gobierno a tomar medidas para afrontar un 2024 más desafiante. La tardía reconocimiento de la situación y los esfuerzos para salvar el año dejaron al país preparándose para afrontar las potenciales consecuencias climatológicas del fenómeno El Niño, que amenazaba con afectar severamente sectores como la agricultura.
Aunque inicialmente las expectativas eran sombrías, indicadores recientes sugieren una posible recuperación. El Banco Central de Reserva (BCR) informó durante la presentación del Programa Monetario de febrero de 2024 que, a pesar de la persistencia del fenómeno El Niño, este no está siendo tan fuerte como se temía.
Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCR, destacó que la presencia del fenómeno climatológico opuesto, La Niña, también podría tener efectos en el crecimiento de Perú.
En la presentación del Programa Monetario, Armas explicó la probabilidad de la aparición e intensidad del fenómeno El Niño, señalando que, aunque actualmente hay una probabilidad del 26% de un El Niño neutral y un 19% de uno moderado, lo más probable es que La Niña aparezca entre marzo y julio, con una probabilidad de ser débil entre el 27% y el 33%.
Contrariamente a las expectativas, Armas del BCR sugirió que La Niña podría ser beneficiosa para la economía peruana, incluso en su forma débil.
El BCR también informó que los indicadores económicos podrían mostrar un panorama más positivo en el primer trimestre de 2024, sugiriendo un retorno al crecimiento después de cuatro trimestres consecutivos de contracción en 2023, el año de la recesión en Perú.
A pesar de estas perspectivas alentadoras, la proyección para el PBI del 2023 se mantiene en -0,5%, según confirmó el gerente del BCR. Aunque algunos indicadores adelantados muestran resultados mixtos para la actividad económica en enero, persisten cifras pesimistas, y se señala un crecimiento mundial moderado con riesgos asociados a conflictos internacionales.