Lima está al borde de perder uno de sus últimos refugios naturales; el megaproyecto ‘Anillo Vial Periférico’, que pretende conectar 12 distritos de Lima, está a punto de arrasar con el Bosque Urbano Separadora Industrial en Ate, una de las pocas áreas verdes de la metrópoli. Con su construcción, 7.000 árboles serán talados y 20 hectáreas de vegetación desaparecerán, aumentando la crisis ambiental de una ciudad ya asfixiada por la contaminación y el calor extremo.
La destrucción de un ecosistema vital
Ubicado entre los distritos de Ate y La Molina, el Bosque Urbano Separadora Industrial abarca 40 hectáreas y es casi cuatro veces más grande que el Bosque El Olivar. Su función es clave: reducir la temperatura, absorber contaminantes y proporcionar un espacio de conexión con la naturaleza para miles de limeños. Sin embargo, el proyecto vial plantea la construcción de cinco carriles y un estacionamiento en plena avenida Separadora Industrial, lo que reduciría la zona verde a menos de la mitad.
Si bien se ha propuesto un “parque lineal” de 20 a 30 metros de ancho como compensación, expertos advierten que esta medida es insuficiente. La eliminación de árboles adultos, capaces de absorber hasta 150 kg de contaminantes al año, provocará un aumento en las temperaturas urbanas de entre 2 y 8 grados centígrados. Esto agravará el fenómeno de ‘islas de calor’, haciendo que Lima sea aún más sofocante y menos habitable.
La comunidad en pie de lucha
Los vecinos no se han quedado de brazos cruzados. Haydee Mateo, una residente cercana al bosque, expresó su indignación: “El bosque es importante porque nos mantiene vivos anímicamente. Los seres humanos necesitamos la naturaleza.”
Por su parte, Franco Vidal, alcalde de Ate, fue tajante: “Nosotros nos hemos puesto firmes para defender toda la avenida Separadora Industrial. Lo que quieren hacer prácticamente es destruir nuestras áreas verdes y nosotros no lo vamos a permitir.”
Opacidad y expropiaciones: el otro lado oscuro del proyecto
Más allá del impacto ambiental, el megaproyecto también amenaza con la expropiación de 2.400 viviendas. A pesar de la magnitud del proyecto, la comunidad denuncia la falta de transparencia y la escasa información oficial. El contrato ha sido adjudicado al Consorcio Anillo Vial Periférico, conformado por empresas españolas, y la inversión estimada asciende a la astronómica cifra de US$3.396,40 millones.
Mientras tanto, el Plan de Desarrollo Concertado de Lima Metropolitana 2023-2035 establece que las áreas verdes deben ser «intangibles, inalienables e imprescriptibles», pero esta normativa parece no ser suficiente para frenar la devastación del bosque.
¿Un futuro sin árboles para Lima?
Mientras el cemento sigue ganando terreno en Lima, la pérdida de bosques urbanos como el de Separadora Industrial es un golpe directo a la calidad de vida de sus habitantes. En una ciudad donde las olas de calor y la contaminación son cada vez más insoportables, ¿es realmente necesario sacrificar uno de sus últimos pulmones verdes por una autopista?
La batalla por el bosque aún no está perdida. Los vecinos y activistas han comenzado a organizarse para impedir la destrucción de esta área natural. ¿Permitirá Lima que la ambición inmobiliaria y la falta de planificación sigan condenando el futuro de la ciudad?
¡Es hora de levantar la voz antes de que sea demasiado tarde!