Miles de brasileños protestaron en las calles de Sao Paulo para exigir la destitución del juez Alexandre de Moraes.
Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro se concentraron el sábado (07.09.2024) en el corazón de São Paulo para exigir la destitución del juez de la Corte Suprema que suspendió la red social X por los continuos desacatos de Elon Musk.
La protesta tiene lugar en la concurrida Avenida Paulista y ha reunido a brasileños de distintas regiones del país, en su mayoría vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera nacional y con carteles con proclamas contra el Supremo, coincidiendo con el Día de la Independencia.
«Fuera Alexandre de Moraes» fue el mensaje más repetido por los manifestantes en alusión al juez que investiga a Musk y que el 30 de agosto ordenó el bloqueo de X hasta que el magnate cumpla con las sentencias emitidas para eliminar ciertos perfiles de noticias falsas de su plataforma.
Está prevista la participación del ex jefe de Estado (2019-2022), quien convocó a sus acólitos «en defensa de la libertad» y «la democracia», en momentos en que es objeto de investigaciones en el Supremo, entre ellas por intentar un golpe de Estado contra Lula y por difundir información falsa.
«Alexandre tiene que darse cuenta de que no es el dueño de Brasil. El que manda en Brasil es el pueblo», afirmó Maria da Silva, quien, a sus 66 años, ha viajado con su esposo toda la noche en autobús desde Río de Janeiro para estar en primera fila.
Lleva un cartel con el rostro de Musk, el logotipo de X y la frase ‘No nos callarán’, y una bandera en la que aparecen los presidentes de Argentina, Javier Milei, y El Salvador, Nayib Bukele, así como el exgobernante estadounidense Donald Trump.
«Milei y Bukele van a ayudar a liberar a Suramérica del comunismo. Y contamos también con España; con quien no podemos contar es con Venezuela, que está tomada», añadió su esposo, José Edivã, paracaidista retirado del Ejército.
El acto coincide con el Día de la Independencia de Brasil y se produce en vísperas de las elecciones municipales, que se perfilan como un nuevo duelo entre el progresismo que encarna el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y la extrema derecha que lidera Bolsonaro.