Siguiendo lo establecido en el Código de Derecho Canónico, el cardenal Carlos Castillo presentó su renuncia como arzobispo de Lima al cumplir 75 años este viernes 28 de febrero. Sin embargo, la decisión final sobre su continuidad en el cargo dependerá del papa Francisco.
Renuncia protocolar y posible extensión en el cargo
De acuerdo con la normativa eclesiástica, todos los obispos y arzobispos deben presentar su renuncia al alcanzar esta edad. No obstante, esto no significa que Castillo dejará automáticamente el cargo, ya que el sumo pontífice puede aceptar o postergar su salida. Según el portal Infovaticana, es probable que el papa Francisco decida extender su mandato por algunos años más.
Un liderazgo marcado por la controversia
Desde su nombramiento como arzobispo de Lima en 2019, Castillo ha sido una figura polémica dentro de la Iglesia. Sus discursos críticos hacia las autoridades peruanas y su inclinación por la Teología de la Liberación han generado tanto respaldo como rechazo, especialmente entre los sectores más conservadores.
En varias ocasiones, sus homilías durante las Fiestas Patrias han incluido duras críticas a la clase política. En 2023, meses después de la llegada de Dina Boluarte a la presidencia en medio de protestas que dejaron 49 fallecidos, Castillo llamó a las autoridades a reconocer sus errores y responder a las necesidades del pueblo. Un año después, reiteró sus cuestionamientos a la corrupción y a la falta de un Estado verdaderamente democrático.
Además, ha sido un fuerte crítico del Sodalicio de Vida Cristiana, una organización religiosa disuelta tras denuncias de abusos. En una columna publicada en El País, calificó a la institución como un “experimento fallido” y recordó su experiencia con su fundador, Luis Fernando Figari.
¿Quién es Carlos Castillo?
Nacido en Lima en 1950, Carlos Castillo es un reconocido teólogo y sacerdote. Fue ordenado en 1984 y ha desarrollado una destacada carrera académica en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde ha sido profesor y Gran Canciller.
Su designación como arzobispo de Lima en 2019 marcó un cambio de rumbo en la Iglesia peruana, sucediendo al cardenal Juan Luis Cipriani, un referente del Opus Dei, quien actualmente enfrenta una denuncia por abuso sexual contra un menor.
Por ahora, queda en manos del papa Francisco decidir el futuro de Castillo en la Arquidiócesis de Lima.
