Con una victoria contundente en las urnas, el economista Javier Milei ganó las elecciones presidenciales en Argentina el fin de semana pasado. Según las cifras al cierre de esta edición, Milei obtuvo el 56% de los votos frente al 44% del oficialista Sergio Massa.
Desde esta columna hemos seguido la trayectoria política de Javier Milei desde hace varios años, sobre todo desde que se postuló como candidato presidencial. En mi opinión, los votantes argentinos nunca tuvieron que tomar una decisión más sencilla en una segunda vuelta. Por un lado tenían al ministro de economía del actual régimen corrupto de Fernández – Kirchner, que los venía empobreciendo desde hace años y por el otro lado, un economista, un poco altisonante, que les ofrecía sacar al país de la pobreza a través del cambio del modelo económico.
Para muchos de nosotros, la elección entre ambos modelos puede ser bastante clara y sencilla. El comunismo empobrecedor por un lado y el libre mercado generador de trabajo y oportunidades por el otro. Sin embargo, más de once millones de argentinos votaron por la primera opción. La pregunta obvia es ¿Por qué un pueblo medianamente educado quiere autodestruirse votando por el modelo estatista y empobrecedor?
Harían falta muchas hojas para analizar y dar una respuesta completa a la anterior pregunta, por lo que me enfocaré en un pequeño aspecto de ella. Uno de estos, es la existencia generalizada y por muchos años de programas sociales y subsidios en Argentina. Según las últimas cifras que pude encontrar, hay 6 millones de trabajadores en el sector privado en Argentina, mientras que en el sector público hay más de 3.5 millones de trabajadores. A ello hay que sumarle más de 12 millones de personas que dependen de los planes sociales para vivir. Dicho de otra manera, casi 16 millones de personas dependen del estado. No es difícil entonces darse cuenta de dónde salieron los 11 millones de argentinos que votaron por Massa.
A los argentinos les esperan meses y años muy difíciles por delante. Como peruanos, que hemos pasado por hiper inflación, devaluación, fuji-shocks, etc. lo sabemos muy bien. No es un camino fácil, pero es la única alternativa para salir del hueco causado por modelos económicos estatistas.
Por eso mismo, los peruanos no podemos permitir que nuestro país caiga nuevamente en la trampa de regalar dinero a través de los famosos “bonos”. Si bien es necesario que existan determinados programas sociales para ayudar a la población más vulnerable, estos siempre deben tener un alcance en el tiempo limitado, deben ser sumamente focalizados y manejados de manera profesional para evitar el clientelismo político.
Ya tendremos muchas oportunidades en las siguientes semanas de analizar los grandes retos que debe enfrentar Milei para sacar adelante a la Argentina.
Regresando al tema local, no puedo terminar este artículo sin manifestar mi rechazo e indignación por la serie de caricaturas ofensivas publicadas en ”La República” en las últimas dos semanas. Estas caricaturas nos muestran que el antisemitismo es un fenómeno presente en nuestra sociedad y hay que combatirlo.
La caricatura con el pórtico de entrada al campo de concentración de Auschwitz con la leyenda “Gaza, el trabajo te hace libre” es una clara muestra de la ignorancia de su autor y de su intento de relativizar la tragedia del Holocausto en el cual fueron asesinados seis millones de judíos bajo el régimen nazi. Comparar Gaza con lo sucedido en Auschwitz es distorsionar la historia.
Para los que hemos visitado Auschwitz y aprendido de su terrible historia, sabemos que el asesinato selectivo de millones de personas, en su mayoría judíos, no tiene nada que ver con lo que está sucediendo actualmente en la guerra que libra Israel contra el grupo terrorista Hamas.
Lo que sucede con los palestinos en Gaza es verdaderamente trágico. Es terrible que muera gente inocente en medio de un conflicto armado entre Israel, que trata de terminar con los terroristas y Hamas que utiliza a su propia población como escudos civiles, construyendo sus depósitos de armas en túneles bajo colegios y hospitales.
Mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) llevan incubadoras para bebes prematuros al hospital Al Shifa en Gaza, los terroristas de Hamas lanzan 10,000 misiles a poblaciones civiles en Israel.
Israel tiene que acabar con los terroristas de Hamas para que tanto Israelíes como palestinos puedan vivir en paz.
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