La audiencia para revisar la sentencia de Erik y Lyle Menéndez ha sido programada para el 11 de diciembre, cuando un juez decidirá si tendrán la oportunidad de ser liberados después de pasar 34 años tras las rejas por haber asesinado a sus padres en 1989 en su hogar en Beverly Hills.
Los abogados de Erik y Lyle Menéndez nunca negaron que los hermanos mataron a sus padres, pero argumentaron que actuaron en defensa propia después de años de abuso emocional y sexual por parte de su padre. Gran parte de la evidencia relacionada con el abuso fue excluida en su segundo juicio.
Si el juez aprueba la nueva sentencia, los hermanos aún necesitarían que una junta estatal de libertad condicional conceda su liberación. Posteriormente, el gobernador de California, Gavin Newsom, deberá ratificar la decisión en un plazo de 150 días.
Varias generaciones de familiares de Erik y Lyle Menéndez han pedido que sean liberados, aduciendo que merecen ser libres porque fueron víctimas de maltrato y abuso sexual de su padre.
Sin embargo, no todos los fiscales estuvieron de acuerdo con su decisión, y un tío de los hermanos también quiere que permanezcan en prisión. Aquellos que se oponen a la nueva sentencia probablemente tendrán la oportunidad de presentar sus argumentos frente al juez.
Los abogados de Erik y Lyle Menéndez dijeron que los hermanos también tendrán una audiencia el 25 de noviembre respecto a una petición de “habeas corpus” presentada el año pasado con el fin de que la corte examine nueva evidencia que no fue tomada en cuenta en su segundo juicio. Esto podría representar otra vía hacia la libertad.
Newsom mencionó el caso recientemente en el podcast “Politickin’” de iHeartRadio y dijo que estaba revisando el asunto. Hizo notar que la dramatización de Netflix “Monsters: Lyle and Erik Menendez Story” (“Monstruos: la historia de Lyle and Erik Menendez”) había puesto los reflectores sobre el caso, al punto que hasta sus hijos le habían preguntado al respecto, y que su equipo había examinado la decisión de Gascón.