Funcionarios piden que el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte tome una decisión.
Los integrantes del directorio del Petroperú emitieron un comunicado en el que emplazan al Gobierno de la presidenta Dina Boluarte a tomar una decisión frente a la «insostenible» situación de la compañía estatal.
En ese sentido, plantearon tres opciones a valorar, no sin antes recordar que anteriormente manifestaron que era «inmoral» seguir inyectándole dinero público a la compañía de hidrocarburos.
La primera de las opciones es «continuar inyectando capital a la empresa, como hasta ahora, sin pedir ni asegurar cambios organizacionales creíbles que busquen su eficiencia»; en tanto que la segunda es «aceptar su quiebra y/o liquidación con las obligaciones legales y financieras que podrían enfrentarse».
La tercera alternativa es «decidirse por una reestructuración profunda que goce de credibilidad», lo que «conllevaría a una consecuente y necesaria inyección de capital del gobierno con la condición de realizarse acciones de eficiencia organizacional que serían implementadas con el apoyo de una firma de experiencia internacional comprobada».
«Esta estabilización tendría que asegurar la atracción de capital privado a Petroperú para fortalecer su transformación. Esta opción, por supuesto, enfrenta riesgos institucionales, que eventualmente pueden terminar interrumpiendo o revirtiendo este plan, por lo que debería estar acompañada de un fuerte marco legal, que refuerce las acciones futuras», señalaron los miembros del directorio de Petroperú.
Asimismo, indicaron que la compañía estatal ha llegado a la situación actual por tres motivos: 1) una histórica injerencia política y sindical, que ha llevado a que la empresa se aleje largamente del manejo eficiente, transparente y del buen gobierno corporativo; 2) la construcción de la Nueva Refinería Talara (NRT), que habiendo costado el doble de lo presupuestado tendrá un largo proceso de estabilización con el riesgo de seguir impactando los estados financieros por al menos dos años más; y 3) el consecuente sobreendeudamiento que ha deteriorado al extremo sus ratios de solvencia y liquidez.