La jefa de la Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional del Congreso, Alejandra Aramayo, presentó su renuncia a su cargo este miércoles luego de la difusión de un reportaje que reveló una demanda civil interpuesta contra su madre, Vilma Gahona.
La exparlamentaria buscaba ser incluida en la repartición de un inmueble en Puno, que había sido cedido en calidad de herencia anticipada a otros miembros de su familia.
En una carta dirigida al presidente del Parlamento, Eduardo Salhuana, Aramayo indicó que su dimisión es un acto de «desprendimiento al trabajo encargado» y remarcó su convicción de que «las instituciones están por encima de las personas».
Además, lamentó que la disputa familiar haya sido expuesta mediáticamente, al afirmar que se trata de un asunto de índole privada y que la información difundida ha «desnaturalizado los hechos y faltado a la verdad».
Alejandro Aramayo también agradeció el apoyo del equipo de trabajo del Congreso y destacó los esfuerzos realizados para mejorar la imagen institucional, en medio del escándalo reciente sobre una supuesta red de prostitución que operaba dentro de la entidad.
