El expresidente Pedro Castillo ha iniciado una huelga de hambre en el penal de Barbadillo, donde cumple prisión preventiva mientras enfrenta un juicio por el fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. Según anunció en un manuscrito difundido en redes sociales, esta medida busca denunciar lo que considera una “injusticia” en su contra.
En su escrito, Castillo sostiene que la jueza a cargo del proceso, Norma Carbajal, habría adelantado opinión sobre su caso y aplicado de manera forzada el tipo penal de rebelión.
Como parte de su protesta, el exmandatario decidió prescindir de su defensa legal y rechazar la asistencia de un abogado público. A pesar de ello, el tribunal determinó que su representación legal sigue vigente, ya que solo formalizó la salida de uno de sus letrados.

La huelga de hambre de Pedro Castillo se produce pocos días después de que intentara retirarse de una audiencia del juicio oral, alegando que estaba allí contra su voluntad y cuestionando el pedido de reparación civil de más de 65 millones de soles que la Procuraduría exige a los implicados en el caso.
La Fiscalía solicita para él una condena de 34 años de prisión por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y perturbación del orden público.
El proceso judicial también involucra a los exministros Aníbal Torres, Betsy Chávez y Willy Huerta, así como a tres exmiembros de la Policía, para quienes se han solicitado penas de entre 15 y 25 años de cárcel.
Mientras el juicio avanza, Castillo apuesta por una estrategia de confrontación con el sistema judicial, apelando a su base de seguidores y presentándose como víctima de una persecución política. Resta por ver si su huelga de hambre tendrá algún impacto en el proceso o en la opinión pública.