Zona más crítica se encuentra en el distrito de Nueva Requena, donde el fuego arrasó al menos 7,000 hectáreas
El devastador avance de los incendios forestales en la región Ucayali ha alcanzado dimensiones alarmantes. Hasta la fecha, más de 17,000 hectáreas de bosques fueron consumidas por las llamas, según un informe del gobierno regional.
La zona más crítica se encuentra en el distrito de Nueva Requena, donde los incendios han consumido aproximadamente 7,000 hectáreas de bosque.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) refirió que los caseríos de Nuevo Mundo, Nuevo Israel, Nuevo Edén y Belén de Judá llevan más de dos semanas bajo fuego, perjudicando cultivos de cacao, palma, plátanos, entre otros.
“Los puntos más críticos se encuentran en Nueva Requena; se ha quemado casi todo el caserío Belén de Judá. También se han reportado incendios forestales en las comunidades Puerto Firmeza y San Francisco en el distrito de Yarinacocha. En el distrito de Manantay, los incendios han sido controlados, pero en otros puntos las llamas continúan”, precisó el gobernador Manuel Gambini.
La respuesta a la crisis ha movilizado a las autoridades nacionales. El Ministro de Defensa, Walter Astudillo, junto con el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general EP David Ojeda, llegaron a Pucallpa para coordinar y supervisar las acciones destinadas a mitigar el desastre.
La intensa humareda provocada por los incendios forestales en Ucayali causó esta mañana la reprogramación de los vuelos de salida y llegada del aeropuerto Capitán FAP David Abensur Rengifo en Pucallpa, para horas de la tarde, debido que las condiciones de visibilidad se han visto gravemente afectadas por el denso humo.
A la crisis de los incendios se suma una preocupante sequía que afecta los ríos de la región. La Capitanía de Puerto de Pucallpa dio a conocer que el río Ucayali y sus afluentes están por debajo del umbral de alerta de sequía roja, con una profundidad histórica de 1.66 metros.
Esta situación ha llevado a la Capitanía a recomendar medidas adicionales para manejar la carga, asegurar la estabilidad de las embarcaciones y controlar el calado. Además, se han impuesto restricciones a la navegación nocturna para evitar accidentes y daños materiales.
La crisis en Ucayali refleja la urgencia en la respuesta para enfrentar tanto los incendios forestales como las condiciones extremas que exacerban el desastre.