En las últimas encuestas de opinión pública, realizadas por Ipsos, se observa que Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular, encabeza las preferencias electorales a dieciocho meses de las elecciones generales de 2026. Según los datos recolectados, Fujimori goza de un apoyo del 12%, consolidando su posición como la candidata con mayor respaldo entre los posibles postulantes a la presidencia.
Le sigue de cerca Antauro Humala, con un 8% de intención de voto, a pesar de su controvertido historial que incluye una condena por el asesinato de policías. La presencia de Humala en las encuestas refleja un segmento de la población que busca un cambio radical en la política peruana.
Carlos Álvarez y Francisco Sagasti, aunque con un porcentaje menor (4% cada uno), también emergen como opciones en el panorama electoral, evidenciando la diversidad de las preferencias políticas en el país.
Las encuestas también revelan un creciente descontento con la situación actual del país, la delincuencia ha sido identificada por los peruanos como el problema que más les afecta personalmente, seguida de la corrupción y el costo de vida. Este clima de inseguridad y malestar social podría estar impulsando la búsqueda de líderes que prometan mano dura y cambios significativos.
Además, hay un notable interés entre los encuestados por un líder fuerte, con el 45% indicando preferencia por alguien que actúe con firmeza para restablecer el orden. Esta tendencia podría influir en cómo los candidatos perfilan sus campañas.
En cuanto a las preferencias partidarias, Fuerza Popular lidera con un 9% de apoyo, mostrando que todavía mantiene una base de seguidores significativa pese a los constantes escándalos de corrupción. Acción Popular y el partido de Antauro Humala, A.N.T.A.U.R.O., comparten el segundo lugar con un 5% cada uno, lo que subraya la fragmentación del apoyo entre los partidos políticos en Perú.
Estos resultados de la encuesta reflejan no solo la intención de voto actual, sino también un panorama de una sociedad peruana en búsqueda de soluciones a problemas profundos como la inseguridad y la corrupción. Con los próximos comicios acercándose, estas cifras son un indicativo claro de las preocupaciones y deseos de cambio de la población peruana.