La crisis de pesca para consumo humano que afecta particularmente a la pesca artesanal de pota o calamar gigante y a la industria de procesamiento relacionada, es la peor en la historia del país, declaró Alfonso Miranda Eyzaguirre, presidente del Comité para la Gestión Sostenible del Calamar Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR).
Al respecto, manifestó que en los últimos meses el procesamiento de pota en las plantas pesqueras se ha paralizado.
Explicó que el alto costo de las materias primas hizo que los productos locales sean poco competitivos en los mercados internacionales, mientras que las recientes capturas, que han sido escasas, ni siquiera son suficientes para cubrir la demanda local.
Miranda Eyzaguirre señaló que 20.000 pescadores y sus familias, así como las comunidades costeras, dependen de este recurso.
«Esta es la peor crisis en los últimos 25 años desde que la pota comenzó a explotarse en volúmenes significativos en Perú», afirmó.
En ese sentido, estimó una drástica caída en la producción de pota este año, proyectando una disminución en el valor del 40-50% en comparación con el año anterior. En términos de volumen, “la caída será aún más pronunciada”, agregó.
De otro lado, según Miranda, esto contribuirá a una notable caída en las exportaciones de productos pesqueros para consumo humano este año, que probablemente se situarán por debajo de los US$ 1.300- US$ 1.400 millones.
Miranda atribuyó la crisis a una combinación de factores naturales y humanos.
“La falta de aplicación de regulaciones y el monitoreo satelital de embarcaciones extranjeras, particularmente de la flota china, en aguas peruanas aumenta el riesgo de prácticas de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)”, precisó.
Agregó que la sobrepesca y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) afectan a la industria pesquera peruana en un momento difícil.
Mientras tanto, los precios del calamar gigante en China también han aumentado, como se muestra en los gráficos a continuación.
Las declaraciones de Alfonso Miranda Eyzaguirre surgen mientras, el pasado 27 de noviembre, la embarcación pesquera china Hong Run 668 ingresó al puerto del Callao, lo que generó preocupaciones sobre el cumplimiento de las regulaciones marítimas del país.
El buque, que viajó más de 2.500 millas náuticas en 10 días, atracó durante una breve estancia de tres horas antes de salir de aguas peruanas, según su trayectoria, informó CALAMASUR.
A pesar de las nuevas normas introducidas bajo el Decreto Supremo N.º 014-2024-PRODUCE, que exige que las embarcaciones extranjeras instalen el sistema de monitoreo satelital peruano (SISESAT), el Hong Run 668 aparentemente no cumplió, según la asociación CALAMASUR. Esto ha generado sospechas sobre su intención y adherencia a los estándares marítimos actualizados de Perú.
El presidente de CALAMASUR manifestó que la Autoridad Portuaria Nacional debe mostrar, con toda transparencia, las razones del arribo, las inspecciones que deben ser sometidos, cumpliendo las medidas del Estado, rector del puerto.
“Debería señalarse el rol de tripulantes y mostrar transparentemente las condiciones sanitarias en que se encuentran”, puntualizó.
Cabe indicar que el Hong Run 668 ya había ingresado previamente a puertos peruanos, permaneciendo en Chimbote durante 21 días hace tres meses bajo el pretexto de un cambio de tripulación, un proceso que normalmente requiere solo unas pocas horas.
Este historial, junto con su rápida entrada y salida del Callao esta semana, ha generado alertas entre las autoridades marítimas y los expertos de la industria.
Miranda, en diálogo con UNDERCURRENT NEWS, destacó el momento y la brevedad inusual de la visita del buque.
«El buque llegó alrededor de las 2 AM y partió a las 5 AM. Una estancia tan breve después de un viaje largo genera dudas. Es posible que el barco haya invocado una cláusula de llegada forzosa para justificar su entrada», comentó Miranda.
Un llamado a la vigilancia y la investigación científica
Finalmente, Miranda Eyzaguirre señaló que las predicciones de mejores capturas en los próximos meses debido a mejoras en las condiciones climáticas no se basan en una gestión científica, ya que no se ha realizado un crucero de investigación sobre el calamar gigante en aguas peruanas desde 2019.
Aunque las condiciones ambientales están fuera del control humano, el titular de CALAMASUR instó a realizar cambios estructurales para mitigar los desafíos causados por el ser humano.
A medida que la crisis se profundiza, Miranda abogó por una mayor «vigilancia ciudadana» para monitorear la llegada de embarcaciones extranjeras a los puertos.
También subrayó la necesidad de una acción gubernamental más firme para proteger los recursos marinos de Perú y garantizar prácticas sostenibles.
«Esto no es solo un problema económico; se trata de salvaguardar los medios de vida de los pescadores peruanos y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas marinos», concluyó Miranda Eyzaguirre.