En una nueva escalada de violencia en Medio Oriente, Estados Unidos ha llevado a cabo una serie de bombardeos en Yemen contra los rebeldes hutíes, dejando un saldo de más de 50 muertos. La ofensiva, que busca debilitar a la milicia respaldada por Irán, se da en medio de crecientes tensiones en la región del mar Rojo.
¿Por qué EE.UU. Ataca a los Hutíes?
Los hutíes, un grupo rebelde que controla gran parte del norte de Yemen, han estado lanzando ataques con drones y misiles contra embarcaciones en el mar Rojo, una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Washington y sus aliados acusan a esta milicia de amenazar la seguridad del comercio marítimo y de recibir apoyo directo de Irán.
En respuesta a estos ataques, Estados Unidos ha intensificado su campaña militar en Yemen, con bombardeos dirigidos a instalaciones militares hutíes. Según fuentes oficiales, la reciente ofensiva ha destruido importantes depósitos de armas y centros de control utilizados por los rebeldes.
Los Hutíes Responden con Ataques a un Portaaviones de EE.UU.
Tras los ataques estadounidenses, los hutíes lanzaron drones y misiles contra un portaaviones de EE.UU. en la región. Sin embargo, el Pentágono informó que todos los proyectiles fueron interceptados sin causar daños ni víctimas.
A pesar de estos enfrentamientos, los hutíes han asegurado que continuarán sus operaciones contra buques comerciales y militares en el mar Rojo, lo que podría agravar aún más la crisis y generar una respuesta aún más agresiva por parte de Washington.
Consecuencias Internacionales
El conflicto en Yemen ha generado preocupación a nivel global. La escalada de tensiones entre EE.UU. e Irán, sumada a los ataques hutíes en una de las rutas marítimas más importantes del mundo, podría afectar el comercio internacional y aumentar los precios del petróleo.
Organismos internacionales han llamado a la moderación y al diálogo, aunque hasta el momento no hay señales de un cese al fuego. La situación sigue siendo crítica y se espera que en los próximos días haya más reacciones tanto de la comunidad internacional como de los actores involucrados en el conflicto.
Este nuevo episodio de violencia demuestra que la crisis en Yemen sigue lejos de resolverse, con un impacto que va más allá de sus fronteras y que podría desencadenar una mayor inestabilidad en Medio Oriente.