Una de las virtudes más grandes que debe tener el ser humano es aprender de sus errores para no volver a cometerlos más adelante sino jamás se logrará progreso, avance y felicidad verdadera ya que sino se aprende y rectifica se forma un círculo vicioso autodestructivo.
Lo mismo pasa con los pueblos quienes en buena cuenta son amos y señores de su destino eligiendo a los gobernantes quienes marcarán el rumbo de su realización personal y empresarial.
Hay que tener mucha humildad y alma grande para reconocer y enmendar errores para poder recién forjar un mejor futuro. Pasa en la vida personal y en la colectividad cuando nos referimos en bloque como un gran país que decide su destino.
Las crisis forman parte de la realidad peruana. La paz es relativa frente a la coyuntura marcada de inseguridad, criminalidad, corrupción, desempleo y más avatares que sufren el ciudadano de pie, muchos más que vivir sobreviven en la coyuntura hostil.
No obstante, siempre hay luces de esperanza, nuevos amaneceres con gente buena y proba que realmente ama al país y quiere el progreso junto con el bienestar común que merecen los ciudadanos. La clave está en que este “sector positivo” aumente y se haga fuerte frente a cualquier mal que amenace el bien común.
Los empresarios y los emprendedores son el verdadero motor de la economía peruana siempre que hagan negocios honestos basados en los valores y en el aporte a la sociedad; no es una utopía, hay empresas que hacen mucho bien y lo demuestran con sus acciones. También está el lado adverso o tóxico que son las empresas implicadas en graves ilícitos y/o ya condenadas por ello.
En lo que se decida emprender como negocio, la base siempre deben ser los VALORES aplicados en la teoría y en la práctica; lo cual debe ser congruente también con la vida de sus fundadores y colaboradores, hay que ser y parecer VALORES. Las medallas siempre son internas y el reconocimiento externo es motivador, pero todo debe basarse en la paz y satisfacción de cumplir con el deber ser empresarial.
Los empresarios y los emprendedores están llamados a participar en la política de manera activa. Jamás se puede vivir de espaldas a una realidad que golpea los sueños emprendedores y sus bolsillos; inevitablemente la política repercute en la vida empresarial.
Para ello más allá de elegir ser un líder de acción empresarial o no. Lo importante es tener claro los valores personales y la congruencia con la participación política porque es un reflejo de la calidad personal.
El amor propio implica unirse a gente con la misma mística y valores. Los empresarios y emprendedores son SERVIDORES por naturaleza ya que ofrecen bienes y servicios a la sociedad produciendo riqueza.
Muchos empresarios optarán por ser candidatos en las elecciones general 2026 y otros aspirarán a cargos públicos. En este punto conviene señalar que todo parte una decisión personal en definir la participación del empresario o emprendedor.
Seas un líder de acción empresarial o un servidor público lo importante es mantener la mística personal y escala de valores intachable. La empresa y tu trabajo siempre es un reflejo de tu ser. Lamentablemente existe mucha decadencia de valores en que los buenos empresarios y emprendedores están llamados a ser luz entre tanta tiniebla.
La unión empresarial siempre será una gran fuerza para el logro de fines comunes positivos empresariales y también para el cliente o consumidor final. Siempre se debe pensar y trabajar pensando en el negocio pero sobretodo en el cliente o consumidor final porque son la razón o motivo de emprender.
En la unión esta la fuerza, los empresarios y emprendedores tienen ese poder y esa fuerza; de darles soluciones a sus consumidores siendo voz y acción firme frente a cualquier hecho negativo o adverso del gobierno de turno. Siempre debe prevalecer la legalidad y el bien común.
En este año pre electoral 2025 surge la imperiosa necesidad de involucrarse más en política para discernir entre la variopinta oferta o menú electoral que se viene para las elecciones generales 2026. No hay que dejarse sorprender ni burlar porque habrán muchas caretas y “falsos profetas” La clave está en buscar siempre la verdad y la trayectoria real de cada personaje conociendo sus luces y sombras.
El empresario y el emprendedor son ciudadanos con derechos y obligaciones, tienen un gran poder por su contacto directo con el pueblo, por ello están llamados a hacer negocios honestos y aportar al bien común siendo contrapeso contra cualquier gobierno que amenace el bienestar general; todo siempre con legalidad bajo un estado derecho en aras del progreso que debe ser de felicidad.
* Abogada, empresaria y consultora política. Experta en emprendimiento, innovación y liderazgo. Autora del libro: “Emprende desde el ser” y creadora de “Empresarios de Valor”. Actor Social Nodos Lucha Anticorrupción de la OEA.