Si bien Colchado no se reunió con Castillo, sí lo hizo con sus tres asesores: Salatiel Marrufo, Nenil Medina y Alejandro Sánchez. El coronel fue convocado por un militante de Perú Libre para explicar qué actividades se podían realizar desde la Diviac.
No son pocas personas las que sindican al coronel PNP Harvey Colchado, que hoy dirige el equipo policial que apoya al grupo de fiscales liderado por Marita Barreto y a la Diviac, como un «policía político».
A Colchado se le cuestiona por diversos asuntos, entre los que destacan el haberle puesto un chaleco con la frase «detenida» a Keiko Fujimori y, principalmente, por su desastroso papel en la detención preliminar del expresidente Alan García: testigos narran que hasta se comió todo lo que había en la refrigeradora luego de que García acabara con su vida de un balazo.
Sin temor a que Inspectoría le abra un proceso disciplinario, Harvey Colchado se despachó, en la última entrevista que ofreció a un medio de comunicación, contra la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, a quien sindicó de cabecilla de una red criminal que tenía como objetivo perpetuarse en el poder. Ello, pese a que, en ese momento, no existía ninguna investigación fiscal contra ella.
Antes, en medio de la campaña vizcarrista que se montó para defenestrar al exfiscal de la Nación Pedro Chávarry, Colchado no tuvo reparo alguno en afirmar que el extitular del Ministerio Público era el fiscal del fujimorismo.
EXTRAÑA REUNIÓN EN SARRATEA
Recientemente, ha sido publicado un libro por el periodista Umberto Jara (‘Así cayó Castillo’), en donde el efectivo aparece como el artífice del ocaso del golpista. En este escrito, sin embargo, también se cuenta un hecho poco conocido que evidencia el rol político del coronel.
En la página 122, Jara cuenta que, después de la segunda vuelta electoral, Harvey Colchado, que en aquel entonces era jefe de la Región Policial de Lambayeque, recibió una invitación de un dirigente de Perú Libre para reunirse con Pedro Castillo, nada menos que en la famosa vivienda del pasaje Sarratea, en Breña, donde el exmandatario sostenía reuniones clandestinas al margen de la ley.
Colchado aceptó la cita y aprovechó un viaje a Lima para acudir a la casa en cuestión. Finalmente, si bien el coronel no se reunió con Castillo, sí lo hizo con sus tres asesores: Salatiel Marrufo, Nenil Medina y Alejandro Sánchez. Todos ellos están procesados por haber sido parte de la organización criminal que habría encabezado el profesor rural.
De acuerdo al libro de Jara, Harvey Colchado fue convocado para explicar qué actividades se podían realizar desde la Diviac, pero todo se habría frustrado cuando Marrufo le pidió que intercepte las comunicaciones de Luis Arce Córdova, exmiembro del Jurado Nacional de Elecciones, con el fin de que encontrarle algo que lo perjudique, porque siempre estuvo a favor de revisar las irregularidades registradas en los últimos comicios.
