El Sistema de Crédito Social en China, que ha sido objeto de debate y comparaciones con la serie distópica «Black Mirror», se encuentra en una fase de implementación gradual y aún no ha sido adoptado de manera completa a nivel nacional. Este sistema, propuesto oficialmente en 2014, tiene como objetivo evaluar la confiabilidad de ciudadanos, empresas y organizaciones en aspectos políticos, morales y sociales.
A través de este sistema, se recopila información sobre el comportamiento de los individuos, incluyendo multas de tránsito, cumplimiento de obligaciones fiscales y hábitos de consumo. Con base en estos datos, se asigna una puntuación que puede influir en el acceso a ciertos servicios y beneficios. Por ejemplo, aquellos con puntuaciones altas pueden disfrutar de ventajas como alquilar bicicletas o coches sin necesidad de depósito, o acceder a filas preferenciales en tiendas, bancos y hospitales.
Sin embargo, comportamientos considerados negativos, como incumplimiento de pagos, deudas, fraudes, infracciones de tránsito o la expresión de opiniones contrarias al gobierno, pueden resultar en una disminución de la puntuación. Esto podría llevar a sanciones como la exclusión de cargos públicos, restricciones en la seguridad social, limitaciones en viajes y educación, entre otras.
Aunque el sistema aún no se ha implementado por completo, ya existen programas piloto en diversas regiones y sectores. Empresas como Alibaba y Tencent han desarrollado sistemas de crédito social para evaluar la confianza comercial de los ciudadanos.
Es importante destacar que, aunque el gobierno chino presenta este sistema como una herramienta para fomentar la confianza y la responsabilidad ciudadana, ha generado preocupaciones en torno a la privacidad y las libertades individuales. La subjetividad en los criterios de evaluación y la posibilidad de manipulación son aspectos que han sido objeto de críticas tanto dentro como fuera de China.
En resumen, el Sistema de Crédito Social en China está en proceso de desarrollo e implementación, con programas piloto en marcha, pero aún no se ha adoptado de manera integral en todo el país.