—El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. ¿Cuál es la participación femenina en Gamarra?
—Es un día muy importante, una fecha que debemos conmemorar porque las mujeres hemos tenido que luchar mucho para ganar espacios y cerrar brechas. Gamarra es una clara representación de ello: más del 65% de las personas que trabajamos en Gamarra somos mujeres. Más de 65.000 mujeres desarrollan sus actividades en este emporio comercial, muchas de ellas como dueñas de negocios, en el área de ventas, diseño o administración de empresas. También hay mujeres que han logrado ser dueñas de galerías, gerentas, diseñadoras y vendedoras. En todos los niveles de la cadena productiva, las mujeres están presentes.
—¿Significa entonces que Gamarra tiene rostro femenino?
—Así es, Gamarra tiene el rostro de una mujer luchadora. Este espacio ha permitido que muchas mujeres logren su independencia económica, un factor clave para enfrentar el maltrato y otras dificultades que las mujeres aún vivimos. En sus inicios, muchas mujeres no tenían dónde trabajar mientras cuidaban a sus hijos. Gamarra fue esa oportunidad, ya que podían trabajar en los talleres junto a ellos. Hace 30, 40 o 50 años, quienes nacimos y crecimos en el rubro textil confecciones tuvimos como primeros juguetes los conos de los hilos, hicimos ropa para nuestras muñecas con retazos de tela y jugábamos con las ruedas de las máquinas de coser Singer. Crecimos en este sector y lo amamos profundamente. Gamarra ha permitido a muchas mujeres avanzar, cuidar de sus hijos y, al mismo tiempo, salir adelante con independencia económica.
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—Hay resiliencia y un trabajo importante, pero también existen brechas salariales, violencia de género, acoso sexual y muchas complicaciones que siguen afectando a las mujeres en el mundo
—Sí, aún hay muchas brechas por cerrar en el Perú y en todo el mundo. Pero nuestra lucha no busca ser mejores o peores que los hombres, sino encontrar los espacios para desarrollarnos plenamente con nuestras capacidades, inteligencia y talento. Para ello, necesitamos espacios y la oportunidad de hacerlo. Gamarra representa precisamente eso: un espacio donde cualquier persona, especialmente las mujeres, puede convertirse en empresaria sin haber nacido en una cuna de oro, no necesitas que alguien te apadrine. Aquí, muchas vendedoras que empezaron con un pequeño puesto han logrado independizarse. En Gamarra nos ayudamos mutuamente, y ese es el secreto de su crecimiento constante y del surgimiento de nuevos empresarios cada día, este es un ambiente de confianza donde todas los apoyamos y ojalá hayan otros espacios para eso.

—Es importante que existan canales de información y educación en emprendimiento. Pero también es necesario abordar la inseguridad. En el Perú, 340 personas han sido asesinadas debido al sicariato y la extorsión de enero a la fecha. ¿Ha cambiado la situación de seguridad en La Victoria?
—Como sabes, el año pasado fuimos el único sector productivo del Perú que tuvo que salir a marchar para exigir seguridad. No solo ante este gobierno, sino también ante los anteriores. Hemos tenido que dejar de trabajar por un día para reclamar nuestro derecho a laborar sin miedo. Logramos que se declare en emergencia a La Victoria, aunque llegó un poco tarde. Sin embargo, ayudó mucho durante la campaña navideña, porque la mayor presencia policial y militar dio más confianza a los compradores.
Después de más de 50, 60 años, hemos logrado que Gamarra tenga un destacamento policial formal. Hasta marzo o abril del año pasado, solo contábamos con dos policías asignados para un emporio que genera más de 6000 millones de soles y que aporta más de 100 millones en impuestos al Estado. Tener dos policías para proteger a 150.000 trabajadores y 100.000 clientes diarios, y en campañas, millones de personas. Era una situación insostenible. Logramos que se instale un destacamento policial permanente en diciembre. Ahora se ha consolidado la recuperación del Damero A, hemos logrado recuperar la zona interna del damero B, aunque aún falta recuperar Aviación, el Damero C y otras zonas. Seguimos avanzando, aunque, lamentablemente, parece que para la Municipalidad Metropolitana de Lima no existimos.
—Quería preguntarle sobre las tiendas o fábricas que funcionan de manera ilegal. Hace poco, en el Cercado de Lima, una juguetería se incendió. ¿Existe fiscalización en Gamarra?
—La responsabilidad no solo recae en la fiscalización de las municipalidades y otras autoridades, sino también en los empresarios. No somos niños a los que deban perseguir para hacer bien las cosas. Un empresario responsable debe cumplir las normas, obtener su licencia de funcionamiento y garantizar medidas de seguridad. En Gamarra hay fiscalización constante. La municipalidad fiscaliza todos los días, la Sunat viene al menos una o dos veces por semana, y el Ministerio de Trabajo también supervisa con frecuencia. Dado que hay tantos negocios en un solo lugar, para las entidades es más fácil venir y hacer operativos aquí, lo que en ocasiones ha derivado en abusos.
Muchas veces se ha usado la imagen de Gamarra para generalizar problemas. Si un empresario incumple las normas, se difunde la noticia como si todo el emporio fuera informal, dañando nuestra reputación. Pero eso no significa que debamos tolerar a empresarios irresponsables. La ley debe aplicarse con todo el peso sobre quienes actúan al margen de la legalidad. Nosotros no defendemos prácticas ilegales ni justificamos conductas que pongan en riesgo la vida de las personas. Gracias al trabajo de los empresarios, Gamarra ha evitado tragedias como las ocurridas en otros lugares.
—¿Cuál es su mensaje para las mujeres que trabajan en Gamarra, generan empleo y cuidan de sus hijos, contribuyendo al desarrollo del país?
—Mi admiración, cariño y respeto para cada una de las mujeres de Gamarra que se esfuerzan día a día. Gracias a ellas, otras han podido avanzar y encontrar un camino más seguro. Nosotras, las mujeres de esta época, tenemos la responsabilidad de seguir luchando para que las generaciones futuras tengan más oportunidades y puedan alcanzar sus sueños. Mi mensaje para todas las mujeres es que no estamos solas. Debemos unirnos, apoyarnos y no mirar hacia otro lado cuando una mujer sufre algún tipo de violencia o dificultad. Juntas, podemos enfrentar cualquier obstáculo. Imaginen lo que podríamos lograr si todas las mujeres nos uniéramos en una sola causa.