Noelia Bernal, profesora de Economía de la Universidad del Pacífico, discrepa lo aprobado por insistencia en el Congreso que mantiene dos sistemas previsionales, uno privado y otro público, cuando los países apuestan por un sistema mixto.
Noelia Bernal, doctora en Economía y docente en la Universidad del Pacífico, calificó “irresponsable fiscalmente y un salvavidas para las AFPs” la reforma del sistema de pensiones propuesta por el fujimorismo y aprobada por el Congreso.
En una entrevista concedida a Altavoz en Vital FM, la especialista en temas previsionales dijo que la administración de la pensión por consumo, que implica la retención del 1% del Impuesto General a las Ventas (IGV) en todos los consumos a través de las boletas electrónicas, generará beneficio para las AFPs, que no solo administrarán por largo tiempo ese dinero, sino que recibirán una comisión.
“A través de la pensión por consumo le están lanzando un salvavidas a las AFP porque les están dando una parte de la recaudación del IGV y la posibilidad de seguir administrando fondos, cuando hoy en día, prácticamente se ha licuado los fondos que manejan tras permitirse los retiros. Esta reforma está orientada a salvar a las AFPs, cuando no debería ser su objetivo”, dijo.
Insistió que la pensión por consumo es una “solución facilista”, que destina parte de la pobre recaudación del IGV a las cuentas de las AFP. “Eso es muy irresponsable”, señaló.
Recordó que el Perú es el segundo país de Latinoamérica con menos recaudación por IGV, con una presión tributaria bajísima y que destinar 1% del IGV para una pensión por consumo agravará el incumplimiento del déficit fiscal, porque además, el Perú adolecerá de ingresos esperados vía esta recaudación para cubrir una serie de necesidades públicas.
“Con esa irresponsabilidad parte de la recaudación irá a cuentas individuales que van a estar dormidas 40 años, por las que las AFPs van a cobrar una comisión”, señaló.
Además, beneficiará a quienes tienen más ingresos porque las personas que hacen sus compras y consumen con boletas electrónicas probablemente no sean los más pobres. Los más pobres no están en el sistema de pensiones, ellos están en la informalidad.
De otro lado, Noelia Bernal, señaló que la pensión mínima de S/ 600 no está bien diseñada, toda vez que un gran número de afiliados a las AFP ya retiraron su dinero, tienen cuentas en cero, por lo que con lo aprobado estas personas que ya retiraron su dinero van a tener una pensión con un subsidio del Estado, lo que impactaría nuevamente en las cuentas fiscales.
Desde su punto de vista, lo aprobado no soluciona el problema de cobertura del sistema de pensiones, por lo que consideró que hay que hacer una reforma de mediano plazo en el cual integremos los dos sistemas de pensiones: el de las AFP con el de ONP como el que acaba de realizar Colombia, que amalgamó sus dos componentes público y privado en un solo sistema mixto.
Respecto a la Cuenta individual de capitalización, dijo que la evidencia demuestra que este sistema no es bueno para la mayoría de gente, debido a la que realidad laboral es precaria en el país. “La gente no tiene buenos salarios, no aporta regularmente, además se permitió el retiro de los fondos de las AFPs”. No es el mejor sistema, insistió.
Por ello dijo que la mayoría de países tienen un sistema mixto, que integra un pilar básico que se basa en una pensión mínima, que puede ser como Pensión 65, chiquita, para la mayor cantidad de adultos mayores pobres. Un segundo pilar, basado en sistemas de reparto o colectivos. La idea es ajustar las reglas hacer las reformas para que no se presente déficit, y subsidiar las pensiones mínimas de solo quienes lo necesitan.
Y un tercer pilar, anotó, a través de ahorros voluntarios en las AFP para complementar la pensión de quienes tienen altas remuneraciones. Ese es el diseño que prima en la mayoría de países”, insistió.
Noelia Bernal consideró muy irresponsable que los partidos políticos hagan políticas económicas de mediano plazo. Anotó que el costo asociado a la reforma del sistema de pensiones es altísimo. Estimó entre 13 y 16% del PBI el costo de lo aprobado para el fisco por la aplicación de la pensión por consumo y que ello es prácticamente el costo del déficit del sistema nacional de pensiones. “Todo ese dinero se puede invertir en otras cosas más urgentes”, señaló.