En pleno día, la violencia volvió a sacudir el distrito de Santa Anita. Walter Urrutia Vilca, abogado de 47 años, fue asesinado de manera fría y calculada dentro de su estudio jurídico, ubicado en la avenida José Carlos Mariátegui 277.
Dos hombres en motocicletas se acercaron al despacho «Escuela de Abogados». Uno de ellos, disfrazado de repartidor, ingresó al lugar llevando un sobre amarillo. Al encontrarse con Urrutia, el supuesto mensajero confirmó su identidad y, sin mediar palabra, le disparó cinco veces en la cabeza. El crimen dejó una atmósfera de horror entre los presentes.
Este no fue el primer incidente en el despacho. Semanas atrás, un explosivo fue detonado en el lugar, lo que hace pensar a los investigadores que el asesinato podría tratarse de un ajuste de cuentas o una represalia relacionada con extorsiones.
Según fuentes policiales, Walter Urrutia había sido contratado para defender a Gabriel Alejandro Parra Bravo, un integrante del temido Tren de Aragua, en un juicio programado para el 8 de enero. Parra Bravo había sido capturado tras extorsionar al dueño de una discoteca en Santa Anita.
Las autoridades de la Dirincri trabajan para identificar a los responsables. Imágenes de las cámaras de seguridad captaron la huida de los sicarios por la avenida Camino Real. Mientras tanto, los familiares y colegas de la víctima, sumidos en el dolor, exigen justicia.
Este crimen no solo enluta a una familia, sino que también refleja la creciente inseguridad que afecta a los limeños.